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Jimin me buscó durante todo el día, nadie me lo había dicho, ni siquiera él, pero era de esperarse.

Si quería estar en una clase junto a Taehyung, debía esperar a la última hora. O tal vez por algún milagro, Taehyung me busque en el almuerzo para hacerme saber que los encantos que mostraba hace un rato, podrían seguir si se los pidiera.

La mano que sostenía mi rostro cayó a la mesa por culpa de Hoseok y sus oportunas bromas.

—Hace mucho que no te veías atormentada por tus pensamientos. —Dijo acariciando sus cabellos naranjas. —¿Taehyung hizo algo?

Mi cabeza negó rápidamente al escuchar tan venerado por mí, nombre de Taehyung.

—Entonces, fué Jimin. —Sus palabras no sonaban con duda, sino con seguridad. Hoseok no sabía lo que sucedía en la biblioteca pero sus ojos parecían descifrarlo al mirar los míos.

—No entiendo porque está tan molesto con el hecho de que Taehyung, después de tanto tiempo, esté conciente de mí y de alguna manera corresponda todo lo que he sentido por él. —Los dulces ojos de Hoseok seguían mirando los míos, sus labios tenían un mínimo de movimientos y con dificultad los hoyuelos que se esconden al lado de sus labios aparecían. —¿Por qué no deja que esté enamorada de Taehyung?

Los ojos de Hoseok se abrieron en señal de sorpresa y sus labios se abrieron segundos después: —Bueno, Yun, estar enamorada ya es algo más complicado. No es como que llegue alguien lindo y solo porque que sea lindo ya estés enamorada. Creo que es algo más profundo, algo que tal vez conlleva años.

Las palabras de Hoseok se detuvieron al mirar a Jimin sentarse justo a mi lado. Jimin, con una mirada sería y labios rectos respiró antes de tratar de hablar: —Yun, debemos hablar. —Dijo secamente, sin expresiones en su rostro o en sus pequeños ojos.

—Y yo debo buscar a Yoongi. Creo que está castigado. —Habló Hoseok casí en silencio levantándose del lugar donde estaba sentado, Jimin lo miró y lo siguió con la mirada, aún falto de expresiones. —Jimin, no seas duro con Yun; ella ya es un adulto, y puede tomar las decisiones que quiera. Nos guste o no.

Después de que Hoseok estuviera los suficientemente lejos de nosotros, Jimin regresó su mirada a la mía.
Nunca me había sentido intimidada por él, ni siquiera en este momento; pero el hecho de no saber exactamente cuáles serán sus palabras, me hace sentir indefensa.

—¿Taehyung te buscó en la biblioteca? —Preguntó sin quitar sus ojos de los míos: —No, fue una coincidencia. —Contesté yo.

Sus labios se abrieron pero se cerraron inmediatamente, dejando que las palabras que había destinado a sacar siguieran dentro de su garganta.

—Aléjate de él. No es una pregunta, Yun. Ni una sugerencia, es una orden.

Mi cabeza negó y sus ojos se abrieron ante la acción: —Jimin, no solo yo te lo he dicho, lo ha hecho también Seokjin y minutos antes Hoseok. Soy un adulto, y tú no eres nadie para decir que y quien no es para mí.

—¿En verdad no lo ves, Park Yun? Te estoy protegiendo de algo que obviamente te lastimará.

—No es algo, es alguien. —Corregí las palabras de quien no dejaba de dar pequeños golpes en la mesa con sus dedos.—Y aún si lo hiciera ¿Que? Estaría agradecida con él, por haber tenido tal honor.

—No tienes idea de lo que estás diciendo, Yun. Taehyung no es para tí, y para nadie. —Habló con más fuerza al ver que mis pasos lejos de él comenzaban.

—¿Y tú? ¿Si eres para todas? —Terminé levantándome de la mesa.

No había exactamente un lugar al que pudiera ir; Hoseok y Yoongi estaban solo donde ellos saben, Seokjin seguramente está junto a su novio.
Y aún, si quisiera estar sola no iba a ser muy posible al mirar la escena frente a mí.

𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐞𝐬𝐭𝐫𝐢𝐚𝐥. | 𝐊𝐓𝐇 ⌏ 𝐀𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora