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La puerta había sido tocada por tercer vez, Taehyung estaba en la ducha esperando a que su madre abriera para que el desesperante ruido le permitiera terminar en paz.

La señora Kim abrió y con sopresa y alegría recibió al que en algún momento le hizo maldecir al no dejar de tocar con desesperación.

El visitante tomó asiento y ante todas las palabras que salían de la mujer, una sonrisa era la mejor respuesta; poco tiempo después, Taehyung terminó su ducha y con una toalla en su cadera quiso averiguar quién era exactamente el que acaba de llegar.

La madre de Taehyung pegó un grito haciendole saber a su hijo que la visita esperaba por él, mientras que su trabajo esperaba por ella.

—¡Jimin! ¿Cómo estás? Te ves muy bien. —Exclamó con una sonrisa hacía quien no se veía tan alegre como él.

El de escultural cuerpo miró el torso desnudo de su amigo y sin ningún tipo de sonrisa se acercó a él: —¿En dónde has estado, imbécil? —Gritó empujando a quien estaba frente a él, provocando que la toalla que cubría la parte baja de su cuerpo casi cayera. —¿Por qué no has ido a la escuela, ni a los entrenamientos, ni a nada?

Taehyung miró fijamente a los ojos de quien le acababa de atacar y sin ninguna expresión decido girar hacia la cocina.

—¡TE ESTOY HABLANDO! Te he enviado mensajes desde ayer en la mañana y no me has contestado ni un estúpido mensaje. —Taehyung no habló en ningún momento, solo dejó que Jimin gastara su voz esperando respuestas que quizá nunca llegarán a sus no muy castos oídos.

El rubio recién duchado no paraba de mirar a su muy desesperado amigo mientras sin expresiones en el rostro le analizaba.

—¿Qué carajos te traes con Yun? —Esa pregunta, todos tenemos esa pregunta que sin que nosotros lo permitamos con exactitud, hace que todo lo que queremos esconder salga a la luz, y en este caso, esta es la de Taehyung. —Te dije que con ella no te metieras, ¡TE LO DIJE TAEHYUNG! ¡¿ACASO NO TE LO DIJE?!

Taehyung seguía sin hablar, su pulso era lo único que hacía saber a Jimin que no era una estatua: —Ella me buscó. —Fueron las primeras palabras que pudieron salir de los rosados labios del semidesnudo.

—No, Taehyung, ella nunca te buscó. Tú hiciste que ella quisiera hacerlo. ¿O no lo recuerdas? —La voz de Jimin dejó de sonar provocando que un terrible silencio tomara posesión del lugar. —Por favor, déjala en paz. Le prometí a sus padres cuidarla de cualquier mal, y tú, claramente eres el más grande, necesito que lo entiendas. —Las palabras se detuvieron y un suspiro tomó poder de sus labios. —No dejes de ir a la escuela, o estarás en aún más problemas.

Jimin se fué, dejando a Taehyung totalmente solo en aquella muy grande y solitaria casa.
Taehyung no tenía palabras en sus labios, ni en su mente para argumentar ante todo lo que salió de Jimin, pues en ningún momento mintió.

Martes, 18 de Septiembre.

Ceremonia de apertura y bienvenida para los de primer año y el nuevo semestre, presentación oficial del nuevo equipo de baloncesto del instituto; todo eso en una sola tarde.

Jimin era parte de todo, no era el mejor estudiante que el instituto pueda tener, pero si el que más se esforzaba en hacer que todo saliera de una buena manera.

Su celular sonaba unas cuantas veces y al mirar de quien eran los mensajes no dudaba en contestarlos; su mejor amiga estaba por entrar al instituto y aunque no fuera de primer año, también recibiría una bienvenida.

—Jimin, ¿Dónde puedo acomodar todo esto? —Preguntó Hoseok señalando todo lo que cargaba Taehyung con una sonrisa burlona.—Convencí a Taehyung para que nos ayudara. —Dijo golpeando el costado de Jimin con su codo. Instrucciones por parte del más pequeño de estatura salieron haciendo que la dupla que se dispuso a ayudar a su mejor amigo, las siguieran.

𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐞𝐬𝐭𝐫𝐢𝐚𝐥. | 𝐊𝐓𝐇 ⌏ 𝐀𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora