𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐞𝐬𝐭𝐫𝐢𝐚𝐥. | 𝐊𝐓𝐇 ⌏ 𝐀𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐈

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Yoongi.

—¿En verdad quieres que lleve eso a tu fiesta? —Preguntó Yoongi riendo al escuchar la respuesta positiva de Hoseok del otro lado del teléfono.

—¿Donde estás? —Preguntó Hoseok cambiando un poco de tema. Yoongi vió la hora en el reloj de su muñeca y trató de calcular el tiempo que necesitaría para llegar al instituto.

—Tomé el camino largo y quise pasar por Yun. —Contestó deteniéndose frente a la entrada de la mencionada. —Espera, veré si está.

Hoseok aguardó del otro lado y Yoongi se acercó a la entrada tratando de ver si su amiga seguía en casa. Tocó la puerta dos veces y esperó a que alguien diera respuesta, la cual obtuvo; pero no de quién él esperaba.

—¿Que haces aquí? —Preguntó Yoongi sorprendido y molesto.

—¿Yoongi? ¿Yun está bien? —Sonó débilmente del celular del pelinegro.

Yoongi miró su celular y contestó a la alarmada voz de Hoseok: —Hobi, te veo en la escuela. —Hoseok quedó aún más confundido pero no podía hacer nada, ya que Yoongi había terminado la llamada después de esas seis palabras.

El rubio frente a él mostraba poco interés a Yoongi y éste no podía soportar tener esa arrogante mirada.

—Quiero ver a Yun. —Soltó rápidamente.

Taehyung asintió con la misma arrogancia:—Claro, ella debe seguir dormida. —Respondió acomodando su cabello y abriendo la puerta, así dejando que el de piel clara entrara.

Yoongi no avanzó más y esperó a que Taehyung se fuera de ahí; acto que cometió pocos segundos después. Cerrada la puerta, Yoongi subió las escaleras y tocó la puerta de la habitación de Park Yun.
La adormilada chica abrió la puerta y también los ojos al ver quién estaba frente a ella.

—¿Que haces aquí? —Preguntó sorprendida. Su amigo no respondió y por esa razón ella miró el reloj que estaba en su pared, dándose cuenta de que era realmente tarde. —¡Demonios! ¿Podrías esperarme solo 5 minutos? Te juro que estoy lista en menos de eso.

Yoongi bajó por las mismas escaleras y esperó en la sala, pensando si mencionar a un Taehyung despeinado con ojos adormilados abriendo la puerta de su casa era algo apropiado.
La habitante de la casa bajó en el tiempo que ella dijo que bajaría, tomó una caja de la alacena de la cocina y con su mochila a medio cerrar, salió junto con su amigo.

Yoongi caminó escuchando como Yun cerraba su mochila después de guardar la caja que tomó de la cocina, como peinaba su cabello en una coleta y como acomodaba su bonito collar entre sus clavículas.

—No puedo creer que mi alarma no haya sonado.—Se quejó mirando su celular. Yoongi era carcomido por la necesidad de preguntar si Taehyung realmente había estado ahí durante toda la noche, por lo que la queja de la de cabello peinado no tuvo respuesta por parte de él. —¿Yonnie? Estás muy callado hoy. —Dijo mirando al de aromáticos cabellos negros.

Yoongi respiró profundamente y negó con la cabeza varias veces: —N-no. Es solo que, Hoseok me pidió llevar churros a su fiesta este sábado y solo trato de pensar como convenceré a mi madre para que me ayude.—Yun sonrió y asintió convencida con la improvisada respuesta del mayor.

—Yo te puedo ayudar si quieres. —Sugirió la sonriente chica. Yoongi mordió sus labios internamente y aceptó la ayuda que su amiga ofrecía.

El instituto estaba a ya pocos minutos, pero Yoongi sentía que no llegarían si él no contestaba su tormentosa duda.

—Yun. —Dijo después de la lucha interna que tuvo con él mismo. La que caminaba sacando otro paquete de galletas de la caja que estaba en su mochila, lo miró y esperó a que Yoongi siguiera hablando. —Cuando llegué a tu casa...

Taehyung estaba ahí.
El quería decir eso, y lo habría dicho si el celular de Yun no hubiera comenzado a sonar.

—Es Taehyung. —Dijo emocionada antes de responder la llamada.

Hablando del diablo.
Pensó Yoongi escuchando la fuerte voz de Taehyung desde el celular de quien caminaba a su lado.

—Claro que me encanta. —Respondió entusiasmada. Yoongi solo esperaba que el semáforo permitiera que ellos pasarán a la última calle que los llevaría al instituto. —Lamento que te hayas ido tan tarde. Pudiste haberte quedado a dormir.

Pudiste haberte quedado a dormir.
Esas cinco palabras fueron lo último que él pudo escuchar antes de ser sorprendido por el claxon de un auto.
El auto pasó a alta velocidad frente a él, provocando que su corazón latiera a la misma velocidad.

Park Yun dejó de contestar a Taehyung con tal de revisar si Yoongi se encontraba bien.

—¿En verdad estás bien? —Preguntó una vez más a quién solo respiraba rápidamente.
Pero Yoongi no podía hacer otra cosa más que calmar a su amiga.

No, no estoy bien. Taehyung abrió la puerta de tu casa y salió de ella, pero tú dices que él se fue la noche anterior: —Vamos, la campana sonara pronto. —Respondió Yoongi finalmente con sus manos en el pecho.

La campana sonó tres minutos después de que Yoongi entrara a su aula correspondiente. Hoseok esperaba por él detrás de su asiento rutinario y al verlo se levantó en seguida.

—¿Por qué me colgaste de esa manera? —Preguntó Hoseok esperando una respuesta que le hiciera sentir calma.

Yoongi se sentó en su lugar y trató de recuperar todo el aire que el repentino e impertinente auto le hicieron perder.

—Yoongi, ¿Que sucedió con Yun? ¿Quién más estaba ahí? —Voñvió a preguntar Hoseok mirando la poca calma que Yoongi desprendía.

—Estaba Taehyung. —Respondió finalmente, Hoseok cerró los ojos y negó. —Pero, ella no lo sabe.

Hoseok ahora se vió más confundido: —¿Como no lo va a saber? Es su casa.

—Una calle antes de llegar, él la llamó y ella dijo que habría deseado que el de hubiera quedado a dormir. Pero Hoseok, ¡Él abrió la puerta de su casa!

La desesperación de Yoongi alarmó a toda el aula, todos miraron a un muy agitado Min Yoongi y a su confundido amigo, quién trataba de calmar al pelinegro.

—¿Tratas de decir que, él si se quedó a dormir, pero es como si ella no lo supiera? —Habló en voz baja. —¿Como si realmente hubieran borrado su memoria?

—Como si Taehyung realmente fuera el ser extraño que tú predicas a diario. —Respondió Yoongi pensando en porque se separó de Kim Taehyung.