𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐞𝐬𝐭𝐫𝐢𝐚𝐥. | 𝐊𝐓𝐇 ⌏ 𝐀𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐈

{ 29 }

—Jamás creí poder verme tan estúpido. —Bufó Yoongi después de que Taehyung llegara a palmear el hombro del de cabello negro.

—Las chicas son raras. —Fué todo lo que respondió Taehyung.

Yoongi giró rápidamente la mirada y rió ante el comentario de Taehyung: —¿Cómo te atreves a decir que las chicas son raras? —Taehyung no entendió el reclamo que Yoongi tenía hacia él por lo que levantó los hombros y no respondió. —Tú, eres raro. Incluso más que Jihyo, o cualquier otra chica que me diga que no puede salir conmigo porque debe estudiar después de haberme confirmado una hora antes del entrenamiento.

—¿Sabes que si fué raro? Que le hayas dicho que tú debías estudiar con el quiropráctico. —Rió Taehyung. Yoongi negó con la cabeza y trató de explicar lo que realmente quiso decir entre las risas escandalosas que Taehyung liberaba de su pecho.

—Quise decir que no debía preocuparse, yo podría ir al quiropráctico y ella podría estudiar.

—No importa, dijiste que estudiarias con el quiropráctico y ella no pudo evitar reírse en tu cara.

Yoongi abrió la puerta del auto y se sentó en el asiento del copiloto. Taehyung también abrió la puerta pero, se sentó en el asiento del conductor y después de acomodar su mochila en el asiento trasero, encendió el auto y salió del estacionamiento del instituto.

—¿A donde vamos a ir la tarde de hoy, joven Min? —Habló Taehyung esperando que el primer semáforo con el que se topó diera luz verde para continuar avanzando.

—Deja de hablar como mi padre. —Dijo Yoongi fingiendo molestia. —Vamos a mi casa, la razón por la que Jihyo no dejará de pensar que soy un idiota por no saber acomodar las palabras en un orden lógico está justo frente a mí apartamento.

Taehyung volvió a reír al recordar el incómodo momento por el que pasó Yoongi y tomó camino hacia donde recurría cuando no tenía nada que hacer en su casa.
Gracias al poco tráfico fueron menos de 10 minutos los que pasaron en el auto; Taehyung estacionó el auto frente al departamento de Yoongi y esperó a que el habitante de dicho lugar bajara primero para él bajar después.

Yoongi entró a su departamento y marcó al número que estaba en el cartel que estaba pegado en la ventana frente a su departamento. Cuando el número al que marcó contestó, Yoongi se alejó de Taehyung para que pudiera escuchar al hombre mayor, cuando la llamada terminó y la cita se confirmó, Yoongi regresó a donde estaba Taehyung y miró la poca actividad que éste tenía.

—¿Me acompañas? —Preguntó Yoongi a Taehyung. Taehyung hizo oídos sordos y siguió mirando el techo de la habitación. —Hey, idiota. ¿Me acompañas? —Preguntó de nuevo, solo que ésta vez lanzó un zapato al rubio. Taehyung al regresar a la realidad asintió y bajó con Yoongi para cruzar la calle y entrar al edificio de en frente y subir hasta el departamento que estaba justo frente al de Yoongi.

El hombre que atendió la llamada de Yoongi se sorprendió al ver que el chico que le llamó hace menos de 5 minutos ya había llegado.

—Vive en el edificio de en frente. —Explicó Taehyung mientras miraba como Yoongi se recostaba en la camilla. —De hecho, vive justo en frente de usted. —El hombre asintió con asombro a todas las palabras de Taehyung y al mismo tiempo masajeaba la pierna contracturada del pelinegro.

Taehyung se levantó al notar que la consulta tardaría más de lo que él esperaba y caminó por toda la habitación para ver que llamaba su atención.

—¿Realmente usted trabajó en la NASA? —Preguntó Taehyung asombrado al mirar al mismo hombre, solo que con menos años, junto con más personas, las cuales portaban un uniforme con las letras del lugar mencionado.

El hombre sonrió por debajo y asintió levemente: —Casi 25 años. —Respondió.

—¿Casi? —Preguntó Yoongi en medio de su silencioso dolor. El hombre sin dejar de destensar los músculos de quién acababa de preguntar asintió con un poco de rencor en su mirada.

—Fui despedido después de decir que la vida en éste planeta no es completamente humana. —Taehyung se estremeció y Yoongi no pudo evitar mirar a su amigo, quien sólo estaba inmóvil. —Muchos creyeron que trataba de conspirar en contra del gobierno, así que me despidieron.

—¿A que se refiere con “no es completamente humana”? —Preguntó Yoongi pensando en Taehyung y la anormalidad de su ser. El hombre levantó los hombros y ladeó la cabeza un poco: —Ya saben, alienígenas viviendo entre nosotros. ¿Realmente toda la evolución ha sido causada por el ser humano?

—Definitivamente no. —Contestó Taehyung sin dudar. El hombre sonrió  ante las palabras del rubio.

—¿Qué edad tienes? —Preguntó mirando al rubio que aún seguía mirando la foto que causó todas las palabras.

—16.

—Terranos, supongo. Pero, ¿Qué edad tienes realmente?

Taehyung se giró y miró a Yoongi quien estaba sentado en la camilla mirándolo también; el hombre miraba a Taehyung como si él mismo le hubiera hablado sobre quién es.

—Min, vámonos. —Dijo saliendo rápidamente. Yoongi caminando con dolor siguió a Taehyung y dejó al hombre solo. Cuando salieron del edificio, Taehyung cruzó sin mirar si algún auto se aproximaba, rápidamente entró a su auto y antes de encenderlo, Yoongi abrió la puerta del piloto y pidió una explicación a todo lo que sucedió.—Me tengo que ir, tengo que entrenar. —Respondió.

—No Taehyung, dime ¿Que pasó allá arriba? —Taehyung bajó la mirada y rascó su nuca, pero antes de tratar de decir algo, Yoongi habló de nuevo: —¿No habías dicho que eras el único aquí?

—Soy el único, Min.

Taehyung cerró la puerta de golpe y encendió el auto, dejando al de cabello negro solo.
Ese fué el último día en el que Kim Taehyung y Min Yoongi se consideraron amigos.

Y el último día en el que Yoongi creyó y recordó todo lo que Taehyung decía ser.