Emma entra a la Universidad de Artes en Inglaterra y todo lo que quiere es llegar a ser exitosa como pintora. Un día, en un bar conoce a Roger Taylor quien cambia su vida por completo.
- pero que guapos se ven ambos.— nos dice Freddie en la entrada, el ya vestido de Rey o no se si debería decir reina.— vengan, pasen.
- adivina quienes somos.— llega Dalia de la mano de Brian para mostrarnos sus disfraces.— te doy una pista, ve el cabello de Bri.
- son la esposa de Frankenstein y su creación.— dice Roger al notar que Brian era la esposa de Frankenstein por el cabello y Dalia la creación.
- Bueno forma de usar tu cabello, Brian.— dije riendo.
- y tu eres la mujer maravilla y el es ¿Clark Kent? ¿Acaso ellos son pareja?— Roger pone los ojos en blanco.
- así tan solo vengo con unos pantalones normales, una camisa y debajo el logo. Más sencillo.— explica Roger.
- y unos lentes.— le abracé de la cintura.— me encanta como se ve con lentes.
- Ay vamos, pasen a bailar, que esto es una fiesta.— Freddie llega y nos entrega copas con champaña.— ¿que nos dice que esta no es la última fiesta?
- Freddie.— fue lo único que dije y este suelta una sonrisa y luego me abraza.
- voy a ir a buscar a Jim.— y este se mete entre la multitud para bailar y buscar a su pareja.
- Roger, ¿te gusta tu vida?— le abracé el cuello con los brazos y este tomó de mi cintura.— en la actualidad, ahora.
- ¿de que hablas? Me encanta.– se inclina para besarme.— soy el más feliz a tu lado.
- ¿no te arrepientes en lo absoluto?
- no hay algo mas que quisiera en mi vida ahora.— volteo a ver a la multitud bailando.— si, esto de las fiestas es genial, también las chicas y...— pasa una súper sexy chica vestida de conejita, le di un codazo suave en broma.— estoy jugando.— ríe.— pero no se compara nada con llegar a la casa, ver a una muy sexy y hermosa mujer con un talentoso y lo mejor de todo, una excelente mamá.
- me haces llorar.— le abracé.— no se que hice para merecerte.
- ¿que hice yo para merecerte? de hecho hoy me puse a pensar, cualquiera puede darte una buena noche, cualquier mujer. Pero no cualquiera está para ti siempre en las buenas y en las malas, o es una mamá dedicada.
- ven conmigo.— tomé de su mano y lo lleve al baño del piso de abajo. Cerré la puerta con llave, pues tenía que decirle algo a Roger pero ni pasaron dos segundos cuando Roger ya me estaba manoseando el trasero y besando de mi cuello.— yo decía para hablar de...— se separa de mi al ver que empecé a hablar.
- baquetas, no todos los días te veo vestida así de sexy.— se acerco despacio sin quitarme los ojos de encima y apretó de nuevo mi trasero.— con un shortsito y blusa estraple.
Y la verdad es que me deje llevar. Quería hablar con el pero eso podría esperar, por ahora, lo único que quería era esto. Y es que desde que tenemos a las niñas no hemos tenido nada de acción.
Empecé a besar de sus lindos y suaves labios mientras le acariciaba el cabello. Este me toma de los muslos y me carga para colocarme en la barra del lavabo suavemente.
- que bueno que no viniste de superman al final pues esto me hubiera parecido de lo más extraño.— este me sonríe. Y es que el tenía planeado tener el traje completo con su calzón de fuera y todo. Ahora tan solo era un muy sexy Clark Kent.
Sin pensarlo dos veces, Roger empezó a besar mi cuello con húmedos besos los cuales me estremecieron por completo ya que también sus manos tocaban todo mi cuerpo y me tomaba con fuerza. Me acerca más a la orilla para quedar más cerca y pega su cuerpo con el mío. Me sobresalte al sentir su bulto el cual ya estaba rozando sobre mi short. Y si, eso me ponía de lo más caliente.
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Solté un gemido al sentir sus movimientos.
- me encanta escucharte de esa manera.— me susurra al oído y me hizo ponerme roja como un tomate, eso lo sé. Me conozco.
Y volvió a tomarme de la cintura para seguir besándome. Después subió a tocar de mis pechos para apretarlos y besar la parte que se alcanzaba a ver. Esto es mucho para mi, en verdad que yo con un simple beso de Roger ya estaba en los cielos, esto es mucho más para mi.
Me soltó y empezó a bajar de mi short para dirigir su boca hacia mi tanga. Y de nuevo no pude evitarlo y solté un gemido cuando su boca estuvo en mi entrepierna. Empezó a quitarme del calzón y fue ahí cuando yo me abrí de piernas y lo pude ver sonreír, se acomodó entre mis piernas bajando de su pantalón y calzón.
Su miembro empezó a rozar mi entrada, haciendo que me mojara aun mas. Lo metió hasta el final y gemí como por milésima vez. Espero y nadie nos esté escuchando.
- Rog...— y este aceleró el ritmo, ahora era más rápido y mas fuerte. En este momento ya era inevitable el estar gritando de la expiración. Cada que me penetraba duramente era un sin fin de emociones para mi. Empezó a hacer calor pues el baño era algo pequeño.
- ¿te gusta?— me pregunta y yo sentía que estaba a nada de correrme.
- ¡si!- solté de nuevo un gran gemido y al poco, llego. El orgasmo llegó y vi como un líquido me resbalaba por los muslos. Se separa de mi y respira con dificultad, ambos lo hacíamos.
- vaya pero como te amo.— dice recargando su cabeza en mi pecho algo cansado.
- eso fue... genial.— hace tanto que no pasaba, y eso hizo que lo disfrutara mucho más. Se empezó a subir el calzón y abrochar su pantalón. Yo aproveché para subirme también mi short.
- tu estuviste genial.— levanta la cabeza y besa de mi hombro hasta llegar a mi cuello y luego mis labios.
- y eso que no venía aquí por ello.— reí.— Rog te traje a este baño porque afuera había demasiado ruido.
- dime.
- creo... creo que estoy embarazada.— fue inexplicable si reacción cuando se lo dije. Los ojos se le pelaron demasiado y abrió la boca.
- ¿pueden salir de ahí? Necesito orinar.— grita un señor de afuera.
- ¡ahorita no!— le grita Roger y me sonríe como nunca lo había visto sonreír.— ¿estas hablando en serio?
- ya los escuche media hora tener relaciones, ahora quiero orinar.— vuelve a decir el señor.
- ¡ahorita no!— ahora decimos los dos y este se acerca para darme un beso.
- no lo puedo creer, pero como es que...
- pues hable con Dalia para confirmarlo y dice qué pasó, que si lo estoy y que corrí con suerte. — me baja de la barra y me da un gran abrazo.
- creo que este es el día más feliz de toda mi vida.— me sigue abrazando. — te amo, te amo, te amo, baquetas.
