1- Yo lo vengare

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— Hola.

Conteste confusa no es normal que Alyah me llame a mi numero personal.

— Alisse Ivan ... Ivan est.. está muerto.

Me decía Alyah llorando con desesperación y siento como mi corazón avanza sus movimientos dando fuertes latidos que se hacían más constantes.

Despierto sofocada y el avión ya había aterrizado, cada vez que recuerdo esa corta llamada me siento culpable por no haber estado ahí por no haberlo ayudado, por eso e jurado resolver aquel problema y todas las noches me acuerdo de ese día. Mi mejor amigo éramos como hermano, muerto, en su departamento por manos de un malnacido, sin mucha prueba alguna de quien fue, pero ya no importa yo lo vengare cueste lo que cueste y no me detendré hasta lograrlo.

Tengo información de que el asesino se encuentra en Chicago gracias a mi hermano Trevor que asegura que fue dicha persona, que frecuenta mucho un bar en específico, pero aun no tengo nombre, ni como es prácticamente, poco, pero algo es mejor que nada, pero aun así ya estoy aquí y lo matare con mis propias manos sea quien sea.

Salgo del aeropuerto con mis maletas en mano y detengo a uno de los taxistas que va cruzando ya que necesito un taxi a la casa de mi tía Mel aunque sea una mujer con dinero es muy sencilla a la hora de gustos.

— Señor lléveme a esta dirección.

Le paso un papel con la dirección de mi tía en él y este lo lee y asiente.

— Señorita ¿Está segura de ir a este lugar? —Pregunta y asiento levemente sin importancia —¿Usted sabe que ese es uno de los barrios más peligroso de Chicago? — Vuelvo y asiento.

— Lo sé — Respondo y el no hizo más pregunta y se puso en marcha después de una hora y media llego a la casa, el saco mis maletas del taxi y le pago, acto seguido se aleja lo más rápido que el trafico le permitió hacia su destino, miro el lugar a mi alrededor y mi tía sí que tiene gustos peculiares realmente, ya entiendo por qué no me quería traer.

— ¡¡Tía!!! — Grito al darme cuenta de que no tenía llave de la casa — Tía, Tía Mel abre la maldita puerta — Chilló desesperada odio que me hagan esperar, ella abre la puerta y me golpea en la cabeza brutalmente de repente — ¡Auch! mujer porque me da — Bufo burlona y ahora me abraza qué mujer más bipolar es esta ¡Dios mío!

— Mi monstruito porque no me dijiste que vendrías — Dice mientras me arrastra hacia dentro de la casa y me detengo a observar el lugar es una casa muy linda tengo que admitir — No mejor dicho ¿Qué haces aquí? — Me pregunta sería sacándome de mi análisis decorativo.

— Sorpresa — Digo burlona y sonríe negando con la cabeza ante mi pésimo intento fallido de sorprender — Estoy aquí por asuntos de negocios.

— Es por lo que paso con el niño ¿No? — Pregunta obvia y asiento un poco decaída, ese tema definitivamente me pone mal y sonríe para darme fuerzas — Tranquila amor, pronto sabremos quien fue.

— Si y mientras averiguamos quién es me puedo quedar aquí y además también vine porque ingresare a la carrera la próxima semana.

Sonrió haciéndome la inocente para que olvide que vine aquí sin avisar y está asiente.

— Estoy muy orgullosa de que termines la carrera y abandonar este negocio familiar.

Dice y me da un beso en la frente, Ella no está de acuerdo de que este en el negocio, pero Trevor sí, eso es injusto, aunque estar en el negocio no es la vida que quiero.

— Solo vengare a mi amigo y me retiro.

Digo fría y esta se retuerce incómoda ante la sequedad de mis palabras, pero es lo que siento y haré, él y yo nos íbamos a retirar para mudarnos juntos y empezar la carrera, pero un hijo de puta nos lo arrebató y no podía dormir por la noche sabiendo que anda por ahí y que la vida de mi amigo no valía nada.

Cuidado con Roy Blacked [#1 ADV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora