El propio día sabía que algo horrible iba a ocurrir. Desde bien entrada la tarde, las nubes habían manchado el cielo, contrariando los soleados días de verano que se habían dado durante toda la semana.
Delante del espejo de su habitación, Dayana se observaba con lentitud, asegurándose de que todo estuviera perfecto. Le parecía despreciable haberse arreglado para esta ocasión, pero no podía pasearse con su ropa de día a día junto a un Draco trajeado de negro.
Tampoco se había esmerado demasiado, solo unos vaqueros negros, una camiseta gris y una americana negra que le daba un toque más elegante. Se imaginaba que esa no era la ropa que una mortífaga llevaría, pero los colores más o menos se acercaban.
Cogió su varita y se dirigió a la Sala de los Objetos Ocultos, en cuya entrada la esperaba Draco. Le había dolido en el alma ver a tantos alumnos riendo y charlando, ansiosos de que el verano llegase. No sabían lo que se les venía encima.
El cielo se llenó de nubarrones de un aspecto terrible y truenos anunciando tormenta comenzaron a escucharse. En el interior de la Sala, Draco destapó el armario por completo.
- ¿Estás listo?
Dayana no obtuvo respuesta, tan solo una mirada de seguridad que trataba de esconder el miedo. Draco pronunció el hechizo y todo pareció activarse. Retrocedieron un par de pasos cuando una neblina negra alcanzó sus pies. El rubio salió de la sala al instante, pero ella esperó hasta observar a los mortífagos que aparecieron del armario: Bellatrix, Fenrir Greyback y los hermanos Carrow. En cuanto todas las miradas se clavaron en ella, desapareció siguiendo los pasos de Draco.
Severus era quien les había asegurado que Dumbledore se encontraría en la Torre de Astronomía, así que ahí era a donde ambos se dirigían para asegurar sus respectivas misiones.
Draco subió acariciando la barandilla de las escaleras que tantas veces había recorrido en estas últimas semanas. El director le esperaba al otro lado, junto al balcón, como si supiera que iba a ir a por él. Con pasos temblorosos y la varita en alto, el rubio se colocó frente a él.
- Buenas noches, Draco. - comentó Dumbledore con tranquilidad. - ¿Qué te trae por aquí en esta maravillosa noche primaveral?
Mientras tanto, Dayana corría para llegar a la torre antes que el resto de los mortífagos. En cuanto se colocó al borde de las escaleras ya pudo escuchar la conversación que mantenían Dumbledore y Malfoy.
- Draco, tú no eres ningún asesino.
- ¿Y usted cómo lo sabe? He hecho cosas que le horrorizarían.
Tratando de no hacer ruido, Dayana subió las escaleras con lentitud. Se había mentalizado durante todos estos días de lo que iba a ocurrir, pero le aterraba alcanzar ese momento.
- ¿Cómo hechizar a Katie Bell con la esperanza de que ella me diera el collar embrujado o sustituir una botella de hidromiel por otra adulterada con un lazo de regalo? - cuestionó. - Han sido unas tentativas muy pobres, tanto que me pregunto si de verdad querías matarme.
- ¡Él confía en mí! - le aseguró, subiendo su manga para mostrarle la marca tenebrosa grabada en su antebrazo. - He sido elegido.
La chica ya se encontraba en el último peldaño, observando la escena pasmada.
- Entonces te lo pondré fácil. - masculló Dumbledore abriendo los brazos en son de paz.
- Expelliermus. - espetó Draco y la varita del director voló a un par de metros de distancia. En ese mismo momento, Dayana apareció en escena.
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Destinada | Draco Malfoy
FanfictionPara bien o para mal, estamos destinados. Lo que nos depara el destino solo nos hará daño. 28/4/2019 ➞ #2 dracomalfoy 15/4/2020 ➞ #1 malfoy 17/5/2020 ➞ #1 dracomalfoy ➞ #1 malfoy ⇝ Originalidad. Di no al plagio ⇝No lectores/as fantasma