Destinada | Draco Malfoy

CAPÍTULO 40. UNA ÚLTIMA DESPEDIDA.

Querido Fred,

Han pasado tres meses desde que te fuiste y todavía sigues en mi mente y en la de todos como si de un momento a otro fueras a volver. Ojalá lo hicieras.

Las cosas han cambiado mucho desde que acabamos con Voldemort. Adorarías ver la vitalidad del mundo mágico, las calles coloridas y las risas de la gente en cada esquina. El miedo y el dolor han desaparecido, o al menos lo están haciendo poco a poco, pero creo fielmente que todos conseguirán pasar página en un momento u otro.

Tu tienda... tus hermanos van a hacer una fortuna con todo lo que están vendiendo. Ron decidió meterse en el negocio con George y menos mal que lo hizo. Estás desbordados, casi no dan abasto. Es increíble entrar y escuchar carcajadas sin ton ni son por todo el establecimiento. Estarías muy orgullosos si los vieras, aunque bueno, ellos ya saben que lo estás.

Hace unos días, tu madre me escribió para invitarme a cenar a la Madriguera. Dice que irá todo el mundo pues es una cena en tu honor. Ninguno ha tenido fuerza como para despedirse de ti hasta ahora, igual que yo no he tenido fuerzas para escribirte hasta esta mañana.

Cada vez que cierro los ojos con la guardia bajada, mi mente regresa al momento en el que me decías que no querías morir mientras sollozaba sobre tu cuerpo malherido. No haber podido salvarte lo lamento como no he lamentado nada esta vida. No era tu momento, no tenía por qué haber sido así, pero te fuiste.

Sin embargo, los días en los que más optimista me veo, recuerdo nuestro verano en Paris o nuestras escapadas por Hogwarts en busca de un momento a solas. Te quise más que a mi propia vida, tanto que no podía retenerte conmigo sabiendo la oscuridad a la que me enfrentaba. Cambiaste mi vida y me cambiaste a mí, tan solo con tus palabras y tus rarezas, tus bromas y tus sonrisas.

Ahora todo nos empieza a ir bien por aquí. Por suerte salí airosa en mi juicio, una historia de la cual te reirías si me parara a contarte. Tengo novedades... Estoy completamente enamorada de Draco Malfoy. Quizás ya lo supieras puesto que yo también me lo intuía desde hace tiempo.

No sé si llegarás alguna vez a aprobar que él sea quien me ha robado el corazón, pero me encantaría que pudieras intentarlo. Imagino nuestra vida juntos y sé que nos irá bien. Juntos nos hemos enfrentado a muchas cosas y podremos vencer lo que sea que se nos venga encima de ahora en adelante.

Esta noche, después de la cena de tu madre, me escabulliré al jardín en busca de unos minutos a solas. Quería escribir una carta que nunca recibirás y que nadie más leerá, algo que fuera solo de nosotros dos, igual que el verano en París. Quemaré estas palabras y dejaré que sus cenizas se extiendan por el jardín de la Madriguera, dándote mi último adiós más profundo.

Me siento tremendamente afortunada de haberte conocido y haber podido disfrutar de ti aunque no haya sido por demasiado tiempo. Eres la persona más increíble que he conocido, Fred, y jamás podría olvidarte ni aún si quisiera hacerlo.

Tenías razón, tal vez lo nuestro podría haber salido bien en otro mundo. Esperaré con ansias a que eso llegue.

Con cariño,

Dayana.