Los mortífagos entraron en el colegio junto a los carroñeros, los dementores y otras criaturas oscuras que le habían jurado lealtad a Voldemort. Entre ellas destacaban los gigantes, quienes arrasaban con el ejército de soldados de piedra que McGonagall había invocado.
Draco pasó por encima de ellos, rodeó el castillo y se adentró en la planta baja rompiendo una de las ventanas. No tenía ni el menor entusiasmo por luchar, al menos no hasta que recuperase su preciada varita.
A opinión del rubio, los alumnos que se habían quedado a luchar eran unos idiotas que no apreciaban su vida. ¿Quién en su sano juicio se enfrentaría a Voldemort voluntariamente? Sin embargo, sabía quiénes no lo harían, y esos eran los Slytherins.
Descendió hasta las mazmorras deseando no ser visto por nadie que pudiera reconocerle, y enseguida se mezcló entre el gentío formado por algunas de las serpientes y los alumnos más jóvenes que, guiados por Filch, trataban de salir de Hogwarts por uno de los pasadizos del castillo.
En cuanto divisó a sus amigos, corrió hasta cogerlos por el cuello de sus túnicas y los hizo detenerse. Ellos se resistieron, extrañados, pero al ver quién los estaba agarrando aceptaron seguirle.
- ¿Draco? ¿Qué haces aquí?
- ¿Tú qué crees, Goyle? – cuestionó el rubio de mala gana. Esa pregunta era absurda, igual que todas las que hacía. – Vamos, os necesito.
- ¿Para qué? – inquirió Crabbe.
- Potter me robó la varita en un altercado. – respondió. – Quiero recuperarla.
El trío estaba resguardado en uno de los pasillos desiertos de las mazmorras, mas no tenían tiempo que perder. Al momento, otro alumno de Slytherin apareció.
- Malfoy, todo un placer verte. – comentó Blaise Zabini, quien los había visto y había optado por seguirles. – No deberías obligarles a luchar si no quieren.
- ¿Y es mejor que huyan acobardados?
- No me hables tú de cobardía, Draco. – se burló Blaise. – Sabes que somos aliados desde siempre, pero eres tú el que debería plantearse huir con nosotros.
- Sabes que no puedo hacer eso. – masculló el rubio. Si huía, Voldemort lo perseguiría hasta asesinarlo lentamente.
- Como quieras. – concluyó Zabini encogiéndose de hombros. – Crabbe, Goyle, vámonos.
Goyle hizo el amago de seguirle, mas la voz de su amigo le detuvo de nuevo.
- ¿Enfrentarme a Potter? Me apunto. – aceptó Crabbe con una sonrisa maliciosa. – Es lo que llevo tanto tiempo esperando. Encerraron a mi padre en Azkaban por su culpa. También quiero vengarme.
- Haced lo que queráis. – bufó Zabini, rodando los ojos mientras que Draco y Crabbe se estrechaban la mano. – ¿Y tú, Goyle?
El aludido observó a sus tres amigos a la vez. Deseaba marcharse del castillo, pero no podía hacerlo y dejar tirados al resto. Siempre habían estado juntos, era como debían terminar.
- Me quedo.
- Panda de dementes. – suspiró Blaise. – Espero veros después de esto.
Zabini se alejó a paso ligero de vuelta con el resto de alumnos que seguían evacuando el castillo. Los otros tres chicos corrieron por los pasillos de arriba abajo, esquivando alumnos y tratando de avanzar por las partes menos concurridas del castillo. Creían que Potter debía estar allí dentro y así fue, cuando dieron con él lo encontraron a la entrada de sala de los Menesteres. Esperaron hasta que entrase y luego lo siguieron.
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Destinada | Draco Malfoy
FanfictionPara bien o para mal, estamos destinados. Lo que nos depara el destino solo nos hará daño. 28/4/2019 ➞ #2 dracomalfoy 15/4/2020 ➞ #1 malfoy 17/5/2020 ➞ #1 dracomalfoy ➞ #1 malfoy ⇝ Originalidad. Di no al plagio ⇝No lectores/as fantasma