Aquella mañana me desperté como cualquier otra. Desayuné y fui a recoger el correo. Entre las facturas había una misteriosa nota de color azul celeste. Un lugar. Una fecha. Una hora. Y nada más. Solo eso. ¿Debía acudir a la cita de un desconocido? En un principio la razón me decía que no. Pero la curiosidad pudo a la razón y decidí ir.
Allí estaba yo. Eran las cuatro de la tarde en un restaurante cutre. Era viernes. Por tanto había muchas parejas y familias. El camarero pareció reconocerme, pues me llevó hasta una mesa algo apartada de los demás. Pero lo suficientemente cerca como para no levantar sospechas. ¿Qué demonios hacía aquí? Quizás había perdido la mente. Me senté. Estuve esperando por más de una hora, pero nada. Seguí esperando. Estaba a punto de irme cuando un personaje extraño, vestido de negro y los ojos tapados, se sentó en frente mía. Dejó una pequeña caja encima de la mesa y se fue por donde había venido. Al llegar a casa arrojé aquel paquete en el sótano. Su interior era un misterio. Y debo decir que quería saber que había en su interior. Pero no. Lo dejé allí y no volví a saber nada de él.
![](https://img.wattpad.com/cover/22446519-288-k324499.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mil y una noches de lectura. ©
RandomSi lo que quieres es una corta historia antes de irte a dormir, para leer en el autobús o simplemente porque te aburres, éste es tú libro ideal. ¿Te atreves a abrirlo?