Eran simples desconocidos. Lo único que tenían en común era que estudiaban en el mismo instituto. Un día ella había quedado con sus amigas y resulta que una de ellas era la hermana de ese misterioso chico. Empezaron a hablar y resulta que tenían muchísimas cosas en común. Música. Deporte. Estudios. Casi todo. Se hicieron muy amigos. Quedaban casi todos los días. Se veían en los pasillos del instituto. Chateaban. Dependía el uno del otro.
Una tarde, quedaron. Pero para él era algo más. Aquella tarde se le iba a declarar, pues no aguantaba más. Se encontraron en el parque. Él estaba nervioso y ella lo notó pero no dijo nada. De repente, y sin previo aviso, la besó. Fue el beso más dulce y mas tierno del mundo. Sus labios encajaban a la perfección. Aquel fue el comienzo de la mejor época de su vida.
Pero cada historia tiene su final. Tras un par de meses empezaron a discutir. Se iban alejando el uno del otro poco a poco. Ya apenas quedaban. Los mensajes de amor se habían esfumado. Los besos, no eran iguales que antes. Se fueron distanciando hasta convertirse en lo que fueron en un principio. Desconocidos.
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Mil y una noches de lectura. ©
RandomSi lo que quieres es una corta historia antes de irte a dormir, para leer en el autobús o simplemente porque te aburres, éste es tú libro ideal. ¿Te atreves a abrirlo?