Bromita y monja.

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Capitulo 32.- Bromita y monja.

Una semana ya pasó sin tener información nueva sobre la sombra, una semana ha pasado desde que he convivido con tres adorables niños, los cuales dos de ellos se me van a hacer difícil soltar. Quizá será raro lo que diré, pero en solo una semana se han ganado más cariño y confianza de la que deberían, sé mejor que nadie que me dolerá soltarlos, si es que los suelto.

-Sky!, haremos ejercicio hoy?.-preguntó la pequeña castaña volviendo mi mente al mundo real.

Hoy es Domingo, y mañana hay instituto, aunque no e asistido a clases por pasar tiempo con los pequeños, se que debo convivir con el hijo de mi objetivo.

El cual ya besaste cabe aclarar
Un beso no significa nada Cia.
Claramente, pero apuesto que si besas al mejor amigo significaría todo.
Oh, gracias por hacerme recordar de algo escencial.

Otra cosa que a sucedido, es que no e hablado con el imbécil de ojos lindos desde aquel día en el cual me dijo que solo con mirarme jodo, claramente a su hermana si la e visto, ella a venido a pasar tiempo conmigo y los pequeños.

-Claro corazón.-miré la hora y volví a mirar sus ojitos verdes.-son exactamente cuarto para las ocho, hacemos ejercicio media hora y después vamos a despertar a Luca para ir a la playa, te parece?.-pregunté.

-Si!  Y podemos invitar a Rosalía y a Daniela?.-preguntó esta vez ella y yo sonreí para después asentir.

Claro estaba que como los Domingos no hago ejercicio, esa media hora de ejercicio fueron 10 de calentamiento para bebé y los otro 20 fueron abdominales y sapitos leves, después de eso la mande a tomar una ducha mientras yo iba a la casa de los vecinos.

Toque el timbre y por suerte me abrió Fer, el y el resto de agentes se han quedado aquí puesto que Juanito les dio hospedaje, ademas para la hermosa suerte que tengo (lo digo sin sarcasmo eh) mi primo es el "guardaespaldas" de Daniela.

-Hola mi amor.-salude a mi primo con un beso en la nariz, como en los tiempos en los que me quería.

-Hola amorcito.-regresó el saludo y esta vez el me dio un beso, pero el lo dio en la frente.

Mi primo es tan importante para mí como mi hermano, son lo único valioso que tengo en mi vida, o eso creí hasta que conocí a Barbara y Luca.

-Está Danie.....-cerré la boca apenas Fer me dio espacio para entrar, pues frente a mi estaba un muy cabreado Luke mirándonos fijamente a ambos.

-Como sea, quiero que laves mi motocicleta el día de hoy, voy a salir.-se dirigió a Fer sin mirarme.

-Disculpa amigo pe...

-Primero no me tutees, segundo no soy tu amigo, soy tu jefe.-lo interrumpió el inútil.

Y este que tiene en el cerebro?

Mierda
Ya lo creo..

-Okey, disculpe.-le dijo resaltando la palabra.-pero yo solo sigo órdenes de su padre, estoy aquí para vigilar a su hermana, no para andar de lavandero de motos andante.-dijo molesto Fer y sonreí, amo a mi primo, ¿ya lo había dicho?.-ademas, también tiene manos, y ni hablar de dinero, puede llevar a que se la laven, pero eso sí, yo aquí, de mucama no estoy.-finalizó.

Mire a Luke y este tenía la mandíbula apretada, parecía apuntó de explotar de furia, abrió su boca para hablar, pero Daniela bajaba corriendo las escaleras mientras daba saltitos de emoción, haciendo que su hermano cerrará la boca.

¡Espía encubierta! [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora