El ángel del demonio

Deliora

Lucy miró al demonio frente a ella, le recordaba vagamente a Lullaby, con su enorme tamaño. Encerrada en el hielo, la gigantesca bestia se cernía sobre ellos.

Ella sintió una gran opresión en su pecho, no por el demonio en sí, ya que no sentía nada más que una presencia maligna pero pasiva, este sentimiento parecía ser causado por Gray.

- ¿D-Deliora?-  salió de su shock y se volvió hacia su compañero. El pobre mago de hielo temblaba de miedo. En todo este tiempo en el que lo conoció, nunca había visto esa expresión en el devil slayer normalmente tranquilo.

Antes de que pudiera decir algo, Gray dio un paso hacia el monstruo.

- esto es imposible... ¿Qué está haciendo Deliora aquí?

Lucy podía escuchar la angustia y la incredulidad en la voz del mago sonar claramente dentro de la cueva. Entonces, el tono de Gray se convirtió en furia confusa.

- ¡no hay manera! ¡Deliora no puede estar aquí!

Los ojos de Natsu se suavizaron mientras fruncía el ceño.

- ¿sabes qué es esto?- su mirada pasó brevemente del azabache a la rubia y notó que tenía una expresión preocupada en su rostro.

- es... ¡es ...!

Lucy se mordió el labio. Lo que sea que era, claramente había traumatizado al mago de hielo. Gray rara vez perdía la calma, pero cuando lo hizo, fue algo de gran importancia para ella.

Reflexionando, Lucy recordó claramente ese sentimiento en Gray que nunca antes había sentido. Era una emoción peligrosa, capaz de corromper y manchar mentes, obligarlas a tomar decisiones que normalmente nunca harían y acciones que ni siquiera considerarían.

Desesperación.

Salió de sus pensamientos justo cuando Gray terminaba su oración.

- ... el demonio de la destrucción

- ¿demonio de la destrucción?- hizo eco Natsu, para que pareciera que había estado prestando atención, incluso si no lo hubiera estado.

- se ve exactamente igual que aquel entonces, qué está pasando?!- Gray luchó por mantener su compostura.

- Gray...- murmuró Lucy.

Antes de que pudiesen pedir más información, escucharon pasos detrás de ellos. Rápidamente, ella se escondió detrás de las rocas con el resto de su equipo y observó a los recién llegados.

- ¿estás seguro de que oíste algo por aquí?- preguntó un muchacho de pelo azul, recibiendo un gruñido por parte de su acompañante.

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Después de que la muchacha llamada Sherry y los otros dos se fueran, los magos siguieron su conversación.

- ¿este es el demonio que tu maestro selló?- las palabras salieron de la boca del mago de fuego, antes de que pudiera detenerlas. Por suerte, Gray no parecía estar muy afectado.

- sí, no hay duda al respecto

- ¿podría este demonio ser la causa de la maldición de la isla?- Lucy preguntó. Antes de que Natsu pudiera pensar en ello, Gray intervino.

- definitivamente es posible...

Ante la perspectiva de una pelea, el chico de pelo rosa dio un paso adelante, balanceando su brazo en un círculo.

- ¡de acuerdo! ¡En ese caso, le daré una paliza!

Le escuchó Lucy, quien le preguntó en segundo plano por qué la única solución que tenía para todo era pelear. Él se echó a reír y le dijo que se limitara a mirar.