A puerta cerrada, el demonio vuelve

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Hisui miró al gigante parado en la luz que brotaba de Eclipse. Balanceó la cabeza y rugió ante el grupo de humanos alrededor suyo, tan lamentables y pequeños al lado de su gran tamaño.

No se suponía que esto sucediera. La Yukino del futuro le había dicho que esto no iba a pasar, que se evitaría si ella la escuchase.

Las garras rasparon contra las losas, mientras el monstruo entraba al presente. Sin prestar atención al ejército que había llegado a sus pies, pasó pesadamente como haciéndole caso a alguien.

No se suponía que fuera así.

Rugidos de dragones destrozaron el cielo y las vibraciones resonaron entre los edificios que permanecieron en pie.

Estaba petrificada en su lugar, con los pies anclados coomo si tuviesen pesas que la mantenían firme en el suelo. Su sangre se mantenía en calma corriendo por sus venas, pero su corazón latía frenéticamente, ensordecedeciendo sus oídos.

¿En dónde se había equivocado?

Ella había hecho todo de acuerdo con el plan: los planos del Libro de Zeref habían sido meticulosamente replicados en forma física, con todas las precauciones establecidas, sin dejar ningún detalle sin explicar. Siguió las instrucciones de la otra Yukino, pero esto era un caos.

¿por qué estaban entrando dragones por la puerta? Se había dado cuenta de que la engañaron y la usaron para beneficio propio.

De repente, cálidas manos agarraron sus hombros fríos, sacudiéndola ferozmente.

- ¡la puerta!- Lucy Heartfilia gritó mientras lágrimas brotaban de las esquinas de sus ojos ensanchados y aterrorizados- cómo se cierra la Puerta?!

Con una mano temblorosa, Hisui señaló los controles.

La maga de Fairy Tail asintió, seguida de otros magos, entre ellos, Wendy Marvell y Yukino Agria, la del presente. ¿Serviría de algo matar a la Yukino de este presente para evitar el futuro?

No, no son la misma persona.

Abandonándola, la rubia se dirigió hacia la palanca que necesitaba tirar y se lanzó a ella con esfuerzo de cerrarla.

En vano.

No fue tan sorprendente, de verdad. La princesa nunca había contado realmente con la necesidad de cerrarla, después de todo.

Si el plan hubiera tenido éxito, la línea temporal habría reescrito y la Puerta Eclipse abierta dejaría de existir, sin la necesidad de cerrarla una vez más. Si solamente no hubiese sido tan ingenua en no pensar en la imposibilidad de que el plan saliese.

La angel slayer gritó cuando el viento feroz la hizo retroceder. Luego se levantó, golpeada, magullada y sangrando por una docena de pequeños cortes, y forjó su camino de regreso a la inútil palanca.

¿Qué la estaba motivando tanto? ¿Cómo podría siquiera moverse?

Sacudiendo la cabeza, Hisui sintió que el calor volvía a sus extremidades. Recogiendo su fuerza de voluntad menguante, se obligó a ponerse de pie.

Si un mago de Fairy Tail pudo pararse y enfrentarse a los dragones, también lo haría la princesa de Fiore, quien fue a darle órdenes a sus guardias.

- ¡debemos sellarla con el poder de los espíritus celestiales!- exclamó Lucy aferrándose fuertemente a la palanca mientras la tiraba, lo que hizo que se cayera al suelo.

Trató de levantarse mientras intentaba agarrar el mango.

- ¡Lucy-san! ¡¿Cómo lo sabes?!- Wendy le gritó mientras intentaba ayudar.

El ángel del demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora