El ángel del demonio

Él estaba actuando raro

- chicos ... ¿pueden dejar de gritar? Me duele la cabeza- pidió Lucy con voz débil y una pequeña sonrisa mientras se levantaba de la cama.

- lo siento, Luce- dijo Natsu mientras le daba una pequeña sonrisa, su amiga quien ya se encontraba mejor desde su batalla contra Flare. Le preocupaba que la magia de Obra hubiese hecho algo peor.

Al fin había despertado después de darle una agradable paliza a Raven Tail. Y todos lograron recuperarse en minutos de la anulación de magia de uno de sus rivales.

- maestro, qué vamos a hacer al respecto?- preguntó Mirajane con una sonrisa.

Después de todo, cuando el equipo descalificado intentó luchar contra dos de los cuatro dragon slayers de Fairy Tail, ni siquiera los guardias reales intervinieron.

Sin embargo, eso no significaba que el Consejo Mágico se los iba a dejar pasar.

- tendré más papeleo- murmuró Makarov llorando en una esquina, había vuelto hace no mucho y ya le llenaban de papeles.

- pero no seríamos expulsados de los juegos, no? Después de todo, agredimos a otro equipo participante, no creo que el Consejo Mágico dejé pasar eso- intervino Gray con más calma.

Tan sólo hace unos segundos antes de que la angel slayer despertase, él le estaba dando instrucciones específicas sobre cómo cuidarla de sobremanera, como si estuviese en coma.

- ¡mejor vamos a golpearlos!- gritó el muchacho de pelo rosa con su puño envuelto en llamas.

- ¡idiota!- Cana le golpeó la cabeza con una botella de alcohol vacía, claramente- ¡si lo hacemos, tendremos más posibilidades de ser eliminados de los juegos!

- oye, baja la voz. A Lucy todavía le duele la cabeza- les recordó Laxus a los presentes, sentía que lo que le había sucedido a ella en parte era por su culpa.

Iván era su padre, y por ende, era responsabilidad del mago del rayo encargarse de sus desastres.

- está bien, Laxus- murmuró la maga celestial tirando de la manga del rubio, dándole una sonrisa despreocupada. No refiriéndose al bullicio, sino que no sintiese culpa por lo que le había pasado.

Su magia era realmente buena para captar los sentimientos del resto.

- oh, sí ... lo olvidé- la morena miró a su amiga lastimada- lo siento, Lucy

- está bien- la mencionada respondió girando su cabeza hacia ella.

- .... rival del amor....- susurró Juvia enojada consigo misma, había sido una de las primeras que fueron afectadas por la magia de Obra y no pudo ayudar mucho.

- dejemos esta conversación para más tarde, como si el consejo fuese mi prioridad, volvamos a nuestros puestos, los juegos continúan y Lucy necesita descansar- ordenó el maestro de Fairy Tail mientras comenzaba a caminar hacia la puerta pero se detuvo dándose cuenta de algo, y se volteó para mirar a la angel slayer- descansa bien, mi hija- sonrió.

- lo haré, maestro- le devolvió la sonrisa.

- está bien, maestro. Adiós, Lucy- se despidieron Mirajane y Elfman.

- descansar es de hombres- agregó este último.

- adiós chicos- dijo ella agitando su mano.

- Juvia también se despide de la rival del amor- murmuró la mujer de agua.

- no soy tu rival del amor..- la rubia soltó un suspiro.

¿Por qué siempre le llamaba así?

- no te sientas solo sin mí, cariño- Cana la sacó de sus pensamientos con sus palabras mientras le guiñaba un ojo.