Un as bajo la manga

1.3K 123 77
                                    


- ¿el ángel del demonio?- Lucy repitió sus palabras con una sonrisa burlona, intentando disimular su sonrojo.

No era el momento para las bromas, pero no pudo evitarlo.

- ¿q-qué?- replicó el azabache ocultando su cara con un brazo. Sonaba tan cursi como Loke intentando de conquistar a alguien, pero esas palabras sólo salieron de su boca.

- está bien, supongo- dijo ella mirando hacia otro lado, y acercándose a él para luego besarlo- pero esta es nuestra batalla, no?

Él suspiró rendido, en parte ya que creía que ella se estaba vengando de él por dejarla durante un año.... Aunque, esto no se sentía tan mal.

- claro, mi ángel- se rió el muchacho mientras calmaba el rubor en sus mejillas.

- ¿podrían dejar de tontear?- alzó su voz Dimaria con una mueca, le temblaba la ceja de ver a una pareja de tortolitos frente de ella.

De un momento a otro, Gray cambió su estado de ánimo y les dio una mirada mortal, mientras que Lucy se estaba muriendo internamente de la vergüenza.

- ¿crees que realmente puedes contra mí, Gray?- Zeref le miró indiferente. No había emociones en sus ojos.

- no nos subestimes, Zeref- sonrió de lado el mismísimo demonio de hielo mientras que le echaba una mirada al grupo del mago oscuro.

- no digas tonterías, Gray- suspiró cansado el azabache, mandándole un ataque oscuro hacia su reencarnación.

- protección divina

Lucy, quien estuvo al lado suyo, usó su escudo de alas para protegerlos a ambos. Y para sorpresa de muchos, había bloqueado el ataque del gran emperador.

- Zeref, no te olvides de que también me encuentro aquí- comentó ella mientras que la pareja se paraba del suelo.

Algo le molestaba al gran mago, por qué la reencarnación de Mavis lo estaba tratando así? ¿Por qué hacía las cosas más difíciles? Gray no valía la pena, y ella lo debería de saber.

- querida Lucy, por favor, aléjate de él- pidió Zeref con una mirada de cachorrito abandonado, y un tono amable.

Eso sólo había hecho que a Gray se le pusiera la piel de gallina. Era asqueroso el cambio de actitud con el que él los trataba.

Apretando sus dientes, le lanzó un ataque de hielo, que nunca recibió ya que este fue bloqueado por August.

- lo siento, Zeref, pero no iré contigo- se disculpó la maga inclinándose un poco ante la persona que la había estado cuidando desde los últimos meses.

- y tampoco la dejaré ir contigo- agregó amablemente el demonio de hielo, como cortesía.

- nunca pedí tu opinión

- no era una opinión

Lucy, a su vez, se sentía consternada al sentir más magia en el sitio.

- Lucy, piénsalo bien, realmente quieres hacerlo por Gray?- preguntó la reina de los dragones, sin ser capaz de soportar más la situación. Quería convencer a su niña antes de lastimarla realmente.

A su lado, los otros seguidores de Zeref se acumularon a su alrededor.

- ya lo pensé bien, Irene- declaró muy segura la mencionada, llevándose una mano al pecho.

- .... esto no será fácil, para ti- murmuró insegura Brandish, uniéndose a la conversación. Estaba desviando su mirada, incapaz de ver a la ángel celestial.

El ángel del demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora