Kill this love 💔 | Rosé y Tú | 💔

Primeros encuentros

-¿Qué te gustaría hacer cuando lleguemos Lucy?

-No lo sé, podríamos terminar de ver esa serie de las personas que cocinan mal, es muy graciosa y me recuerda mucho a ti.
Comenzó a reír, yo solo me llevé la mano al pecho y fingí estar lastimada.

-Tú si sabes como lastimarme.
Me miró con una ceja alzada y luego trató de abrazarme pero no la dejé.

-No, ahora te jodes.

-Ay, perdóname porfis.
Me hizo sus típicos ojos de cachorro regañado y no pude negarme.

-Bueno, pero no insultes mis habilidades culinarias.
Ella sonrió mientras reía.

Ya casi habíamos llegado, solo teníamos que pasar por un puente que ya casi no era transitado. Siempre cruzaba por ese puente al ir a casa y debo admitir que alguna que otra vez me daba un poco de miedo pero no lo suficiente como para hacerme dar vuelta y buscar otro camino. Hoy en especial tenía un mal presentimiento, no sabía porque pero solo podía sentir que algo iba a pasar.

Y en efecto, algo sucedió. Dos hombres aparecieron por detrás nuestro y nos acorralaron contra el barandal del puente. No estaba preocupada por mi, en absoluto, tenía miedo de que pudieran lastimar a Lucy.

-Vaya, vaya *hic* ¿qué tenemos aquí? Dos preciosas *hic* señoritas.
El sujeto se tambaleaba de un lado a otro, era obvio que estaba borracho.

-Creo que hoy es nuestro día de suerte Joaquín. Señoritas estamos muuuuuuy aburridos y pensábamos que ustedes dos podrían darnos un buen rato de diversión ¿no lo creen?
Estos sujetos me repugnan, creen que son superiores solo porque son dos hombres contra unas "simples" mujeres. Se equivocan...

-N-no estamos interesadas, por favor no queremos problemas.
Al escuchar la voz de Lucy de esa manera sabía que tenía que actuar rápido de lo contrario podría darle un ataque de pánico.

-Ah, descuida preciosa no tienes porque estar nerviosa, solo acata mis instrucciones y lo disfrutarás.
Luego de decir eso comenzó a manosear la cintura de Lucy. Pero el otro tipo no se quedó atrás, él también comenzó a tocarme el torso. Yo en todo ese tiempo que ellos hablaban los había analizado un poco, me refiero a que me estaba fijando si tenía oportunidad de poder engañarlos. Solo son dos idiotas, no debe ser difícil.

-¿No creen que sería mejor si vamos a un lugar más privado?
Ambos sujetos se miraron cómplices.

-Deben entender que no podemos llevarlas a nuestras casas, somos hombres casados y no nos gustaría tener problemas con nuestras esposas.
Son hombres casados y aún quieren hacerlo, son puercos de primera categoría.

-No es problema, mi casa está no muy lejos de aquí.

-Entonces guíanos cariño.
Me dijo mientras posaba nuevamente su mano en mi cintura, con solo su tacto me dan ganas de vomitar. Con la mirada traté de transmitirle a Lucy que todo estaría bien. Ella solo asintió asustada, estos malditos me las iban a pagar. Tres calles antes de llegar a mi casa puse en marcha mi plan.

-Oigan no sé ustedes pero yo ya no me aguanto. Opino que llevemos acabo la fiesta aquí.
Los dos se miraron sorprendidos pero claramente no pudieron negarse. Cuando ese cerdo trató de tocarme de nuevo tomé su muñeca y giré lo más rápido que pude para poder estrellarlo contra la pared. El tipo cayó al suelo pues estaba tan borracho que no aguantó ese golpe tan simple. El segundo hombre se abalanzó contra mi, comenzó a apretar muy fuerte mi cuello. En eso algo lo golpeó en la cabeza dejándolo inconsciente, era Lucy.

Me levanté rápidamente y abracé a Lucy, luego ambas nos fuimos corriendo de ahí. Al llegar a mi casa ambas estábamos sumamente cansadas y ya no queríamos ver ninguna serie. Caímos rendidas, yo en el colchón inflable y Lucy en mi cama. Pero antes de que pudiera dormirme me puse a pensar en el encuentro con esos hombres, si algo hubiera salido mal...¡No! no quiero pensar en esas posibilidades, lo mejor era dormir.