Nuestra querida protagonista ____, quién posee una vida un tanto complicada, está a punto de darse cuenta que debe convertirse en la niñera y guardaespaldas de la famosísima Roseanne Park, hija del embajador más importante de Corea del Sur.
¿Surgir...
-¿Qué haces aquí? Jennie se encontraba molesta viéndome desde su puerta.
-¿Podemos hablar por favor? Ella suspiró, yo tenía la esperanza de que esta vez no me cerrara la puerta en mi cara.
-Bien... Pero solo porque ya estoy harta de que vengas todos los días a mi casa. Sonreí y entré a su casa.
-Sabes, ahora que lo pienso, jamás había venido a tu casa. Le dije mientras miraba a mi alrededor.
-No te acostumbres, esta será tu única vez. Me dijo sentándose en su sofá, yo me senté junto a ella.
-Mira Jen, en serio lamento lo que sucedió con Rosé, no sabía lo que hacía. Debí darme cuenta desde el primer momento que era una mala idea, ahora la peor consecuencia cayó sobre mi, y fue perderte...¿crees que podrías perdonarme? Le dije con mis ojitos de cachorro regañado. Ella me miró a los ojos y su mirada se suavizó.
-Puedo perdonarte, pero te llevará tiempo recuperar mi amistad. Me dijo luego de unos minutos. Yo sonreí y le di un abrazo, pude escuchar como reía y me separé de ella para mirarla.
-Te prometo que no te arrepentirás. Y luego de eso besé su nariz.
-¿Y ahora que quieres hacer? Me preguntó.
-¿Por qué no vemos una película hoy en mi casa? Puedo preparar spaguetti para ambas. Ella pareció pensarlo unos momentos.
-Bien, no puedo rechazar comida gratis. Iré a las 7, ahora vete. Ella sonrió burlona y me sacó de su casa, yo no le di importancia pues ella iría de todos modos.
2 horas después...
-¡Demonios! ¿Dónde está la salsa? Dije apresurada, mientras buscaba en el refrigerador.
-¿Puedes dejar de gritar? Estoy tratando de concentrarme. Me reclamó Rosé, yo la ignoré. Tenía que ser rápida, Jennie llegaría en cualquier momento.
-Déjame en paz, estoy ocupada. Le dije seca, luego sentí como se acercaba a mi.
-¿Por qué tan importantes esos spaguettis? Me dijo con su ceja arqueada y frente a mi.
-Viene alguien a cenar. Le dije cortante.
-No puedo creer que sigas enojada. ____ mírame. Me hizo mirarla y me abrazó. Yo no me moví.
-Rosé, tengo que seguir... Ella se separó y bufó molesta.
-Ugh, como quieras. Por cierto Joy vendrá por un rato, no nos molestes. Dicho eso, se fue a su habitación. No pensé que ella y Joy se siguieran viendo tan seguido, pero bueno es algo que no me importa.
Minutos después sonó el timbre, me desesperé mucho y corriendo saqué los platos y los puse en la mesa. Luego fui a abrir la puerta y como soy tan torpe me tropecé y pegué contra la puerta. Cuando abrí Jennie me miró preocupada.
-Hey, hola ehh ¿estás bien? Tienes la frente roja. Toqué mi frente y en efecto dolía un poco.
-Descuida no es nada, vamos pasa. La comida ya está lista. Ambas pasamos y al sentarnos comenzamos a comer.
Charlamos durante 1 hora y ya sentía que estaba recuperando su confianza. En ese momento el timbre sonó y Rosé bajó corriendo, supongo que era Joy. Luego Joy y ella subieron las escaleras, Joy me saludó desde arriba y luego se fue.
-Oye ____, ¿no quieres ver una película? Me dijo Jennie con una sonrisa.
-Claro, ¿cuál quieres ver? Le pregunté.
-Queremos ver una de miedo. Dijo Joy de la nada, me sobresalté.
-¿Queremos? Le preguntó Jennie, luego Rosé bajó las escaleras y nos sonrió de forma burlesca.
-Jen, si no quieres verla podemos- Me interrumpió y negó.
-No descuida, no me importa. No quiero arruinar nuestro día por tonterías. Ambas sonreímos, pude notar que Rosé nos observaba con el ceño fruncido.
El resto de la noche vimos una película de miedo, sobre una chica con poderes que termina matando a todos en un baile de su colegio. No es vieja pero tampoco tan moderna.
Durante toda la película sentí como Rosé intentaba acercarse a mi. Yo la evitaba no quería más problemas con Jennie. Al terminar la película Jennie se había quedado dormida al igual que Joy.
-Se quedaron dormidas... Dijo Rosé de la nada.
-Si no me dices no me entero. Dije indiferente y tomé en brazos a Jennie para llevarla a mi cuarto.
-¿A dónde la llevas? La ignoré y subí a mi cuarto. La arropé y bajé de nuevo.
-Ven ayúdame con Joy. Llevémosla al cuarto de huéspedes. Le dije, ella asintió y me ayudó. Cuando terminamos nos sentamos en el sofá y ninguna decía nada.
-____ ¿podemos hablar? Yo la miré y asentí.
-¿Sobre qué? Se acercó más a mi.
-No me gusta que estemos peleadas. Mira sé que lo que hice estuvo mal, pero la verdad es que... Se detuvo como si estuviera meditando lo que me iba a decir.
-¿Qué pasa? Me miró y de la nada lo hizo de nuevo, estampó sus labios contra los míos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando me separé de ella terminó su oración.
No me arrepiento de nada. Me miró de forma coqueta y se fue.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
