Al salir del escenario, a Dylan le pintaban los oídos por el volumen de la música, su corazón latía a una velocidad que no podía ser normal y le parecía imposible quitarse la sonrisa de la cara.
De repente se sintió aturdido por la oleada de chicas que se le acercaban a dale la enhorabuena, a abrazarle y algún beso también le dieron dejándole la marca de los pintalabios en las mejillas. Cuando las chicas consiguieron dejarle respirar un poco, Dylan vio a Louane acercarse maravillada, con una sonrisa enorme, casi tanto como la suya.
–¡Dylan ha sido increíble!– Anunció, algo que todos sabían ya.– Creo que nunca había visto a nadie bailar así.
–¿Con "así" te refieres apunto de deshidratarse? Porque yo me siento así.
–No te preocupes, Bryce a ido a avisar a los camareros para que te traigan un poco de agua.
–Gracias.
–No, gracias a ti. Creo que hemos encontrado a la nueva estrella del 7 diamonds.
–¿Como que nueva estrella?– Se quejó Tina acercándose.– Creí que la estrella aquí era yo.
–Pues debías de creerlo tu sola.
–Louane no puedes hacerme esto. ¡No puedes dejarme en la calle!
–No voy a echarte, Tina. Ocuparás el sitio de Jessie.
–¿Y que pasará cuando vuelva?
–Eso es problema mio. No tuyo.
Tina salió enfadada de allí. Dylan por una parte se sentía agradecido de que alguien la hubiera puesto en su lugar de una vez. Al cabo de un par de minutos, cuando tuvo que sentarse para que le dejarán de temblar le las piernas, Noah apareció por la puerta que daba al local con bebidas para todas, incluido él, pero al verle, Noah dejó la bandeja a un lado y corrió a abrazar a Dylan.
–¡Dios mío! Has estado increíble.
–Gracias.
–¿A Louane le ha gustado?– Dijo al separarse y después se echó a reír.– Seré idiota. ¡Pues claro que le ha gustado!
–Supongo que igual que a todos.
–El público te adora. Louane te adora, las chicas te adoran. Y yo también.– Sonrió.– Por favor, dime que mañana voy a volver a verte ahí arriba.
–En realidad, creo que Louane va a cambiarlo todo para que sea la estrella.
–¿¡Qué!? Dios, debería besar a Louane ahora mismo.
–Por favor Noah, no te pongas melodramático.
–Perdón, perdón. Pero es que llevábamos mucho tiempo esperando algo así, y sinceramente creo que puedes sacarnos de esta.
Dylan le sonrió. Pensó que si lo que decía Noah acerca del público era cierto, a lo mejor podrían empezar a pagar las deudas.
Actuó un par de veces más aquella noche donde el público lo recibió como reciben las fans a su actor favorito y todas las veces que salió a escena se sintió como la primera vez.
Cuando volvió a casa todo estaba en silencio. Brook le había acompañado hasta casa y una vez que se despidieron, se sintió sólo por primera vez en todo el día. Simón dormía, Nani se había ido y ahora él estaba en casa con el pecho manchado de purpurina y un dolor de cabeza que le duraría hasta que se durmiera.
Intentó quitarse los restos de purpurina y maquillaje que le quedaban sin hacer mucho ruido para no despertar a su hermano, pero fue en vano ya que cuando terminó y estaba dispuesto a irse a sus cuarto, Simon apareció en la puerta del baño.
–Eh, ¿que haces despierto? Mañana tienes clase.
–Me has despertado tu.
–Lo siento. No era mi intención, Sy.
–No pasa nada.– Bostezó y Dylan le acompañó hasta su cuarto.– ¿Qué tal con tu ascenso?
–Bien. Muy bien. Le he caído muy bien a todo el mundo.
–Eso está bien.– Dijo subiéndose a su cama.– Eres un buen hermano, y la gente quiere gente buena. Como tu.– Simon consiguió sacarle una sonrisa a su hermano antes de volver a quedarse dormido.
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Show me your burlesque
Novela JuvenilLa gran manzana puede impactar a todo el mundo, sobre todo a un chico de Kansas, pero cuando Dylan Mcall puso un pie allí, supo que nada iba conseguir devolverle a la antigua granja donde vivía. Sobre todo después de descubrir que es capaz de mover...