- Aún no era de día cuando ya estaba escuchando a mi padre desde la puerta.
Juanjo: Vamos chicas hay que ponerse en pie.- Tras decir eso se fue.
- Miré a Valentina la cual estaba despierta mirándome.
Úrsula: ¿Es que no tienes sueño?.
Valentina: Quiero subir al barco.- Dijo poniéndose en pie y saltando encima de la cama, sonreí.
Úrsula: Pues vamos.
- Me puse en pie, le busqué la ropa a Valentina y después la mía, la vestí primero a ella y después yo, fuimos a desayunar con mi padre y volvió el momento incómodo, él intentaba hablar con Valentina, pero para ella él era un desconocido al igual que para mi.
- Él nunca ha estado, nunca, ni en mis últimos diez cumpleaños, ni en los siete de Valentina, ni cuando murió mi madre, no se lo voy a perdonar nunca, sé que para él...ahora somos una carga, intentaré no acercarme a él...para no tener que ver su estúpida cara.
- Tras terminar de desayunar cogí las maletas de mi hermana y mías y las puse en el coche, cuando ya todo estaba listo, nos fuimos hacia el puerto.
- El trayecto en coche me relajaba, pero saber que este desconocido conducía a mi lado no me agradaba tanto, él hablaba, intentaba tener conversación...Pero que pereza.
Valentina: ¿Y van más niños como yo?¿Podré jugar con ellos?
Juanjo: Bueno...lo cierto es que son algo mayores, casi de la edad de tu hermana, son de su clase, aprenderán muchas cosas.- Le miré y él me miró.- Pero tu no estarás sola Valentina, estoy yo, está Salomé y las amigas de tu hermana.
- Negué con la cabeza y miré la carretera, este hombre era tonto, ¿qué iba hacer una niña de siete años con unas chicas de diecisiete?...Valentina no encontrará amistad en este mes de travesía.
Úrsula: No te preocupes Valentina, yo no iré a clases, estaré contigo.
Juanjo: ¿Como qué no irás a clase?...debes ir
Úrsula: A las clases de marineros deben asistir los que no han pasado el curso o les han quedado asignaturas pendientes, yo las tengo todas aprobadas y no tengo por que ir a clases.
Juanjo: Aún así son clases de marineros y está bien que vayas y te enteres.
Úrsula: ¿Por un momento piensas que voy hacer lo que tu digas?.- Él se quedó en silencio.- Si quiero quedarme en el camarote con Valentina, me quedaré allí.- Le dije molesta.
Juanjo: Está bien...Como quieras.- No le apetecía discutir conmigo, sabía que no le iba a obedecer.
- Miré hacia atrás para ver a Valentina, volví la vista y miré la carretera, aún no era de día pero había tráfico ya, casi las siete de la mañana.
- Nos detuvimos en el semáforo y sentí una frenada a mi lado, miré a mi derecha y vi a un motorista, con chaqueta y casco negro, con una mochila, desvió su mirada y nos miró, solo se le veía la parte de los ojos, ya que su casco le cubría completamente.
Juanjo: ¿Le conoces?.- No se por qué pero no podía dejar de mirar aquél motorista, al igual que él a mi, por momentos sentí que miraba a Valentina, que miraba hacia atrás pero después a mi.- Úrsula...- Sentí los coches pitar, miré él semáforo y lo vi verde, ni la moto, ni mi padre se habían movido. Mi padre aceleró y la moto se quedó parada, miré a mi padre.- Te estaba preguntando si le conocías...
Úrsula: ¿Cómo voy a saber quién es si llevaba un casco?.- Le pregunté molesta.
Juanjo: Puede ser un amigo tuyo...
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A 200 millas de ti.
AventuraA 200 millas de una nueva vida "EL ELOISA" Un barco que sostiene secretos de cada tripulante que aborda, varias personas que se cruzaron antes de subir y que ahora ni se reconocen. Una nueva vida comienza para ellos, secretos y sentimientos comienz...