Capítulo 50: Salomé también juega

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*ÚRSULA:

- Abrí mis ojos y miré hacia los lados, parecía una habitación de hospital, sábanas azules y sin ventanas, una habitación fría,  miré hacia mis piernas, estaba tumbada en una camilla, observé el lugar, había muchas camillas, apenas recordaba algo de lo que pasó. Haciendo memoria, lo último que recuerdo es cuando Z me inyectó aquello. Pensé en Valentina, no estaba a mi lado, esto no parecía un barco, todo estaba sellado, había una puerta blanca, sin cristal. Observé encima de la puerta, había una cámara, me incorporé un poco y con dolor por todo mi cuerpo saqué mis piernas por fuera de la cama, tenia puesto un vestido azul claro de hospital, era fino.











- Escuché un fuerte ruido como si golpearan la puerta y se abrió, vi entrar a una chica joven, casi de mi estatura, de pelo rizado y color anaranjado, de ojos marrones oscuros, llevaba una ropa extraña que nunca he visto en personas normales, llevaba como ropa antigua, un vestido corto azul claro  y debajo de él unas medias negras pegadas gruesas, unas botas negras, una chaqueta larga y negra y unos guantes negros que solo sobresalían sus dedos, la ropa estaba algo rota, su vestido y sus medias no mucho, lo justo, llamaba mucho la atención.









- Ella vino hasta mi, se puso frente a mi, vi la puerta abierta, solo estaba ella, de más cerca vi una espada en su cintura guardada en una funda, un machete en su otro lado de la cintura y parecía que cuerdas también.










Narot: Soy Narot, ¿Cómo estás Úrsula?.- Preguntó con media sonrisa.










Úrsula: ¿Dónde estoy?¿Dónde está mi hermana?¿qué ha pasado?











Narot: Haces demasiadas preguntas, yo en tu lugar...solo haría una.- La miré fijamente.- ¿Dónde está mi gente?










Úrsula: Solo me preocupa mi hermana.










Narot: Vale, tu gente está bien.- Volvió a sonreir.- Tú hermana, esperamos que pronto esté bien.










Úrsula: Quiero verla.










Narot: Lo siento pero no es posible..










Úrsula: ¿Qué no es posible?¿Quiénes sois?, no me lo puedes prohibir.











Narot: Supongo que tú padre te dirá lo que tienes que hacer.











Úrsula: ¿Dónde está?









Narot: Ya te respondí a eso, él está bien, en su barco.- La miré seria.- Saldrás de aquí cuando estés mejor.- Me puse en pie con cuidado y noté mis pies descalzos con el suelo frio.










Úrsula: Quiero verla.- Ella me miró con media sonrisa, asintió con la cabeza.










Narot: Está bien.- Caminó hacia la puerta y salió, dejándola abierta, volvió enseguida con algo de ropa, ropa azul oscura, azul marino, la dejó encima de mi cama.- Vístete, te espero fuera.- Volvió a salir.










- Sentía mi corazón agitado, muy fuerte, no tuve dudas, sentí lo mismo que cuando vi a Berta por primera vez, Narot es...demasiado guapa y me atrae con sola verla, solo esperaba que fuera peor que Berta o lo contrario y asi no iba a sentir nada por ella.








A 200 millas de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora