Puerto de San Fernando - Cadiz.
Hora 04.36 de madrugada .
*BERTA:
- Era de noche, había seguridad pero también muchos barcos anclados y otros que recién llegaba con la pesca del día anterior. Buscaba un barco en especial y me dirigí a él cuando lo encontré, parecido a un velero, solo que el doble de grande, tras llegar, lo miré de cerca, es hermoso. Entré por estribor aprovechando que estaba anclado de lado, había gente en el barco, algunos marineros...Así que entré por arriba, por la parte de los mandos del barco, comprobé que en la planta de arriba no había nadie y bajé, bajé por unas escaleras que llegaban al comedor principal, tras escuchar un ruido en la cocina me escondí rápidamente debajo de las escaleras.
- La cocinera...Preparaba las cosas, cajas y cajas de comida que guardaba en la despensa, con ayuda de alguien que no alcanzaba ver.
- Tras ver que estaba ocupada, caminé rápido hacia la planta de abajo, habitaciones de marineros. Todo estaba vacío y en unos días no serán marineros quién ocupe esto, serán alumnos de segundo de bachiller...Caminé por un pasillo bastante largo y bajé otras escaleras, conocía el barco a la perfección y buscaba una habitación en concreto.
- Me escondí en la primera habitación que vi cuando escuché unos pasos, algunos marineros abandonaban el barco con sus maletas, iban hablando entre ellos, tras dejar que ellos pasaran...Continué mi camino, casi ya llegué y me detuve cuando la puerta estaba medio abierta, se escuchaba ruido, alguien colocaba cosas, saqué de mi bolsillo del pantalón una cuerda de pesca fina y dura, entré en la habitación de forma muy sigilosa y encontré a un tipo de espaldas, con una camiseta blanca en la que ponía..."Superviviente", era un tipo fuerte y grande, más grande que yo, así que de un pequeño salto pasé el hilo de pesca por su cuello y con mis dos manos apreté, él rápidamente actúo, se movía, daba patadas hacia atrás que terminaba en mi cuerpo, pero yo apretaba con fuerzas, era difícil quitarme del medio, él tropezó entre tantos movimientos y cayó en la cama intentando apartarse, casi le suelto, mis manos apretaban con fuerzas y aguanté, lanzó su brazo hacia atrás y terminó por darme en la ceja, arrasaba con su mano y tiró cosas de la habitación, se escuchó el impacto...bastante fuerte diría yo, apreté con más fuerza las últimas que me quedaban y se comenzó a debilitar, seguí aguantando y tras varios espasmos de él, dejó de moverse...Le solté y no se movía, estaba muerto.
- Cogí el hilo que estaba lleno de sangre de su cuello y mis manos. Sentí algo en mi cara y pasé mis manos por ella, tenía sangre y sin darme cuenta me había manchado entera con mis manos.
- Me levanté de encima de él y lo envolví con la sábanas, pero me di cuenta que su cuello no dejaba de sangrar, así que me quité mi mochila y saqué cinta, arranqué un trozo de sábana y se la puse en el cuello, le puse cinta alrededor de su cuello para evitar que siguiera sangrando, después continué, escuché algo desde fuera y miré hacia la puerta, no la cerré... y eso no me gustó...alguien pudo verme.
- Me puse en pie algo nerviosa y puse mi mano en el pomo, vi una sombra que reflejaba con la luz del pasillo, había alguien detrás, abrí rápidamente la puerta y me asomé, encontré a un chico joven y bastante asustado mirando hacia mi puerta.
- Nos miramos de frente, mis manos goteaban sangre, esto no iba a tener explicación y él no debía estar aquí tan pronto.
"No diré nada...- Dijo muerto de miedo.- Déjame ir, no diré nada.- No tendría más de diecisiete años, era uno de los alumnos que tendría que venir mañana, pero...¿Qué hace aquí tan temprano?"
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A 200 millas de ti.
AvventuraA 200 millas de una nueva vida "EL ELOISA" Un barco que sostiene secretos de cada tripulante que aborda, varias personas que se cruzaron antes de subir y que ahora ni se reconocen. Una nueva vida comienza para ellos, secretos y sentimientos comienz...