A 200 millas de ti.

Capítulo 32: Cuidado Berta

*BERTA:

- Era casi las dos de la madrugada, salí de mi habitación y caminé tranquila por el pasillo, fui hasta arriba, subí las escaleras hasta el salón, desde allí caminé por él y lo crucé, todo estaba en silencio, nada de ruido, nadie dando vueltas, subí hasta el puesto de mandos y allí me encontré con Brisa, sentada en la mesa central.

Brisa: Buenas noches profesora...- Bajó de la mesa, llevaba un vestido azul corto, de verano, iba sexy, pero no me llamaba nada la atención.

- Tras entrar en la sala, cerré la puerta y me acerqué a ella.

Berta: Buenas noches...

Brisa: Te ves bien.- Se acercó más a mi e intentó besarme, pero me hice a un lado.

Berta: Mejor dime...¿que es lo que planeas?.- Ella borró su sonrisa.

Brisa: Ahora mismo solo tengo un plan...besarte.- Volvió a intentarlo, agarré su mano y la acerqué a mi.

Berta: No soy idiota, primero Úrsula y después tú, parece un gran plan...¿quién ganará llevarse a la profesora a la cama?.- Le susurre.- Enserio piensas...Pensáis...¿Qué cuela?, escucháme bien Brisa, ya he avisado un montón de veces a tus amigos, pero no me escuchan, tal vez, tú le puedas dar un mensaje.- Ella intentó soltar su mano, me di cuenta que le estaba haciendo daño, pero no la solté.- Si uno de tus amigos, incluida tú, volvéis a intentar algo contra mi, uno de vosotros se quedará flotando en el agua.- La solté, ella me miró con miedo.

Brisa: He conocido a gente como usted, piensa que da miedo, pero no...No es así.

Berta: Esto no es un juego...Largo.- Ella pasó por mi lado.

Brisa: Sé lo que eres.- Dijo tomando distancia entre nosotras.- Eres una asesina y estoy segura de que lo que le pasó a ese chico, Raúl, tú estás detrás de eso.

Berta: Cuidado con lo que dices Brisa.

Brisa: No, cuidado tú, no tienes ni idea de quién es mi familia.

Berta: Me importa una mierda tú familia.- Me acerqué a ella.- Te tengo a ti en mi mano, si decides dar un paso que no veo yo...estás muerta, tú y tus amigos. Ya estoy cansada...- Me miró seria.

Brisa: No me amenaces.

Berta: ¿O qué?¿Vas a mandar a tus padres a que me maten?

Brisa: Te crees una chula, pero no eres nadie, no sabes nada de mí.

Berta: Escuchame niñata...A mi me hablas bien.- Coloqué mi mano en su cuello y la traje hasta mi, acerqué mis labios a su oído.- Cuando quieras hacer algo en contra de mi...Piensa en un solo nombre.- Ella se agitó.- Alicia.- La solté y ella se apartó asustada.

Brisa: Que te den, imbécil, no puedes hacerme daño con eso.- Hizo media sonrisa.- Esto no se queda así.- Negó con su cabeza y salió del puesto de mandos.

- Suspiré, ya estaba cansada de todos ellos, de sus juegos, sus niñaterias y lo peor es que sabía que Úrsula estaba al mando de todos ellos, necesitaba tener paciencia pero era complicado.

- Salí a cubierta, miré hacia popa y tras sentir algo, levanté mi mirada, vi a Jesús sentado cerca del palo mayor, él me miraba desde arriba, vi su intención, no era buena conmigo y se equivocaba.