A 200 millas de ti.

Capítulo 27: Satán

- Toqué en su puerta y con nervios esperé, no estaba bien esto, pero lo iba a intentar, al menos esperaba conseguir algo, no era un plan malo del todo.

- Ella abrió la puerta, se sorprendió y me miró con una ceja levantada, la misma ceja que hace semanas parecía tener rota.

Berta: ¿Se te perdió algo?

Úrsula: ¿Podemos hablar?.- Ella esperó respuesta, pero no se que más podia decirle, tras esperar se hizo a un lado y me dejó pasar, escuché como cerró la puerta, miré por el ojo de buey que daba al mar, me sentía nerviosa y no sabía como empezar.

Berta: ¿No deberías estar cenando junto a tus amigos?.

Úrsula: No tengo hambre.- Me giré y la miré, sin pensarlo me arrodillé y la miré desde abajo.- Lo siento mucho, de verdad.- Sus ojos se tonaron a un brillo que nunca vi y un nudo en mi garganta se formó tras recordar todo lo que ha pasado.

Berta: Levanta...- Me dio la mano y me puse en pie, quedamos muy cerca.- No tienes que hacer eso.

Úrsula: Quiero que veas que estoy arrepentida de verdad.- Di un paso más hacia ella e intenté besarla, pero se dio cuenta y se echó hacia atrás, hizo media sonrisa.

Berta: ¿Que haces Úrsula?.- La miré dolida, no esperaba que se quitara  aunque bueno tenía dudas.

Úrsula: Pensé qué...- Esperó a que terminara mi frase.- Que tu y yo...- Me costaba decirlo.

Berta: No se lo que haces, pero no debes ir por ahí...Te equivocas.

Úrsula: Lo siento...- Ella se molestó, negó con la cabeza.

Berta: Fuera.- Fue hacia su puerta y la abrió para mi.

Úrsula: No Berta, espera.

Berta: HE DICHO QUE FUERA...- Me gritó muy furiosa, me acerqué a ella, me empujó y me sacó, cerró su puerta.

- ¿Seré imbecil?, no debí de haber echo eso, sentí como el corazón se me habia roto en mil pedazos, pudo decirme que no, pero aquella manera de echarme de su habitación terminó por hacerme daño...¿Por que actúo asi?¿acaso le doy asco?, no debí pensar por un segundo que tenia una oportunidad, no debí ir a su habitación, no debí hacerlo, ahora me sentía peor...

- Fui directa al salón y corriendo hacia la mesa de los chicos, tomé asiento al lado de Brisa, frente a Emilia y Jesús.

Úrsula: Os equivocabais...- Me miraron, ellos cenaban.- Lo he intentado, pero me ha sacado de su habitacion de la peor manera, sabia que no era lesbiana.

Brisa: ¿Enserio?...Pues no lo intento.- Si, era lo mejor que podia hacer, quedarse quieta.

Jesus: No, si que lo intentarás.- Miró a Brisa.- Tal vez Úrsula no sea su tipo.- Le miré molesta.

Úrsula: ¿Y tu que sabes?

Emilia: Jesús lleva razón, hay mejores.- Me miró ofendida, negué con la cabeza.

Úrsula: Se va a dar cuenta que teneis un plan.

Brisa: ¿Te molesta que me acueste con ella?.- Me miró, la miré enfadada.

Úrsula: No.- Si, me joderia como nunca, saber que me ha rechazado a mi e intenta algo con ella, me joderia como nunca.- Haz lo que te de la gana.