Capítulo 48: La Salvadora

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*DANIEL:


Emilia: Todos saben todo de nosotros.- Le miré.









Alicia: Es jodido.









Jesús: Mis hermanos era lo único que me importaban en tierra.








Oliver: ¿Y el lambor?.- Dijo bromista.












Jesús: Mis hermanos eran más importantes...Ya no están.- Miró hacia sus manos, temblaban.









Alicia: Yo tenia un perro, mi madre murió hace años y odiaba a mi padre, asi que me da igual lo que se quedó en tierra.











Emilia: Estoy con la nueva Brisa, osea Alicia.- Dijo confusa.











Úrsula: Yo tampoco tengo nada en tierra. - Me miró.











Jesús: Necesito aire.- Se puso en pie y salió.











Daniel: Estoy cansado.- Fui hacia mi cama y tomé asiento, saqué de mi bolsillo el bolígrafo de Berta.











Emilia: ¿Qué será de nuestras vidas ahora?.- Úrsula se puso en pie.










Oliver: Supongo que tendremos que vivir aquí.











Alicia: Que mierda todo.










Úrsula: Voy a la habitación de Berta, tal vez encuentre algo más interesante.- Asentí con la cabeza, ella salió.










Alicia: Saldré a tomar el aire.










Oliver: Te acompaño.- Salieron detrás de Úrsula, Emilia se acomodó en la cama de Oliver.











Emilia: Al menos ya se que decirle a mi hijo cuando crezca.- Miraba el bolígrafo, le daba vueltas en mi mano, un solo botón, ni si quiera tenia tinta dentro, solo un botón. Volví a presionarlo, se encendió una luz roja.












Daniel: Zeta dijo que la balsa estaba vacia.- Dije pensando.- ¿Como es posible?.- Emilia me miró, nos miramos.- Esto se supone que es un gps, Berta me pidió que lo metiera en la balsa para que alguien la encontrara, pero la balsa la dejamos en el mar hace dos semanas, cogimos otra dirección, el barco ha ido encendido hasta ahora...¿Como es posible que Zeta haya visto la balsa?










Emilia: Tal vez...- Tomó asiento en la cama.- Vengan de un lugar de la misma dirección donde fue la balsa.











Daniel: Eso no tendría sentido ya que ellos aparecieron frente a nosotros...











Emilia: Es verdad...¿como es posible que hayan visto la balsa?.- Miré el bolígrafo, seguía sin entenderlo.- Tal vez la corriente la movió.











Daniel: Estamos hablando de más de cien millas aproximadamente, no tiene sentido.- Miré a mi derecha y vi mi biblia.











Emilia: Sea lo que sea, Berta está muerta.











Daniel: ¿Y si resucitó?.- Miré a Emilia, ella sonrió.










A 200 millas de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora