A 200 millas de ti.

Capítulo 17: El pecado de Daniel

- Tras ducharme, ponerme ropa limpia y descansar unas horas, me cambié de ropa y me puse algo más ligero, un chándal, me apetecía, necesitaba holgura en mi ropa, ya que todo lo que me ponía me rozaba y me hacia daño, me peiné y salí de la habitación, fui a la habitación de Úrsula para ver a Valentina, sabía que iba a estar bien, pero quería verla. Toqué varias veces y terminó por abrirme el Capitán.

Berta: Capitán.

Capitán: Berta.- Dijo con media sonrisa, llevaba un pijama puesto, su brazo izquierdo colgando de su hombro con unas vendas y un cabestrillo, al parecer se lo lastimó y en su otro brazo vi la tirita de las vías sanguíneas.- Pasa.- Entré y vi a Salomé que preparaba una mesa para comer.- ¿Deseas comer algo?

Berta: No...Gracias, solo quería ver que Valentina estaba bien.- Él señaló hacia la cama de Úrsula y vi a Valentina dormir con su peluche.

Capitán: Está intacta, gracias a ti.- Miré al Capitán y después a Salomé, ellos me miraron.

Berta: Hice lo que debía.- Él asintió con la cabeza.- Le dejo descansar.

Capitán: Usted también debería descansar.

Berta: Ya tendré tiempo.- Salí de la habitación, tras salir escuché la puerta, me giré y vi a Salomé que venia hacia mi.

Salomé: Nadie va a tener palabras en este barco para agradecerte todo lo que has hecho.

Berta: No hice tanto.- La miré a los ojos.

Salomé: Hiciste demasiado, diste tu vida por nosotros, que no significamos nada para ti, nunca nadie ha hecho algo así.

Berta: Creo que nunca antes os han puesto una bomba.- Ella asintió con la cabeza.- Todos pensamos que íbamos a morir.

Salomé: Pero aquí estamos, gracias por cuidar a Valentina.

Berta: Todo está bien.

- Me di la vuelta y caminé escaleras arriba, caminé por el pasillo y bajé las escaleras que me llevaban a enfermería, tras llegar miré desde fuera el acristalado, como Coral aún estaba encamada y Catalina ya estaba mejor, en pie, con muletas y limpia, supuse que se pudo levantar antes. Ella se dio cuenta de mi y salió de enfermería.

- Se acercó a mi en el pasillo.

Berta: ¿Lo sabías?

Catalina: ¿Cómo lo iba a saber?, ni si quiera sabia que estaba dentro del proyecto Libra.- Levanté mi ceja, no la creí.

Berta: Yo no te he dicho que esté dentro del proyecto.- Ella se sorprendió, la agarré de los brazos y la golpeé contra el cristal.- ¿LO SABÍAS?.- Le grité, me miró seria, se quejó por el dolor de su pierna.- SABÍAS QUE ERA ELLA...Y NO ME LO DIJISTE, permitiste que me cruzara con ella.

Catalina: ¿Y qué hubieras hecho?.- Me susurró para que nadie escuchara.- ¿Matarla delante de todos?

Berta: No debí escucharte, debí dejarla morir...

Catalina: No eres una asesina, tu no eres así.- La miré seria.

Berta: No sabes de lo que soy capaz.- La solté.- ¿Por qué te echaron del proyecto?

Catalina: Ya lo sabes, los códigos.

Berta: No fue por eso, Eloísa siempre te ha querido fuera...¿Por qué?

Catalina: No aguantarías saber la verdad.- La miré dudosa.

Berta: Habla...

Catalina: No es el momento.- Cogió sus muletas y dio varios pasos.