A 200 millas de ti.

Capítulo 37: Ha muerto

1 DÍA ANTES DE LO OCURRIDO:

*ÚRSULA: 

- Estaba sentada encima de un bidón de agua que había en popa, allí veía como preparaban la balsa de salvamento para Berta, no podía dejar de llorar, lo aguantaba, pero era difícil, sentí la presencia de Daniel y enseguida limpié mis lágrimas.

Daniel: Es lo que somos, al final nuestro instinto sale, no somos buenos.- Le miré, miraba la balsa, en una de sus manos un rosario, en otra la biblia, iba vestido de cura, hacia tiempo que no se vestía así.- Para poder dormir tranquilos debemos estar libres de pecados.- Miraba fijamente la balsa, su mirada, su seriedad, parecía otro.- No he dejado de maldecirme por lo que hice, ni un solo día...¿sabes?.- Me miró.- ¿Crees que Berta dormirá?.- Me encogí de hombros, si hablaba iba a llorar.- La amas, lo sé.- Volvieron a salir mis lágrimas.- Es tu padre, también lo sé, pero no has elegido bien, la vida de tu padre no estaba en juego, estaba en juego la vida de alguien a quién amabas.- Miré hacia abajo y lloré sin control.- Si le hacemos esto a quién amamos...¿que le quedará a los malos?, que tengan piedad.- Cogió aire y lo soltó.- Ni los malos son tan malos, ni los buenos son tan buenos.- Le miré.- Berta...ha echo cosas, como todos, Berta ha matado, Oliver también lo hizo, todos en este barco han echo cosas y la única forma de hacer que nuestros errores, que nuestros pecados se perdonen, era haciendo algo bueno...Pero nos resistimos y caemos y aprovechamos para coger la via fácil.- Volvió a mirar la balsa.- Una balsa, no va a sobrevivir...¿Sabes que es lo peor de todo esto?.- Sonrió.- Que es la única que sabe dónde está esa isla.- Le miré llorando, con mis ojos empapados.- Y nosotros nunca la vamos a encontrar, tal vez sea obra de dios, por nuestra rabia y codicia...- Se giró y caminó para irse.

Úrsula: Daniel...- Bajé del bidón, él se giró y me miró.- ¿Crees que me perdonará?.- Él sonrió.

Daniel: Te pregunté si crees que Berta duerme por las noches, al matar a esas personas que dicen...incluida tu madre, cuando te pregunto eso es por que pienso que tal vez esas muertes están en su conciencia...Pero no sabes la respuesta, tal vez tú la sepas pronto, cuando Berta esté en esa balsa morirá...Dime después si puedes dormir en las noches y yo te diré si te ha perdonado o no.- Aquello me dolia de más, él se fue.

- Miré la balsa, se hinchaba sola, le estaban metiendo comida y agua, comprobando que no tuviera rotura y asegurandola, eso no sería suficiente, yo pensaba buscar ese arma y dispararle, quería acabar con su vida pero la amo, esto me está matando a mi...¿Por que he tenido que llegar tan lejos?

Miguel: ¿Estás bien?.- Limpié mi cara y le miré.

Úrsula: Si...es esto, es duro.

Miguel: Si, Berta me caía bien, pero es fuerte...tal vez.- Le miré.

Úrsula: No sobrevivirá.- Pasé por su lado, caminé hacia adentro, crucé el pasillo y fui hasta mi habitación, me detuve en la puerta de la habitación de Berta, soy una imbecil.

- Continué caminando y entré en mi habitación.

Emilia: Úrsula...- Antes de cerrar miré el pasillo, vi que venía, le di paso y cerré.- Tia lo siento.

Úrsula: Lo siento yo por todo.- Tomé asiento en la cama.- Todo lo que te dije a ti y a los chicos, se me fue la cabeza.- Miraba el suelo, pensando en todo lo que había pasado.- Se nos ha ido de las manos...Nos hemos convertido en los malos.- Ella tomó asiento a mi lado.

Emilia: Es cierto tia, te pasaste con todo, pero todos nos volvimos locos, olvidamos quiénes somos, de alguna manera Berta nos recordaba lo que eramos, lo que hacíamos. Subí a este barco pensando que todo iba a ser diferente, que me iba a olvidar de todo pero...No puedes huir de tu pasado.- La miré fijamente.