Entre Hermanos (Terminada)

Capítulo 6.

El dia de la fiesta llegó y ya estábamos listas, mis amigas en serio sabían hacer milagros, me veía fantástica y  realmente hermosa, llamaría la atención de Ian y de todos al verme así, sólo esperaba que Ian me pidiera salir con él a una cita cita luego de la fiesta, ese chico si que me gustaba, bastante.

Ian siempre me había gustado, solo que el no noto nunca mi presencia hasta ahora que Ryan me presentaba con sus amiguitos populares orgullosos y caprichosos, y a Ian que era todo lo contrario a ellos, muy sexy especial y además popular, algo claramente cliché es que era el mariscal de campo del equipo de fútbol americano de la escuela.

Las chicas me maquillaron con una sombra oscura con negro, rubor y un suave brillo sabor canela. Por otro lado, mi vestido rojo, pegado al cuerpo mucho más arriba de la rodilla y mis converse blancas, porque me negaba a ponerme tacones para estar en mi casa, mi peinado era con mi cabello suelto dejando ver mis ondas alocadas, porque como siempre odiaba los peinados no iba a hacerme uno .

La verdad me veía muy formal pero a la vez casual, me sentía bellísima como mis dos amigas.

Dayana tenía puesto su hermoso vestido rosa que a pesar de ser mucho más corto que el mio se le veía hermoso con la seda que va en la cola del vestido hasta su pantorrilla, y sus gigantescos tacones color plateado, el maquillaje perfecto, suavidad en los ojos y un labial rosado oscuro y el cabello lacio hasta sus hombros.

Mónica con su vestido blanco hasta las rodillas y tacones negros brillantes que a propósito, eran míos, el maquillaje natural que resaltaba perfectamente sus ojos, su cabello recogido en un moño y accesorios negros.

Nos paramos enfrente del espejo terminando de arreglarnos para la fantástica fiesta que nos esperaba en mi casa, también pensaba en el aseo que me tendría que hacer después.

-Nos vemos sexys- dijo Dayana sonriendo.

-La más hermosa aquí eres tú- sonreí dije yo poniendome los aretes de plata que me regaló Ryan en mi cumpleaños anterior.

-¡Chicas!- Gritó la mamá de dayana desde abajo- Un chico moreno pregunta por Mónica

Mónica se puso rápido los tacones y nos besó la mejilla a las dos, antes de que bajara le deseamos suerte y le dijimos que nos esperara en la puerta de mi casa.

Jeff ya había llegado por mónica en un hermoso automóvil rojo, tenía una camisa negra casual, unos vaqueros azules y zapatillas negras, tenía un raro peinado pero se veía jodidamente sexy.

-Adios chicas las veo allá -dijo mónica y se fue.

Dayana y yo nos quedamos en la sala de la casa esperando a que llegara nuestro príncipe azul quienes debían devolvernos a casa a la media noche y Bla Bla Bla, evitemonos los cuentos de hadas, obviamente no llegaríamos a las 12.

A los cinco minutos dos autos negros se estacionaron al frente de nuestra casa y se bajaron dos apuestos chicos a los que reconocí de inmediato, Ian estaba realmente Sexy, con su chaqueta de cuero negra y debajo una camisa blanca, unos jeans negros y unas zapatillas negras, y Liam tenía una camisa roja, unos vaqueros beige y unos Nike.

Se sentía como un sueño el que Ian me hubiera invitado, jamás me hubiera imaginado estar dentro del auto de Ian, aunque el chico era mas de motocicletas había traído aquí su auto solo por mi. 

Dos dias atrás estaba en la escuela como acostumbro, se me acercó junto con mi hermano Ryan y me pidio ser su cita de hoy, por poco me desmayo, Ryan solo lo miraba con cara de desagrado y yo obviamente acepte.

Salimos de casa acompañadas de los chicos mas guapos y subimos a sus autos, yo en el de Ian y dayana en el de Liam. Era demasiado ridiculo ir en autos diferentes si íbamos hacia el mismo lugar pero así es la gente popular.

-Estas hermosa Ale- dijo Ian besando mi mejilla. me sonroje por su lindo comentario y le devolví el saludo, no quería decirle nada pero enserio mi mente estaba en shock, era realmente sexy ni siquiera podía recordar el momento en que el me empezo a gustar, pero fue hace mucho.

-Gracias Ian- dije poniéndome el cinturón de seguridad.

Llegamos a la fiesta y pude observar cuánta gente había en mi casa, mi hermano si sabía organizar fiestas, esperaba que él limpiara todo, porque ni de chiste le iba a ayudar con todo eso.

Atravesé la puerta y alli me encontre con Monica y Jeff, la salude y espere la llegada de dayana, Ian y Jeff se pusieron a hablar sobre algo relacionado con el juego de el martes, no entendia porque los chicos se emocionan tanto con estos temas, es demasiado estupido el fútbol americano. mas sin embargo habían temas con lo que las chicas nos emocionamos y a ellos les parecen ridiculos tambien.

Cuando llegó dayana nos reunimos y empezamos a bailar y a tomar al son de la música, había muchísima gente, tanta que no podia reconocer el lugar y a pesar de que estábamos en mi casa todo se me hacía desconocido. Sólo tuve con cuatro tragos para que quedara totalmente ebria y empezará a hacer cosas sin sentido.

-Ale, ¿te sientes bien?- Oí la dulce voz de Ian preguntándome con preocupación

-Estoy de lo mejor ¡UH! ven Ian bailemos- de repente lo agarre del brazo y empecé a bailar muy pegada a su cuerpo, mientras el me agarraba por la cintura yo lo agarraba de la parte de atrás del cuello y bailamos y bailamos hasta que caí rendida y me senté en el sofa. Yo estaba consciente de lo que hacía pero no podía controlarme, el mundo me daba vueltas.

-¿Estás cansada Ale?- dijo Ian con sus manos en mis piernas, no se que me pasaba pero no impedía que me tocara, estaba realmente borracha como para hacerlo -parece que estás ebria

-Si, bastante- Oí como se reía mientras yo solo sonreia como una estupida, que asco.

-Ian... yo..yo- en mi estómago empecé a sentir un revoltijo

-¿Si? dime ale- dijo Ian acariciando mi cara

-Tengo... tengo que vomitar- dije y salí corriendo hacia el baño, no sabía lo que estaba haciendo pero se me caía la cara de vergüenza con tantas cosas, mi historia con el alcohol no era muy buena..

De repente sentí como todo mi cuerpo descanso después de haber vomitado, me sentía como una zorra de discoteca y  no me importaba si la puerta estaba abierta o cerrada, lo único que me importaba era que Ian no me viera así.

Me paré del suelo y me lave la boca con agua, salí del baño hacia la sala donde todos bailaban sin cesar, y yo, parecía más un zombie que la chica bonita que salió de casa hace unas horas.

-Ale, qué pasa, ¿bebiste mucho?- dijo Ryan acariciando mi cabello detrás de mí y riéndose obviamente

-Si, acabe de vomitar, que asco- dije pero ya era muy tarde, Ryan ya se había ido- ¡¿Entonces para qué preguntas?!- grite antes de que se marchara por completo.

Camine por toda la casa hasta que ya se me cerraban los ojos del cansancio, aunque sintiera que estaba volando por los aires.

Sentí que alguien me cargó en brazos y subía conmigo por las escaleras, supe que era un hombre por su ancha espalda, pero no le vi la cara.

Me acostó en la cama, me quitó los zapatos y se acostó a mi lado, no supe nada más, me quedé totalmente dormida.  

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