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Los siguientes días fueron aterradores para ambos. En las noticias, revistas y periódicos era el tema del que más se hablaba.  En Internet la gente no paraba de comentar sobre el tema y Andrea incluso fue parada en la calle varias veces por distintas personas. En su trabajo las colas llegaban casi a la esquina solo porque una adolescente la había reconocido y al parecer le había dicho a toda su escuela. Ella y su compañera estaban de trabajo hasta arriba y a su jefe le agradaba tener lleno el negocio.
Neptali, su compañera de piso había chillado de la emoción y la había atiborrado a preguntas. Ellas a pesar de conocerse poco se habían hecho amigas.
-Como fuiste capaz de ocultarme algo así. ¡Esto es increible!
Le había dicho ella cuando ese día llego al apartamento.
-Pues era un secreto, además no creí que fuera tan importante.
Le respondió la rubia quitándole importancia.
Mientras tanto Blas había mandado analizar los documentos y efectivamente eran verdaderos. No cabían dudas y él aun no sabia que hacer.
Olivia estaba encerrada en su casa presa de las burlas de todos y molesta con el mundo por haberla hecho pasar semejante humillación. Lo haia llamado y dejado muchos mensajes y el había respondido con un simple. Resignate Olivia. Esto se termino. Pero tranquila si, no pienso retirarle la ayuda a tu padre.
Eso no ayudo mucho y la rabia crecia.
Mientras, Salvador la visitaba cada día intentando hacerla entender que eso había sido lo mejor y ella seguía sin prestarle la más mínima atencion.
Blanca exigía conocer a la madre de su nieto en persona cuanto antes y Blas ya tenía clarisimo que siendo hijo suyo no habría necesidad de demandas. Pero ella le dio una semana y no dijo donde encontrarla ni dio un teléfono. Él parecía un león enjaulado. No tenía ni idea de que hacer y temía encender el televisor o activar su internet. La semana ya casi llegaba su fin y el no tenía ni idea de donde encontrarla.

-Blas, es en serio que no piensas ir a por ella, mira que es la madre de tu hijo y viendo como actuó yo si la creo capaz de denunciarte.
La voz de su amigo llego a cada rincón de su oficina.
Él lo miro a los ojos y respondio a su pregunto con la más pura verdad.
-No tengo ni idea de donde encontrarla.
Joseph se carajo y él lo miro ceñudo.
-No has visto las noticias?
-Que tienen que ver las noticias con eso.
Salvador le mostró una foto de ella con una adolescente en un cafe.
-Pues que la señorita trabaja en un café en una zona residencial. Es mesera, el lugar esta que revienta porque todos quieren estar e el mismo espacio que ella al menos por unos minutos.
-Joder la están tratando como un mono de circo. Dame la direccion.
Joseph sonrio y le mando la direccion, el salio corriendo a buscarla.

En el café, aun había un movimiento normal, eran las 11 de la mañana y las fanáticas de la mesera peliblanca no llegaban sino media hora antes de que su turno conenzara. Cuando Blas llego se quedo impresionado. Se trataba de un cafe muy espacioso, con las ventanas de cristal y las mesas de madera. Vendían muchos tipos de cafes y de dulces. Entro y miro en derredor buscándola pero no la encontró. Así que tuvo que preguntar.
-Disculpe señorita,...
Le tocó el hombro a una mesera morena que en cuanto se volteó y lo miro casi tumba su bandeja.
-OMG...eres...eres...Joder ya le había dicho yo a Andrea que vendrias...si es que...Joder...yo...
-Necesito un favor.
La interrumpió el y ella se callo la boca para mirarlo a los ojos con atencion.
-Si, imagino, pero ella no esta aqui, su turno empieza las 3:30.
-Mierda...
Mascullo él y la morena sonrio por tener en sus manos la solución.
Tomo su teléfono y marcó el número de su compañera de piso. A esa hora ella debía estar estudiando. En unos días empezaban sus clases y aprovechaba sus mañanas para estudiarse los libros que ya le habían dado.
El teléfono timbro y Blas miró con atención a la mesera, un poco molesto por su falta de educacion.
-Que pasa Nep?, ya sabes que estoy estudiando.
Dijo la rubia del otro lado del telefono sin ganas, ya casi se cumplía el plazo y el idiota no aparecia. Ella incluso ya tenía la demanda escrita para llevarla al abogado que contrataria.
-Andrea tienes visitas.
Al oír su nombre Blas la miro a los ojos y ella sonrio. Por otro lado Andrea se mostró indiferente, ya se estaba artando de tanta muchachita queriendo ser su amiga y de tanto imbecil queriendo coquetear con ella.
-Dile al que sea que mi turno empieza a las 3:30.
-Vale, seguro que Blas regresa a esa hora para verte.
Él tenía una sonrisa de oreja a oreja y ella solto el lápiz con el que estaba escribiendo para prestarle atención a la conversacion.
-¿Esta ahi?
Pregunto mientras se ponía de pie.
-Estaba porque lo envié al apartamento.
-¿Qué?
-Pues si. Esperalo ahí que ya debe estar por llegar. Besos rubita.
La morena colgó el teléfono.
-Gracias.
Le dijo él y ella sonrio.
-Es el edificio rosa que esta a tres cuadras a la izquierda, sin doblar.
No hizo falta más, el salio corriendo y en menos de dos minutos ya estaba ahí.
El portero lo anunció y el subió hasta el piso del apartamento.
Cuando llegó toco a la puerta y espero a que ella abriera. Mientras esperaba a que le abriera miró en derredor y se dio cuenta de algo, ella vivia y trabajaba en una zona residencial, lo que significaba que no tenía una difícil situación económica.
La puerta se abrió y el quedo estático en cuanto la vio. Estaba vestida con un pulover que le quedaba enorme y su imaginación no hizo más que volar. Tendría o no algo debajo.

SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora