Epílogo

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Las luces se apagaron y el escenario se iluminó con una luz roja, el suelo se lleno de humo y cada persona del lugar miraba con mucho entusiasmo. Los aplausos se hicieron presentes cuando una luz blanca iluminó el rostro de Andrea. La música comenzó a sonar y ella a bailar al ritmo de la suave melodia. El tuvo brillaba con intensidad y ella lo volvió su compañero de baile en un solo movimiento. Llevaba un sostén negro y un pequeño short del mismo color, estaba casi desnuda pero aún así no se veía vulgar sino artístico.
Desde el público todas las miradas estaban sobre ella, tan elegante, tan bella como ninguna.
Neptali miro a su pequeña hija de ocho años y sonrio.
-La tía Andy baila muy bonito mamá.
-Lo se cariño.
Thalia O'Brien sonrio y volvió su mirada al escenario.
Joseph miro a su esposa y sonrio tambien, luego gesticulo con los labios un te amo y le lanzó un beso.

Blanca y Mercedes miraban fascinada la gracia y delicadeza en los movimientos de Andrea y en lugar de sentir verguenza sentía orgullo de ella.

Angel estaba junto a Dalila y Rissa. Entre los tres no había relación amorosa pero tenían con Andrea un lazo de amor que los unia.

Adam sonreía satisfecho y Evangelina miraba a su mamá como si fuera una princesa. Los ojitos le brillaban y Blas no se pudo sentir más feliz al verlo. Adam con sus nueve años era el niño soñado, amoroso, estudioso y sumamente celoso con su pequeña hermana de seis años.

Mientras tanto Andrea sentía que volaba, que el mundo había desaparecido por un instante. Pero aún asi, sabia que en su mundo había más de lo que cualquiera podía pedir. Cuando el show acabo ella miro al público y todos aplaudian para ella.

-Estuviste fantastica.
Blas se sentia muy orgulloso de su esposa, que había terminado su carrera universitaria, había cumplido sus sueños y era la mejor madre y esposa que se pudiera pedir.
-Gracias amor.
Andrea le dio un pequeño beso y luego recibio el resto de felicitaciones. Blas se fue a buscar a sus hijos.
-Rubita eres una artistaza.
-Gracias morena.
-Quiero que cuanto antes me enseñes unos movimientos.
-¿Para que?
-Como que para que. Se te olvida que estoy casada.
Andrea sonrio y nego.
-Como diablos me voy a olvidar de que estas casada con el rubio más guapo y sexi de todo Londres.
Joseph que escuchaba le giñó un ojo.
-Comienzo a pensar que estas enamorada de mi marido.
-No te confundas morena, tu tienes al rubio más sexi de Londres, yo tengo al hombre más sexi del mundo.
Ambas mujeres rieron y Joseph se acercó y abrazo por la cintura a su mujer.
-Y pensar que yo no te agradaba.
-Si me agradabas hombre, deja de decir lo contrario.
-No olvido que dijiste que te agradabas a ti misma.
-Que rencoroso eres, ya han pasado casi diez años desde que dije eso.
-No soy rencoroso, tengo una grandiosa memoria.
-Si ya.
-Felicidades, estuviste fantastica.
Se acercó y le dio un beso en la mejilla.
-Gracias.
-De nada.
-Solo una cosa, comienza a revisar el orden, en el que haces las cosas. Primero vienes te vandagloreas y luego me felicitas. Creo que el orden es al reves.
Joseph sonrio y abrio la boca para responder pero fue interrumpido por un padre emocionado.
-Felicidades hija mia.
Angel estaba orgulloso de su hija, aunque no fuese biologica.
-Gracias.
También las dos mujeres que habían sido para ella como madres se acercaron emocionadas.
-También te felicitamos.
Dalila y Rissa habían visto a Andrea crecer, habían visto como su sueño de ser bailarina se fue convirtiendo en una realidad y estaban felices de formar parte de su historia.
Mercedes y Blanca se tardaron en llegar pero cuando lo hicieron fue con un enorme par de brazos abiertos para darle a la pequeña chica que había llegado a sus vidas las felicitaciones más sinceras.
-A nosotras también nos encantó tu presentacion.
Mercedes también estaba feliz y Blanca ni se diga.

Dos pequeños niños llegaron tambien, corriendo uno tras el otro, uno más pequeño que el otro pero juntos.
-Mami, estuviste preciosa. Fue bellisimo.
-Si tia, fue muy lindo.
-Gracias niños.
Andrea se agachó y beso la cabeza de su sobrina y la frente de su hijo. Su pequeño que le había abierto las puertas a un mundo lleno de felicidad.
Talia y Adam se tenían mucho cariño, y ella y su amiga tenían la esperanza de que en un futuro de ahí salieran chispas.
Blas no tardó en unirse al grupo con la más pequeña de todos en brazos. Pero no tuvo tiempo de hablar porque Ruana Soler se acercó al grupo de personas que felicitaba a su representada con una gran sonrisa en el rostro.
-Andrea estuviste fenomenal, quería decirte que la próxima semana tienes otra presentación y si todo sale bien comenzarás una gira en quince dias, visitaremos muchísimos paises.
Todos miraron a la peliblanca, sobre todo Blas, una gira significaba mucho tiempo lejos. Desde que Andrea se había presentado en público por primera vez él sabía que el día de una gira llegaria, pero penso que seria tan pronto. Ella apenas llevaba dos años bailando en teatros del país y ya estaba siendo reclamada por países exteriores. Todos estaban expentantes y Andrea, como siempre los sorprendio.
-Ruana, no pienso irme de gira.
La sonrisa en el roto de la representante desaparecio.
-¿De que hablas? Esa gira será lo que te lanzará a la fama.
-Ruana, no pienso irme de gira y no pienso hacer más ninguna presentación.
-Estas loca mujer, mucha gente quiere conocerte, incluso tengo una cita para que estés en la portada de una revista. Tendrás mucho trabajo y la...
-Ruana, hasta aquí llego mi carrera de bailarina.
Todos la miraron con duda. Ella llevaba tantos años con lo que esa mujer estaba diciendo que parecía ilógico que ella se negara.
-Cariño de que hablas?, no debes preocuparte por los niños, es tu sueño.
Blas sintió que esa decisión solo traería amargura y no quería eso para su esposa.
Andrea lo miro y sonrio, se acercó y lo beso en los labios. El la miro a los ojos y sus miedos se disiparon, ella estaba segura de lo que desia, no era un capricho, era lo que pretendia. Miró a todos, y sonrio satisfactoriamente.
-Ruana, no dejare de bailar, solo no lo hare más profecionalmente.
-Pero...
-Pero nada, Ruana.
La mujer se alejo molesta y ella miro como todos la miraban desconcertados. Solo Evangelina fue capaz de hablar, fue la primera en decir algo.
-Mami, cuando crezca yo también quiero bailar como tú.
Evangelina era una niña de pelo negro y ojos azules, muy hermosa.
-Mi vida cuando crezcas cumplirás todos y cada uno de tus sueños.
-Así como tú
-Si, así como yo, que cumplí mi más grande sueño, solo que me tarde en descubrir cual era.- Blas se acercó a ella y la tomo por la cintura. -Soñaba con que todo el mundo amara lo que hacia, no con hacerlo, ahora tengo a un universo que me ama a mi, haga lo que haga, ese era mi sueño. Tener una familia. Bailar solo era el medio con él cual pensaba conseguirlo.
-Te amo mucho Andrea Brown. Porque eres la niña más mujer que conozco.
-No soy una niña, tu eres un viejo.
Todos sonrieron y se fueron a celebrar el grandioso día que habían tenido.

Andrea había cumplido sus sueños, todos sus sueños.

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