26

2.4K 204 3
                                    

-¿Que escuchaste?
-Sabes, Olivia no siempre fue así.
Andrea que se sentia en las nubes se dio un fuerte golpe contra la realidad,  él había escuchado todo lo que ella le había dicho a Olivia.
-Creo, que ahora mismo lo que menos quiero es entenderla.
Blas la miro a los ojos y otra vez ahí estaba esa corriente que la paralizaba. Él no estaba sonriendo pero en sus ojos ella veía alegria. Ellos etaban en silencio pero era como si hablarán de muchas cosas interesantes y ella no quería dejar de hablar.
-Me gustó.
-¿Que te gusto?
-Lo que dijiste.
-No mentí ¿o si?
El se encogió de hombros y nego.
-La verdad no. Pero eso no es lo que quiero decir. Me refiero a que me gusta que sepas cual es el lugar que ocupas en mi vida.
Andrea frunzio el ceño.
-¿Que lugar es ese?
-Eres la primera chica menor de edad en la que me fijo, eres mi primer delito, eres la primera chica que veo bailar poldance y no me parece obseno, ni vulgar, sino artistico. Eres la primera virginadad que arrebato, eres la primera mujer a la que he querido volver a ver. Eres la futura madre de mi primer hijo y me complace mucho...-Metió una mano en su bolsillo y de este saco una bellisima cajita de cristal y dentro de ella el anillo más hermoso que Andrea había visto en su vida-...Mucho mucho, que aceptes ser mi esposa.
Andrea estaba confundida, no sabia si esas palabras realmente eran sinceras, no sabia si era parte de la farsa, pero algo si sabia, su corazón había latido tan rapido que ella había sentido los latidos en su garanta. Miró a Blas arrodillado frente a ella y en sus ojos no vio mentira ni engaño. Así que se arrodilló frente a él y le dio un fugaz beso en los labios.
-Por supuesto que acepto.
Todos los presentes aplaudieron sin parar y los flashes se volvieron a hacer presentes junto a otra ronda de preguntas.
Sólo que en el pequeño universo en el que Blas miraba a Andrea y Andrea miraba como Blas le colocaba su anillo de comoromiso todo se detuvo en un segundo donde sólo se miraron.

-Eres una chica con suerte.
-Soy una chica embarazada, si eso te parece tener suerte.
-Un hijo siempre es una bendición.
-Pero un hijo no llenará el vacío que dejan en mi corazón mis sueños.
-Sabes que tus sueños aun se pueden cumplir.
-Yo solo se que por ahora no podrá ser. Y que te presentaré a mi mejor amiga que viene en camino.
Neptali llego hasta su amiga que lucia fenomenal usando un pequeño vestido azul, estaba nerviosa entre tanta gente de dinero. Blas la tenía sujeta de su brazo y durante el camino estuvieron hablando.
-Neptali quiero presentarte a Joseph O'Brien.
Joseph le sonrio a la morena y le dio un beso en la mano, Neptali se sonrojo notablemente y Andrea los miro a los dos, ambos se miraban con una complicidad que ella conocia muy bien. Pero aunque ya se imaginaba lo que sucedia no delataria a su sonrojada amiga.
-Es un placer conocerte Neptali.
-El placer es mio.
-Andy, van conmigo quiero que conozcas a Dilan y a Luna.
-¿Esos son?
-Dos buenos amigos.
-Chicos les molesta quedarse solos.
Joseph tardó en contestar pero cuando lo hizo ni siquiera la miro.
-No, ve tranquila, así conozco mejor a tu amiga.
-Ok, los dejo. Nep, gracias por venir.
Neptali le sonrio a su amiga y la abrazo.
-No tienes nada que agradecer rubita.
-Bueno, los dejamos.
Blas la tomo pe la mano y la llevo al otro lado de la sala. Dilan resultó ser un chico muy majo y Luna su flamante esposa.
Los dos eran mayores que Blas por varios años y lo trataban como si fuese su hermano pequeño.
-Mi hermana me va a odiar cunado le diga que hable contigo personalmente.
-¿Y tu hermana es?
-Katia Laurens, es amiga de la familia y una muy conocida periodista,  quería hacerte una entrevista pero no aceptaste.
-Oye dile a tu hermana que no es nada en su contra es solo que...
-Tranquila, Katia no se enfadara por eso, pero si se pondrá celosa porque yo hable contigo y ella no. De hecho incluso mis sobrinos estarán rabiando de la envidia.
-¿También son periodistas?
Dilan solto una carcajada y luego nego.
-para nada, mis sobrinos son amigos de Blas, solo que están fuera de país, cuando regresen los conoceran.
-Anika llegará para la boda.
-Eso sí es un gran regalo, cunado hables con ella Lu,.dile que la extraño, ya nadie me regaña por conducir rápido.
-Que te crees, yo no soy tú mensajera, llámalo tú y dicelo, An, ésta muy molesta, decía que no te volvería a hablar por lo de Olivia, es una suerte que recapacitaras.
Blas miró a una Andrea disminuida y excluida de la conversación y la tomo por la cintura, deposito un beso en sus labios y sonrio.
-Es una suerte que este angelito llegará justo en el momento preciso.
Andrea nuevamemte tenía el corazón desbocado, y él sentía como cada segundo acomulaba puntos con su futura esposa.

SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora