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-Es divina.
Le dijo él refiriéndose a la pequeña barriga que se comenzaba a notar y ella se sobresalto, bajo su blusa rápidamente y lo miro con cara de susto.
-¿Desde cuando estas ahí?
-Acabo de entrar.
Le respondió tranquilamente y ella camino hasta la cama para sentarse en el borde.
-Gracias por estar conmigo. No quería estar sola.
-Tranquila, no tienes porque agradecer.
Ella se quedo callada y miro a sus manos.
-Tengo ganas de tomar helado de chocolate.
Dijo de repente y él ensancho una sonrisa. Era el primer antojo que cumpliria. Salio corriendo de la habitacion e invadio la cocina en busca del helado. Pero no habia. Regreso al cuarto corriendo y en el camino saco las llaves de su auto de su bolsillo.
-Ire a buscar un balde. Regreso en unos minutos.
Salio corriendo dejando atrás a una muy sonriente Andrea. Para ella era fabuloso que alguien estuviese muriendo por cumplir sus antojos. Ángel era bueno con ella, pero ella nunca fue capaz de pedirle nada.
En cuestión de minutos regreso él, ella se levantó de la cama y le abrío la puerta. Traía en las manos un balde de helado de chocolate.
-Nos dejarías entrar a los dos o solo lo quieres a él.
Señaló el balde e hizo cara de perrito.
Ella solto una carcajada y se alejo de la puerta.
-Gracias.
Le dijo una vez sentada en el sofá de la sala, con el balde en las manos.
-Prométeme que siempre que tengas un antojo me avisaras.
-¿Sea la hora que sea?
-Si.
Ella se volvió a carcajear
-De acuerdo. Ah, ¿Quieres ver una película conmigo?
Él se sentó junto a ella que ya había comenzado a comer helado.
-Si me dejas probar el helado.
-En ese caso prefiero ver la película sola
Él se volvío a carcajear y se acercó a ella, que no dejo de comer para mirarlo. Saco la cuchara sin helado de su boca y justo en ese instante el atrapo sus labios. La mordio obligandola a abrir los labios y se bebió el helado, y su cordura. Probó el helado y lo siguio probando. Aquel beso era como una sutil caricia y ella paso de estar sorprendida a entregarse al beso en cuerpo y alma. El paseo sus manos por su espalda y se detuvo en su nuca. Toco su cabello y enterró sus dedos en el. Ella en su lugar estaba quieta pero el beso era tan hermoso que finalmente puso sus manos alrededor de su cuello para profundizar más el beso.
Cuando él la solto, ella tenía los labios hinchados y la respiración agitada.
-Ya probé el helado, ahora podemos ver la película juntos.
Se incorporó en su lugar y miro a la pantalla. Ella en su lugar seguía mirandolo, llevo sus dedos a sus labios y suspiro antes de meter otra cucharada de helado en su boca, aunque ahora, ya no le parecía igual de delicioso.
La película comenzó pero Andrea ya no estaba concentrada. Se preguntaba a que se había debido aquel beso, y solo una cosa se pudo responder, a él lo impulsaba lo mismo que en un inicio. Ella era joven y bonita, Angel le había dicho muchas veces que eso para los hombres era como una droga.
Lo miro, pero él estaba concentrado en la pelicula. De repente se sintió enojada. Con que derecho venía y la besaba. Ya le había robado muchos besos y ella a penas se había dado cuenta de que eso no era correcto. Saco una cucharada de su helado y se la paso por la cara. Él se levantó del sofa como un resorte. La miro asombrado y paso su mano por el lugar sucio.
-Eso te pasa por ladron.
Le dijo ella y él que seguía sorprendido miro su mano ahora también sucia y camino a ella, se la paso por el pelo provocando que ella soltara un grito.
-Eso te pasa por inmadura.
Dijo y se hecho a reir mientras corría hullendole a ella que había tomado otra gran cantidad de helado esta vez con la mano. Intento alcanzarlo sin correr pero no pudo porque se encerró en el baño.
-No seas tan cobarde y sal!!!
-Adoro ser cobarde. Deberias intentarlo, eso te libra de chicas locas que quieren ensuciarte con helado.
-Ya me imagino. Eres un maldito y no permitiré que salgas de ahi.
-Adorare dormir en la misma casa que tú.
-¡Infeliz!
Exclamó ella y él desde adentro la escucho maldecir en español. Solto una gran carcajada.
-Puedo entender lo que dices.
Ella volvió a maldecir y él volvio a carcajearse.
-Joder maldito gillipollas. Vete a tomar por culo.
Se alejo de la puerta mientras que el en el interior del baño el seguía riendo sin parar. Ella estaba molesta pero no lo suficiente como para abrir el baño con la llave duplicada que tenia. De repente el timbre de la puerta sonó y ella solto el helado y se lavo las manos para ir a abrir.
Del otro lado de la puerta había un chico con uniforme de repartidor. Llevaba una gorra y en una mano un celular, en la otra mano traía un paquete al que no le estaba prestando mucha atención.
-Buenas tardes.
Saludo ella llamando su atención.
-He...-El chico le extendio el paquete y ella lo tomo. Luego le mostró la pantalla y le entrego un lapiz.-Firme aqui.
Dijo él y ella lo hizo.
-¿Para quien es?
Pregunto ella y el chico sin mirarla dijo..
-Para Andrea Brown. Que tenga un buen dia.
Solo con esas pocas palabras dichas el chico se retiró abandonando el piso.
Ella miro la caja con intriga y entro cerrando la puerta.
Se sento en el sofá con la caja en la mano. Esta estaba envuelta en el papel que le ponen en el correo por lo que lo rompió sin contemplaciones.
Ahora si, encontró una caja negra con su nombre escrito en la tapa con una caligrafía que ella conocia muy bien.
De repente un frío le recorrió la espina dorsal. Tenía curiosidad de que podría haber en el interior de aquella caja, así que la abrio. Habían sobres. Muchos sobres, y encima de todos había uno con su nombre también escrito. Sus manos empezaron a sudar. No sabia si abrirlo o no. Lo tomo en las manos pero no lo abrio. Así como tampoco abrió ningún otro. Cerro la caja y desidio que no era el momento de saber nada sobre su pasado. Ahora era más importante mantener con vida a su bebé. Luego, cuando las impresiones fuertes no fueran un peligro, abriría esa caja para saber que era lo que tenía para decirle su madre.

SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora