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El lunes llego y las clases comenzaron, el primer día en la universidad había sido agotador. Había tomado sus primeras clases y ya tenía tareas que hacer. Llego a su apartamento justo a tiempo para tomar un baño y almorzar antes de irse al trabajo.
Los primeros días fueron un poco agotadores, casi no podía dormir terminando las tareas y al día siguiente casi no tenía fuerzas para levantarse. Así que cuando llegó el fin de semana, durmió por horas y despertó cerca de las 11:00 de la mañana por las voces que venían de la sala.
Se puso en pie y se ducho. Se colocó algo decente ya que esa tarde tenía una cita con la nueva ginecologa. Le saldría muy caro pagarala, pero su bebé estaría atendido por la mejor ginecologa del país y eso era lo importante.
Cuando salió al fin del cuarto en la sala vio a su amiga conversar muy animada con el ser que ella menos quería ver en esos momentos...Blas.
-Debes darle tiempo. Esta semana no tuvo tiempo de pensarlo pero en cuanto lo medite de seguro tomará la desision correcta, ella quiere al bebé, yo la he visto hablarle en las noches y cuando habla con su amiga española siempre le cuenta sobre lo que ha leído o encontrado en internet.
-Eso no significa nada. Estoy dudando.
-Debes tener pasiencia. Andrea es razonable, no va a permitir que su hijo crezca en desventaja solo por nacer fuera del matrimonio.
-Espero que tengas razón.
-Esperala, de seguro que en un rato se despierta, convencela de que te dije ir con ella a la consulta.
Se encontraba sumamente confundida. En que momento su amiga y.....y...y..él, se habían hecho tan cercanos.
Neptali se levantó y ella aprovecho para hacerse notar.
-Buenos dias Nep.
Dijo la rubia saludando a su más reciente amiga.
-Buenos dias bella durmiente. Tienes visitas.
-Ya veo.
-Buenos dias Andrea.
La saludo el y denuevo ella solo escucho su nombre, el resto de la frase desaparecio.¿Por qué coño su nombre sonaba tan...tan..asi...dicho por el? El corazón le latió de prisa cuando el le regaló una sonrisa. Agitó su cabeza intentando desaparecer todo lo que comenzaba a imaginarse.
Quiso decirle que fuera con el, decirle que en los últimos días habían desaparecido las náuseas y que la barriguita le comenzaba a crecer.
-Buenos dias.
Le dijo en cambio y se mordio los labios. Necesitaba más confianza para poder compartirle los avances en el embarazo.
-Yo...bueno...
-Los dejare solos.
Dijo la morena y desprecio en dirección a la cocina
Ellos se quedaron en silencio mirándose mutuamente. No con rabia, como la ultima vez, él la miraba de una forma nueva, sus ojos tenían otro brillo y a su alrededor había un aura de paz que le causó curiosidad.
-Andrea...quería saber si...
-¡Si!
Lo interrumpió ella y él la miro preguntándose si había escuchado la conversacion.
-¿En serio?
Le pregunto tratando de no confundirse, en serio queria ir y conocer finalmente a su hijo.
-Me costó decidirlo, la verdad no quiero, pero mi hijo es más importante, es necesario que comience a hacerme a la idea de que su felicidad siempre será la mia con o sin sueños cumplidos.
Ahora si Blas estaba más que confundido. Que tanto influía si el iba a la consulta con sus sueños.
La miro curioso pero no supo como formular la pregunta. No estaban discutiendo y eso era valioso para él.
-Andrea..yo...yo...es decir, que aunque dijeras que no, iria, me muero por conocer a mi bebé.
Ahora era ella la confundida. Ella le hablaba del acuerdo y el hablaba de la cita medica.
Ambos estaban confundidos.
-Blas, yo me refería al acuerdo.
Dijo ella. El se mostró confundido en un inicio y luego entendio y sonrio como el gato de Alicia en el país de las maravillas.
-No estas bromeando?
-No.
El sonreía y se acercaba a ella, hasta que la acorralo en la pared.
-Entonces eres mi novia.
-No, yo no dije eso.
El se quedo callado pero estaba cerca y ella podía sentir su respiracion agitada.
El puso una mano en la pared junto a su cintura y con la otra le acaricio el rostro.
-Andrea se mi novia por favor.
Ahora ella era la agitada. Su corazón bombeada más sangre de la habitual. Sentía que sus manos sudaban y en un momento sintió que se desmayaria.
Que cojones está pasando Andrea, reacciona
Se dijo a sí misma. Quería decir que si, pero sabía que el solo se refería a las apariencias y ese hecho hizo que un dolor se instalará en su pecho.
-Yo no quiero ser tu novia.
Le respondió en cambio, se estaría traicionando a sí misma si no hacía lo que ya había desidido.
-Andrea por favor. Yo...quiero que....es..decir...tú sabes...es...por el bebe...yo...tú....y...
-Yo quiero que seas mi esposo.
Le dijo ella de repente y el detuvo el balbuceo de palabras en el que había caido. Sus ojos Ambar se abrieron dejándola apreciar las peqeña manchas negras que hacían esos ojos más bellos de lo que ya eran. De repente se sintió feliz de su desision, aunque tenía miedo, sabia que eso seria lo mejor.
-No me estas jodiendo?
-No, te preguntaré más formalmente. ¿Blas te gustaría ser mi esposo?
El estaba a punto de reventar en ese momento. Quería tomarla y besarla y abrazarla. La tenía tan cerca que pudo sentir los latidos de su corazon. Pudo fijarse en que ella ese día se veía más hermosa, sus mejillas estaban de un tono rosa muy tenue, no era que estuviera sonrojada, era maquillaje, sus ojos se veían más expresivos y grandes. Ya que estaba maquillada de negro los alrededores. Sus labios estaban de un tono mate, que hacia ver su piel más blanca y sus pecas se habían acentuado. Llevaba un vestuario que hacia que se notará como su barriguita estaba comenzando a crecer. Ella era preciosa y el quería que fuese suya. No tuvo ni que pensarlo mucho, ensancho una sonrisa y la tomo por la cintura.
-Por supuesto que acepto.
Y la beso, la distancia quedo reducida a nada. Ella sintió como de repente estaba siendo invadida por aquella boca que ya conocia. El olía mejor, y su boca sabia a frutas. El beso que pretendía sellar el acuerdo se volvió algo más intenso, algo más apasionante, algo que no parecía tener control.

SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora