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Ella salio por completo de la habitacion y el se volteó a mirarla. Le tendió el frasco de pastillas y ella lo tomo.
-Gracias.
-De nada.
Le dijo él y camino pasando junto a ella para volver al cuarto.
Ella se metió una pastilla a la boca y entro al cuarto también.
Cuando cruzó la puerta su cintura fue retenida por unas manos firmes que más halla de asediarla la acariciaban. Él la pego a la pared y juntó su cuerpo con el de ella.
Se miraron a los ojos y de repente la beso.
Increible, fue como una  explosion, sentio como si una bola de calor se hubiese metido en su interior, el beso fue salvaje, fuerte, el colo su lengua en la boca de la joven que se sintio invadida. Pudo sentir el sabor de la bebida que antes había estado tomando. Sus manos jugueteaban con su blusa y ella tenía las suyas apretadas en un puño, jamas había sido besada de semejante manera. Pero mejor fue cuando comenzó a tocarla, una caricia suave que le erizo toda la piel, de repente ya no era un beso salvaje sino uno delicado. Le tocaba el abdomen e hizo ahí dibujos con sus dedos, solto su boca y beso su cuello. La rubia solto un gemido, y sin poder controlarse más también lo toco. Joder que mierda era eso. Parecía una pared, ella paso sus manos de arriba a abajo sintiendo su respiracion, subío hasta su cabello y ahí hundio sus dedos que gritaron de alegria, aquello era como tocar la seda.
De nuevo al beso y...
-Espera...
Le dijo y solto otro gemido, el volvió a atrapar su boca haciendo caso omiso al pedido.
-Yo...
Intento hablar pero fue imposible, la poca cordura que le quedaba se evaporo, él le acariciaba la espalda suavemente y todo era tan idílico que sus pensamientos de que es lo correcto se esfumaron. De estar vestidos y manoseandose pasaron a la cama y sin ropa. Le beso cada rincon de su cuerpo y finalmente luego de mucho placer lo pudo ver totalmente  desnudo. Primera vez en su vida que veía a un hombre desnudo y era tan hermoso. El se acerco a ella y la volvió a besar, suavemente. Sus manos acariciaban los redondos pechos, tomo uno y lo metió en su boca, lo chupo, lo jalo, lo mordio y mientras el lo hacía ella se retorcía de placer. Y cuando creyo que era suficiente se posision en la entrada de su parte más intima, y de un tiron se enterró en su interior, se sintío invadida, un fuerte dolor se adueñó del joven cuerpo.
-Joder, estas muy apretada!!!
-Yo...
Intento hablar pero el se empezó a mover y fue imposible cordinar una palabra con la otra. Sentía que estaba en el espacio, que todas las estrellas estaban a su alrededor y grito, se aferro a las sabanas. Las manos de él le apretaron los muslos de una forma posesiva, la volvió a besar y mientras, ella seguía gimiendo de placer. Se había olvidado del dolor, y de la desencia y de todo lo demás, estaba probando un poquito de felicidad y la verdad se sentía divino.

Lo rayos del sol le dieron en la cara, se estiro y abrio sus brazos, hasta que choco con algo. Una bandeja con jugo, galletas, frutas y cereal,  descasaba en la cama donde ella estaba.  Recordo entonces lo sucedido, se llevo las manos al rostro avergonzada por su actitud.
-Eres una estupida Andrea.¿Como pudiste?
Miro debajo de la sábana y se encontro totalmente desnuda y un poco adolorida.
Miro en derredor buscando al causante de su verguenza, pero no lo vio. En la bandeja había una pastilla, una rosa y un sobre con una escritura a mano afuera.
Gracias por esta noche Andy.
Abrio sus ojos sorprendida, como sabia él su nombre. Abrio el sobre y en el interior encontro el motivo de sus siguientes lagrimas. El sobre estaba lleno de dinero.
Ahí, lo entendio todo. Él la habia visto en el club y la creyó una prostituta más.
Sus ojos se llenaron de lágrimas al darse cuenta de que acababa de hacer lo que más odiaba. Cayo como una idiota y se entrego a un completo desconocido por dinero. Se sintio una porqueria, estaba sucia. Tomo la pastilla y se levanto de la cama. Entro al baño, se ducho, paso  el jabón por su cuerpo con rabia tratando de borrar lo que había pasado, aunque en un inicio sintio que no se arrepentiria. Pero el muy idiota tenía que arruinarlo todo con ese sobre. Se vistió y se encamino a la salida. Ya en la puerta, repaso las cosas, miro el lugar y recordo todo lo sucedido. Penso en que si de verdad el había creído que ella era una prostituta, pues tendría que sacarlo de su error con dignidad. No sabia quien era, y tampoco si lo volvería a ver, pero algo si le quedo claro, en cuanto lo tuviese en frente le tiraría en su cara ese dinero que el creyó que necesitaba cuando nisiquiera se lo había pedido. Regreso y tome el sobre.

El avión de Blas despegó a la hora indicada y el partió a su país con el contrato firmado y una experiencia inolvidable en mente. Aquella chica había resultado ser toda una caja de pandora. Había llegado a Londres con la cabeza aun en las nubes y pensando en que tal vez podría volver y reencontrarse con Andy. Pero su idea se esfumó en cuanto se lo contó a sus amigos, Joseph y Salvador. Estos lo bajaron rápido de su nuve.
-¿Me dices que era prostituta?
Le pregunto Joseph, con una sonrisa pícara en su rostro, de los tres el era el más libertino y liberal, andaba con cuanta mujer se le parará en frente y no hacía distinción entre ninguna de ellas. Si eres linda y estas cerca de él tienes una posibilidad de llevártelo a la cama.
-No puedo creer que le hicieras eso a Olivia.
Esta vez hablo Salvador.
-Chicos fue genial, estaba tan estrecha, casi podría jurar que era virgen.
-Amigo, si era prostituta no era virgen.
-Además,  ya tienes a Olivia. Para que quieres a otra.
-Salvador es que ella no es otra. Te juro que si no fuese tan joven y prostituta, me casaría con ella.
-¿Y a ella si le serias fiel?
-Con ella no tendría porque ir a buscar por fuera.
-Tan linda es.
-¡Linda es poco! Es..es.....yo no podría describirla con una sola palabra, es magica. Casi parece de mentira.
-Amigo creo que has sido flechado.
-Yo lo que creo es que si no amas a tu prometida deberías dejarla.
-Salvador tú y yo sabemos que Olivia es insoportable, que ni siquiera nosotros que crecimos con ella podemos aguantarla.
-Deja de decir eso. Ella...es nuestra amiga.
-Yo lo que no entiendo es porque coño no has roto ese compromiso de una vez por todas.
-Joseph, sabes que por mi padre, no puedo.
-Si la rubia, bailarina, prostituta que te robo el corazón aparece, tal vez la puedas tomar como amante. Porque esas mujeres son para eso.
-Salvador deja de hablar así, ella es una mujer que vale como cualquier otra.
-Ya pero es una mujer que nunca podrá tener una vida normal. Porque ningún hombre aguanta saber que la mujer que tiene a su lado ha sido el juguete de medio país.

SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora