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Andrea estaba sudando, entre sus manos estaban las de Blas igual de sudadas. Los dos estaban nerviosos, o más bien ansiosos. La doctora Juana los había dejado en el consultorio solos por unos minutos en cuanto habían llegado.
-Crees que será hembra?
Andrea lo miro con desconfianza.
-No intentes jugar conmigo, ya se que quieres un barón y no me interesa, ya tengo con quien pelear.
Blas la miro interrogante y ella sonrio.
-¿Quién?
-Neptali.
-¿Para que quiere hembra?
-No lo se pero con ella si he podido vivir la experiencia de discutir por el sexo del bebé.
En ese instante entro la dotará y los dos se callaron para atender.
-Hola chicos. Siento haberlos hecho esperar.
-Tranquila doctora.
-Bueno Andrea, dime, como te has estado sintiendo.
-La verdad muy bien. La barriga me pesa un poco, me cuesta conciliar el sueño y me da mucha hambre durante la noche, pero de ahí en fuera creí que estoy fenomenal.
Juana arqueo las cejas y luego sonrio.
-Todo lo que me dices es normal y sobretodo en esta etapa. Así que si quieren pasamos a hacer la ecografía.
Los dos se miraron y asintieron a la vez.
Andrea se acostó en la camilla y Juana le paso por la barriga rl ya tan conocido gel, luego de unos minutos ya en má pantalla estaba la imagen.
-¿Como está doctora?
-Perfecto, Andrea se ha cuidado correctamente, el bebé esta en perfectas condiciones.
Andrea sonrio y suspiro antes de hacer la pregunta.
-¿Ya se puede saber el sexo?
Juana sonrio y asintio.
-Chicos el bebé esta un posición muy buena y se esta dejando ver. Me complace mucho decir que será un muy bello barón.
Andrea amplio su sonrisa y Blas tambien.
-¡Lo sabia!
Dijeron los dos a la vez, se miraron y sonrieron.
La consulta termino y en el camino de regreso los dos estaban pensando en el nombre perfecto para el bebé.
-Andy, estaba pensando en que podemos ponerle Boris.
Andrea lo miro con el ceño frunzido.
-Boris?, no, es un nombre horroroso.
-Eso no es cierto, es lindo.
-No le pondré a mi hijo Boris.
-Que sugieres?
Ella se llevó la mano al mentón y luego respondio.
-Me gusta Eblan.
El la miro con cara de asco.
-Es espantoso, incluso creo que no existe.
-A mi me gusta.
-No lo se, veamos...-Penso unos segundos y luego se le ocurrio- que tal si le ponemos Adam.
Ella lo miro confundida.
-¿Adam?
-Si, Adam.
-Es lindo pero ¿por qué Adam?
-Tu mamá se llamaba Eva, sería lindo que nuestro hijo se llamase Adam, ya sabes por lo de Adán y Eva.
Andrea se había conmovido tanto que sus ojos ya estában llenos de lagrimas.
-Me encanta. Que sea Adam entonces.
Blas sonrio victorioso y continuo manejando.

Esa tarde Andrea le contaba a Neptali la nueva noticia, claro, luego de que la morena le diera evidencias suficientes de que el dinero había sido útil y que su madre se encontraba en recuperacion.
-No sabes lo mucho que te agradezco tu ayuda y juro que pagaré cada centavo.
-Si me das un solo penique juro que nunca más volveré a mirarte.
Neptali sonrio y asintio.
-Bueno cambiando el tema, felicidades, tendré un ahijado precioso, porque sere la madrina verdad.
-Claro que si tonta, eso no tienes ni que preguntarlo.
Las amigas se hecharle a reir pero algo las interrumpió.
-Veo que aún puedes reir.
La voz que derrochaba veneno provenía de una pelinegra que la miraba con rabia.
-Olivia?
Le dijo la joven sin interes.
-Si- jaló el asiento vacio y se incorporó a la mesa- Puedo sentarme cierto.
-Bueno ya estas sentada.
Neptali la conocia, la había visto en revistas de chismes y entrevistas. Sabia lo venenosa que podía ser.
-Nep, ¿puedes esperarme en el auto?
-Claro.
La morena abandono la mesa y desaparecio por la entrada de la cafeteria. Una ves solas ambas mujeres se miraron por minutos.
-Estoy saliendo con Salvador. No se si lo c...
-Si, lo conozco. Felicitaciones, me alegro por ti.
Olivia solto una carcajada y Andrea se mantuvo impasible.
-No se si eres muy cínica o muy sincera.
-La segunda es más correcta.
-Sabes estoy feliz de haberte encontrado. Necesitaba verte de cerca.
-No nos hagamos las tontas me viste muy de cerca el día de la boda, y...bueno más de cerca aun el día de la fiesta.
Olivia puso las manos en la mesa y la miro con rabia.
-Si, el día de mi boda que tu arruinaste.
-Te sacaré de un error, nuevamente, creo que no has pensado con claridad. Yo no te conocía, tu prometido te fue infiel y eso tuvo consecuensias. Si pasó, fue porque en ti no tenía lo que necesitaba y eso no es mi culpa, así que creo que quien arruino la boda no fui yo.
Una risitas irónica se dibujo en los rojos labios de la peli negra.
-Creo que eres una zorra que se le metió por los ojos a un millonario para cazarlo, y lo lograste.
Ahora quien reía a carcajadas era Andrea.
-No te engañes a ti misma. Yo no necesite hacer nada. ¿Quieres que te cuente como fue? El me rescató en la calle y me llevo en sus brazos a su cama, me curo, me cuido y luego me hizo el amor con mucha ternura.
Olivia estaba roja de la furia.
-Callate....Tú me robaste su amor.
-No intentes culparme a mi por algo que fue tu error. Blas me ama, el nunca te amo a ti. No te pueden roban algo que nunca fue tuyo.
-¡¡¡Callate!!!, no eres más que una puta infeliz, si no fuese por ese demonio que llevas en el vientre nada de esto estaría sucediendo, es tu maldita culpa.
-No tengo porque escucharte, el día de la fiesta, te demostré de lo que soy capaz, así que déjame en paz, olvidame.
Andrea se levantó para marcharse pero no pudo. Todo paso rapido, un golpe en seco, un dolor enorme y lo siguiente fue oscuridad.

SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora