Aquella mañana de domingo Andrea despertó temprano. Se alistó y cerca de las nueve salió con destino al café en el que trabajaba. Solo que no iria a trabajar.
Al llegar Neptali le dio un sonoro beso, normalmente ellas no se veían sino hasta la tarde.
-Buenos días rubita.
-Buenos días Neptali.
-Sientate, seguro que él, llegará pronto.
-Gracias.
-Quieres pedir algo.
-No, esperare.
-De acuerdo.
Se alejo de la mesa y siguió atendiendo, en las mañanas el café se llenaba mucho, las personas que vivian en los alrededores iban a desayunar ahí.
A los pocos minutos entro una mujer de cabello negro largo y lacio, llevaba un vestido floreado y unos tacones cuadrados color crema, unas gafas de sol y un collar de diamantes en el cuello. En cuanto las personas en el café la vieron quedaron bastante sorprendidos, incluso Andrea que en cuanto la vio la reconocio. La había visto interminables veces en la revista ''Sensación''
De niña solía recortar mensualmente los vestidos de novia que se publicaban de la marca Whaite. Luego fue cada dos meses. Recordaba que cada vestido era más bello que el anterior y aunque luego salían en otras revistas "Sensación'' siempre tenía la primicia. Increiblemente en aquel pequeño café acababa de entrar Blanca Mandsward, la diseñadora de aquellos vestidos que ella tanto amaba. De repente la joven se vio sorprendida por la sorpresa, esa mujer era la madre Blas.
Él entro tras ella y cuando la vieron Blanca se quitó las gafas de sol y sonrio ampliamente.
-¡Oh dios mio! Eres bellisima en persona.
Se le acercó y le dio un abrazo y un beso.
-Buenos dias señora..
Le dijo Andrea sin saber como reaccionar a semejante muestra de afecto.
-Nada de señora-La tomo de las manos y se sentó jalandola también a un asiento junto a ella.- Llámame Blanca. No sabes lo feliz que estoy de conocerte.
Ella sonreía ampliamente y Andrea se sintió algo abrumada por tanto cariño.
-Yo...bueno gracias señ...-Ella la miro mal y la joven cambio la expresion- Blanca.
Esta sonrio ampliamente y asintio.
-Ya te acostumbraras, odio que me digan señora, me hace sentir vieja. Solo tengo 45, aun soy muy joven.
-Buenos dias Andrea.
Blas se vio obligado a interrumpir ya que había sido totalmente olvidado por ambas mujeres.
-Buenos días Blas.
Ella le regaló una bella sonrisa y él se la devolvio. Se sento frente a ambas mujeres y se dedicó a mirar como ambas comenzaban a entrar en confianza entre ellas.
-Eres aun muy niña,-Andrea frunció el ceño, ella no se consideraba niña, Blanca lo noto e intento rectificar inmediatamente -Es decir, aun no estas en edad de...bueno-Se comenzó a enredar con las palabras, no sabia como decirlo sin sonar grosera-...¿Que edad tienes?
Andrea solto una carcajada que contajeo a la mayor.
-No debes preocuparte, me enorgullece decir que tengo 18 años.
-Dios, eres realmente joven!!!.
Exclamó esta y miro a su hijo significativamente.
Andrea sintió que el ambiente se ponía tenso y se metió en el medio.
-Yo, se que soy joven pero estoy preparada para ser madre.
Esta vez fue Blanca la que se carcajeo.
-Mi niña una nunca esta preparada. Menos cuando aún te faltan tantas cosas por vivir.
-Estoy segura que si pongo todo de mi parte y le doy a mi bebé mucho amor, seré una gran madre.
-Bueno, al parecer eres bastante segura de ti misma.
-Yo diría que demasiado.
Interrumpió Blas y ambas mujeres lo miraron mal.
-Si, soy bastante segura de mi misma.
Dijo ella sin dejar de mirar al único hombre en la mesa.
Neptali se acercó a ellos unos minutos después para tomar su pedido.
-Buenos dias, ¿que desean pedir?
Su voz sonaba más profecional y seria. Eso sorprendió a la peliblanca.
-Yo deseo unos huevo benedictinos, un jugo de naranja y un café.
Blanca ni siquiera había mirado la carta y ya sabía lo que ordenaria.
-A mi tráeme un cafe y unas tostadas con mermelada.
-¿Solo eso?Estas delgado hijo, deberías comer algo más. -Aparto sus ojos de su hijo y miro a la morena-Traele también tocino y leche.-Sonrio como una niña pequeña que acaba de encontrar su juguete perdido-De niño te encantaba la leche en las mañanas.
-Mamá no pienso comerme todo eso.
-Si lo comeras, Y tu cariño-miro a Andrea y esta se sorprendió por el mote cariñoso.-¿Que pediras?
-Ah...bueno...en realidad no tengo mucha hambre.
-¡Estas loca!, las mujeres embarazadas nunca pueden dejar de desayunar. Debes comer mucho y saludablemente.-Miro a Neptali que admiraba la escena con expresión divertida-Señorita traigale, fruta, leche, jugo natural, tostadas, wafles y...- miro a Andrea nuevamente-¿Como te gustan los huevos?-Andrea se encogió de hombros y esta hizo un gesto quitándole importancia... - Bueno no traigas huevo, pero si trae tortitas. Esas las podemos compartir.
-Blanca no creo que pueda con tanto.
-Tranquila cariño, tú tranquila, debes alimentarte bien para que este bebé...- Le acaricio el vientre por debajo de la mesa- nazca sano y saludable.
Blas estaba mirando la escena muy emocionado, su mamá era una de sus posesiones más presiadas y le gustaba ver que al menos esta vez si la tendría en su boda.-Creo que deberías enviarla ya, sabes que Eva quería que cuando ella tuviera un hijo la recibiera. Esa caja tiene una fecha de entrega y deberías cumplirla.
-Dalila no es facil, Andrea aun es muy joven, Eva no se imagino que ella seria mamá tan pronto. Recuerda que no sabemos lo que hay dentro.
-Angel sabes que las cosas pasan por algo. Debes darle la caja de una vez por todas.
Angel llevo sus manos a su cabeza y soltó un largo suspiro, aquella caja llevaba años esperando ser abierta y según Dalila el momento había llegado.
-Dame unos días para pensarlo. Creo que aún no es el momento indicado.
El rostro de la mujer se desfiguro, llevaba semanas intentando que Angel le enviara la caja a Andrea y el seguía sin convencerse. Estaba comenzando a hartarse.
-¡Ya basta!-Exclamó la castaña-Deja de tratarme como a una niña. Si no le envías la caja a Andrea en una semana la llamare y le contare yo misma de su existencia. No creo que le agrade enterarse que la tienes no se la has dado, ya sabes como es Andrea.
Y así salio del despacho de su jefe desidida a cumplir con su palabra.
ESTÁS LEYENDO
Sueños
Romance''Una mujer puede vivir toda la vida como una niña y una niña puede convertirse en una mujer para poder vivir toda la vida'' Los golpes de la vida han convertido a Andrea en una chica fuerte y segura de si misma, con sus intensiones más que claras y...