Preciosa Ave

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"Si temes a la rosa por sus espinas no pretendas siquiera aspirar su perfume."

La rubia estaba somnolienta sentada con los pies cruzados en la banca donde estuvieron sentadas el día anterior. Usaba lentes de pasta gruesa que la hacían parecer más intelectual, apariencia que le encantó a la profesora que se quedó maravillada observándola. Alex se acercaba en silencio sin saber porque le provocó una gran sonrisa ver a esa pobre muchacha en este estado, quiso divertiste un poco y se convirtió en Miss amargura como la llamaban sus alumnos.

- ¿6: 52, durmió en esta banca, Miss Chapman?

- ¡Buenos días, Miss Vause! Me levanté temprano ¿pidió puntualidad, no?

- ¡Así me gusta! - dijo en tono serio con los brazos cruzados y el ceño fruncido - ¿qué hace ahí? ¡levántese se nos hace tarde! - gruñía seria.

Piper caminaba sobre el parque tras ella, pues su adoraba profesora aparentemente se había levantado de mal humor. La rubia aprovechaba para deleitarse observando el firme y sensual trasero de su docente, que vestía unos vaqueros bien ajustados, una playera blanca, un pañuelo en el cuello y una chaqueta negra, no era el estilo que estaba acostumbrada verla, pero la veía bellísima.

La profesora se acercó a un lujoso Mercedes Benz negro, se subió y quedó viendo con el ceño fruncido a la rubia parada sin expresión.

- ¿Qué le pasa, Miss Chapma, esta sonámbula? ¿qué hace ahí? ¡Móntese, no tenemos todo el día!

La rubia se montó sin decir nada, solo aspiró el aroma a manzanas en el ambiente, parece que todo en esa mujer olía a manzanas.

- ¿Un Mercedes? ¿Miss odio el capitalismo a los millonarios, la burocracia, las desigualdades sociales, activista de la paz y el medio ambiente? - Parloteaba la rubia gesticulando con sus manos sin atreverse a observar a la otra mujer.

- ¡No tengo porque darle explicaciones de mis bienes! pero le aclaro que nada más conservo este auto porque me lo dejó mi padre. Falleció cuando tenía 12 años - expresó seria la profesora.

- Euhhh... Miss Vause... ¡soy una idiota, yo lo siento!

- ¡No lo sienta, no me importa la compasión de los demás! ya le he dicho que no sea tan condescendiente - dijo furiosa la profesora.

Luego de la breve discusión ninguna de las dos decía nada. Alex llevaba conduciendo alrededor de 15 minutos, cuando la rubia sacó de su bolso una enorme bolsa de dulces, la observó con el ceño fruncido, pues no se creía que veía.

- ¿Quiere panditas gominolas? - preguntó con cara inocente la rubia acercándole la bolsa de dulces.

- ¡Claro que no! ¡yo no como porquerías! ¡y deje de comer eso! ¿por lo menos se tomó el tiempo de desayudar como se debe?

- No, es muy temprano y Norma, mi nana no se había despertado, entonces traje mis gomitas ¡las amo!

- ¡Cállese, Miss Chapman! ahora mismo vamos a desayunar como se debe.

A Piper se le hizo dulce que Alex se preocupara por su alimentación, nunca nadie a excepción de su madre se había preocupado así por ella. Esa mujer cada día la volvía más loca.

Llegaron a un café de camino y Alex pidió un enorme desayuno para las dos, dejando a Piper nada más elegir la bebida.

- ¿Chocolate con canela? ¿en serio, Miss Chapman?

- Somos polos opuesto, usted ama lo amargo yo lo dulce, somos un buen equipo ¿no cree? - la desafió con mirada sexy Piper.

- ¿Puede acabar? llegaremos tarde - esquivó nerviosa el comentario de la joven.

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