Estoy enamorada

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"Sentir el amor de la gente que amamos es el fuego que alimenta nuestra vida."

Pablo Neruda

Luego de pasar una acalorada y romántica hora del almuerzo en la oficina de su novia, Piper regresó a su casa. Quería pasar tiempo con su padre, aprovechando que su madre estaba en el hospital.

— Hola papi, no puedo creer todavía que estés aquí ¡cómo te he extrañado! — se lanzó a abrazar a su padre, que reposaba en el jardín leyendo.

— También te extrañé, mi princesita, eres la princesita de papá aunque tengas 50 ¿está claro? — revolvía los cabellos de su hija el rubio.

— Claro, siempre seré tu princesita, papi — contestó un poco apenada Piper.

— Y ahora dime ¿quién se atreve a robar la atención y el dulce corazoncito de mi princesa? — preguntó serio, Bill — al menos tiene buen gusto, solo mírate, eres la chica más guapa de Boston — la veía conmocionado el padre — ummm... ese perfume con aroma a manzanas — indagaba el hombre oliendo a su hija.

La rubia se puso un poco frenética con la examinación de su padre, tenía el rostro rojo sin dejar de contener risas nerviosas, se sentó junto a él. Confiaba en el desde pequeña, Bill siempre la apoyaba en sus decisiones, a pesar de no estar de acuerdo con ella en algunos aspectos.

— Se llama Alex, papi, la conocí en septiembre, desde que la vi me enamoré de ella, si la vieras es tan linda e inteligente ella... ella...

— ¡Se está robando el corazón de mi princesita! — la interrumpió celoso abrazándola.

— Estoy enamorada, papá por primera vez en mi vida siento lo que es el verdadero amor — confesaba con la mirada brillante.

— Quisiera que tuvieras 4 años de nuevo — susurró el hombre besándole la cabeza — pero me alegra que este feliz, pero no me gusta cómo se está tornando tu relación con tu madre, y nos preocupa que salgas sin comunicarte. Quiero conocer a esa chica, Alex — dijo serio Bill.

— Alex no tiene nada que ver en mi relación con mamá, ni con mis salidas. Ella es muy correcta, papá el problema es mamá y sus deseos de que sea perfecta y que esté con alguien a quien no amo.

— Tampoco me gusta Maritza para ti, cariño si tu felicidad sientes que esta con esa chica te apoyaré, como padre lo único que deseo siempre es lo mejor para ti.

— ¡Gracias, papi! espero presentarte pronto a mi preciosa novia.

— Bueno, ya me gusta su perfume — bromeó Bill — ¿cómo la conociste?

Piper por mucho que confiara en su papá, no sabía cómo decirle que salía con su profesora.

— Eh... ella... es... es amiga de Red.

Al día siguiente por la tarde, Alex aprovechó que sus últimos dos grupos tenían una excursión y fue a pasar un tiempo con ella misma. Leía un libro en banca del parque donde siempre se encontraba con Piper.

— Hola princesa, te escribo para recordarte que estas en mi mente todo el tiempo, extrañé no verte hoy en la universidad — mandó un texto a su novia.

— Mi amor, también te extrañé tuve que hacerle su turno a Nicky, ella tuvo que cuidar a sus hermanitos.

— Entiendo cariño, solo quería saber de ti, estoy en nuestro parque pensándote.

— No tienes que seguirme pensando, estoy allá en cinco minutos, ya terminó mi jornada.

Piper fue a los cambiadores a buscar sus cosas, para estar con su novia en el menor tiempo posible. Sonreía emocionada pensando en Alex, cuando entraron a la habitación Nicky y Maritza.

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