"¿Por qué no aprovechar el placer de una vez? ¡Cuántas veces se destruye la felicidad con la preparación, la preparación insensata!" Jane Austen
— ¡Buenos días, Ma! te veo después voy tarde a la universidad.
— ¡Hey, Hey, Hey de ninguna manera, señorita! ven a desayunar como se debe. Tenemos una conversación pendiente.
— Lo sé, madre pero tengo examen teórico de medicina forense. Bye te amo, Carol.
La rubia salió corriendo de su casa para llegar a la universidad. Tenía que dejar en la oficina de la profesora un hermoso poema y una rosa azul bastante difícil de conseguir, como símbolo de la noche de placer que le había dado.
Para Piper que era amante de la naturaleza, las rosas azules representaban exclusividad. Era decirle a esa persona que es extraordinaria, única y especial. Una Rosa Azul, habla de una personalidad misteriosa, oculta, que no es fácil de descifrar, y que despierta nuestro interés en gran medida.
Llegó con un aura que trasmitía felicidad en el salón, sin importarle las miradas y comentarios de burla por lo ocurrido el día anterior.
— ¿Chapman, estás bien? Pensé que no vendrías hoy a clases.
— Estoy de maravilla, Nicky ¡no me interesa lo que digan esta bola de hijos de puta!
— Pero... estas bien por...
— ¿Maritza? — respiró profundó y soltó — ¡creo que es mejor así! Mechas, que cada quien elija su camino. — sonrió sincera.
La clase trascurrió tranquila, al finalizar la rubia salió eufórica junto a su mejor amiga ya que irían al club de la facultad de Alex. Piper sentía que su corazón se le salía del pecho, se moría por ver a su amada profesora.
Su emoción se apagó con el pasar del tiempo en el salón y la profesora no aparecía, no llegó. La rubia pasó la reunión aburrida sin prestar atención a nada, solo le interesó que el día siguiente, sábado e iría a brindar atención médica a los indigentes.
— ¿Chapman, qué pasa contigo? estuviste apagada, tú no eres así ¿pasa algo?
— Me pasa de todo, Gloria — respiró hondo — mi madre, Maritza y...
— Sí, no vino, no sé qué pasó con ella. La vi de muy mal humor hace unas horas, seguro por culpa del hijo de puta ese — la joven tenso el rostro, recordando lo sensible que estaba Alex a causa de ese hombre.
— Iré a buscarla, te veo mañana.
Piper inquieta buscó a su profesora, una vez la escuchó decir que su oficina era la 38. Llegó a la recepción de la facultad y preguntó por ella, la recepcionista levantó el teléfono para preguntarle si podía atender a la joven.
— ¿De parte de quien, señorita? — preguntó de mala gana la mujer.
— Piper Chapman, de Medicina.
Tras unos segundos en el teléfono la mujer le informó que la docente estaba ocupada y que no podía atenderla. Piper se fue triste sentía que Alex estaba evitándola, no podía llamarla porque ni siquiera tenía su número, ya que nunca se lo quiso dar. La profesora era extraña a su parecer, en su afán de rectitud se aislaba demasiado, pensó en quedarse a esperarla, pero recordó que le había comentado que trabajaba hasta las 20 horas.
— ¿Chapman, qué pasó? ¿Por qué te fuiste del club?
— Mechas, no quiero hablar de eso, yo... creo que me estoy volviendo loca — Se llevó las manos a sus rubios cabellos, con el rostro desesperado y se dejó caer lentamente al suelo de uno de los pasillos del Boston Hospital.
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MISS VAUSE
FanfictionPiper Chapman llevaba una vida aburrida hasta que se topó con la enigmática Miss Vause, una profesora que inspiraba tanto temor como fascinación. Decidida a conquistar su corazón, Piper inicia un juego de seducción lleno de poesía y gestos romántico...