MISS VAUSE

Princesa Chapman

"Solo quisiera ser uno de los motivos de tu sonrisa, quizá un pequeño pensamiento de tu mente durante la mañana, o quizá un lindo recuerdo antes de dormir." Gabriela Mistral

Llegó a su casa echa una fiera, tiró la puerta y se fue directo a echarse a su cama, extenuada por un lacerante dolor estomacal, como el que sintió el día que fue socorrida por Maritza. Se estaba volviendo dependiente de los analgésicos, por esos dolores que venían cada vez que sentía nervios o estrés, sin embargo, ella no le tomaba importancia a su malestar.

Concebía que tenía un problema mayor en su corazón, sentía celos por esa chica ¿cómo se atrevía a seducirla y luego estar como si nada con su novia? ¿Qué clase de juego pretendía hacer con ella? tomó la chaqueta negra de Piper que conversaba desde el viaje a la playa y la olió por varios minutos.

— Piper, por qué no puedo ser dura contigo... en pocos días te has adueñado de mi cordura, no voy a dejarte ir, te quiero a mi lado ahora — se decía para sí misma.

Fue sacada de sus pensamientos al escuchar una intensa discusión entre sus amigos, primero no hizo nada respetando la intimidad de la pareja, pero a la escuchar que quebraban objetos salió a ver qué pasaba.

— ¿Chicos que pasa con ustedes? Dejen de tirarse cosas — les gritó asustada.

— Tu eres la culpable de todo ¡Bayley esta segado por ti, y te apaña todas tus mierdas! por eso Ben te dejó — lanzaba furioso Charlie.

— ¿Qué? Charlie estas muy alterado tú no eres así.

— ¡Cállate, maldita hipócrita!

— ¡No le hables así, Charlie! — habló por primera vez Bayley.

 —Bueno me largo de este maldito apartamento, si te quieres ir conmigo Bayley, es tu problema, pero no me quedaré aquí viviendo con esta mujer que pocos días después de darle un tiempo a mi amigo se anda revolcando con quien sabe quién — vociferaba furioso Charlie.

— ¿Qué es todo esto? Bayley ¿que está diciendo? — preguntó nerviosa.

— ¡No te hagas la mojigata! leí las conversaciones en un grupito de whatsapp que tienen en el teléfono de Bayley ¡ya lo sé todo, Alex! ¿cómo le pudiste hacer eso a Ben? ¡es mi mejor amigo! él te ama, confiaba en ti — escupía mirándola con repudio.

— ¿Y qué? él me dejó, yo merezco ser feliz con o sin él, y si te vas a ir lárgate, yo y Bayley estaremos bien.

— Al, yo... — soltó apenado Bayley.

— Ah ¿te iras con él?

— Sí, nos iremos y nos llevaremos todo lo que tenemos en el apartamento, a ver cómo te las apañas tu sola.

Alex el día siguiente salió temprano de su casa para no quería cruzarse con la pareja que preparaba su partida. Le pareció muy injusta la posición del que creía que era su amigo, Ben le había hecho mucho daño, tenía que buscar en algún momento su felicidad y su corazón le decía que se llamaba Piper Chapman.

Durante su clase en el aula B15 la profesora intentó en varias ocasiones buscar a la rubia con la mirada, pero ella tenía el semblante enojado, no se atrevía a voltearla a ver, provocando el enojo de la enigmática docente que se empezó a desquitar con el resto de alumnos. En un momento de enojo, Alex le hizo una pregunta a Piper para retarla, pero la rubia se limitó a contestar un no sé.

Piper continuaba furiosa con Alex, creía que nada más había sido un juego para ella, una fantasía que quería cumplir, a pesar de ello le seguía enviando flores y poemas. Había llorado mirando las hojas y la lluvia caer, estaba triste y enojada y era lacerante para ella tenerla que soportar en clases.