No me dejes

1.8K 140 61
                                    

De amor no te mueres...

Te deprimes. Lloras por todo.

Pierdes el apetito.

Estas siempre cansada.

No duermes.

Te duele el cuerpo. Te duele el alma.

Pero no te mueres.

Piper Chapman se encontraba en la cocina de su apartamento irradiando felicidad, cocinaba mientras bailaba, ese día cumplía cuatro meses de relación con Alex. Notó que en la mañana su novia estaba muy apurada, seguramente no había recordado la fecha. En clases la vio muy alterada, no quiso ir a su oficina prefirió esperar a la noche para sorprenderla.

La rubia no percibió que la puerta se había abierto, bailaba y cantaba animada moviendo todo su cuerpo, haciendo un desastre en la cocina. La profesora la observó llena de dolor, se veía tan linda, fresca y enamorada su novia.

— Piper — susurró débilmente.

— Mi reina, no te escuché entrar, estoy tan concentrada — la rubia se acercó a darle un caluroso abrazo que recibió sin moverse.

La joven soltó el abrazó y la observó con el ceño fruncido.

— ¿Al, estuviste llorando? ¿Qué ha pasado estabas muy alterada en clases?

Alex no le respondió y caminó en silencio hacia el ventanal para cerrar las cortinas, le parecía aterrador el hecho que eran observadas por el imbécil de Ben. Piper la seguía confundida, la tomó del brazo y la miró fijamente.

— ¿Mi amor, qué pasa? ¿Alguien te dijo algo?

— Piper... mi princesa, yo solo quiero que me abraces, me beses hasta quedarme dormida entre tus brazos — le arreglaba los cabellos a su novia mientras se le ponían los ojos llorosos de nuevo.

— Si eso quieres, lo haré cariño, pero antes ven vamos a la cocina estoy preparando una cena especial para ti, no te enojes por la limpieza prometo que yo me encargo, solo prueba mi boloñesa — la rubia la jalaba emocionada.

La profesora no resistía más ver a su hermosa rubia tan emocionada, tan atenta, tan comprensiva, no le quería hacer más daño, no la quería ilusionar ya.

— ¡Princesa, espera! — se detuvo la profesora y hablo seria — no puedo cenar contigo.

— ¿Vas a salir? ¿No tienes hambre? ¿Te duele el estómago? ¿Qué pasa, amor hoy es nuestro aniversario? ¿Tienes la menstruación? ¡Estas extraña! — preguntó preocupada.

— Lo sé mi amor, hoy cumplimos cuatro meses juntas y en este tiempo contigo me has hecho la mujer más feliz del mundo, pero Piper, yo me tengo que ir.

— ¿Te tienes que ir? ¿Tu madre enfermó? O ¿dónde vas? — cuestionó con cierto temor en la mirada la joven.

Alex se pasaba las manos por el cabello caminando por la sala visiblemente alterada, mientras empezaban a correr lágrimas desenfrenadas por sus mejillas.

— ¿Alex, me estas asustando? ¿Alguien te hizo algo? ¿Puedo ayudarte? Sabes que te amo y estoy contigo.

— Piper, Caputo sabe lo nuestro y me pidió que me aleje de ti, dice que tú serás mi perdición.

— ¡Es una tontería, Alex! solo tenemos que ser aún más discretas, no pasa nada, mi amor — decía la rubia nerviosa tomando el rostro de su novia entre sus manos.

— Las cosas no soy tan fáciles, otro docente evaluará tu tesis porque algunos de tus compañeros piensan que te favorezco, no se trata solo de mí, Piper yo no puedo poner en riesgo tu futuro.

MISS VAUSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora