𝕿𝖊 𝖔𝖉𝖎𝖔 { 𝖁𝖒𝖎𝖓𝖍𝖔𝖕𝖊 }

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Sí, lo amaba, y odiaba amarlo porque eso solo les había traído problemas. Aunque, ¿si quiera importaba? ¿A alguien le importaba como se sintiese, si estaba destrozándose internamente o no? Estaba solo, en medio de una sociedad que no aceptaba su amor, en medio de una familia que se venía abajo cada vez con más fuerza, en medio de una escasa vida social que también lo estaba matando y en medio de un amor que parecía no querer salir bien. Una solitaria lágrima descendió por su mejilla mientras escuchaba los gritos provenientes del piso de abajo, donde su padre y su novia se enzarzaban en una furiosa discusión. Aunque no era nada nuevo. Pensó por un momento en lo mucho que le gustaría estar ahora refugiado en brazos de su madre, y tuvo morderse el labio inferior al sentir una opresión en su pecho que casi le impedía respirar. Pensó en su hermano mayor y en como debía estar ignorando simplemente que todo esto estaba pasando, en como debía estar sumido en su mundo virtual. No sabía si sentir rabia o pena por él, porque había demasiado en su cabeza como para ponerse ahora a recordar todo lo que había tenido que soportar. Y ni hablar de pensar en su hermana mayor, que ni si quiera estaba ahí ya.
Suspiró, levantándose de su cama con un leve mareo, pero igualmente cogiendo su pequeña mochila y metiendo en ella agua y dinero, para pasar un buen rato fuera de esa casa y su ambiente infernal. Agarró su teléfono con fuerza y abrió la ventana, mirando hacia abajo con algo de temor. Siempre le habían dado miedo las alturas, era algo que no podía evitar, pero había saltado tantas veces por esa ventana que ya casi ni lo notaba. Salió con agilidad por ella y se deslizó por la barra metálica que siempre había estado pegada a la pared, para su suerte. Una vez que el metal terminaba, soltaba sus brazos y sentía sus pies chocar con fuerza en el suelo. La caída le dolió un poco más esa vez, pero poco le importó cuando corrió hacia el portal y también lo subió, escalando por los pequeños huecos que había entre la madera. Una vez estuvo fuera, sus pies no dudaron en correr la cuesta abajo que le llevaba directo hacia la playa. Corría velozmente por las aceras y cruzaba las calles sin si quiera mirar, provocando que a punto estuvieran de atropellarlo varias veces. Incluso se raspó las manos cuando tropezó con un bache, pero jamás dejó de correr. Una vez alcanzó su destino, sacó sus zapatos a la carrera y se tiró sobre la arena, conteniendo las lágrimas que amenazaban con salir.

Park JiMin. Como bien había dicho ya, lo amaba, pero ni si quiera estaban cerca como para demostrárselo. Vivían a casi 10 000 kilómetros, y no era de mucha ayuda. Su relación siempre había parecido una auténtica montaña rusa, porque a pesar de que sabían que no iba a ser fácil desde el principio quisieron intentarlo. Aunque eso ya no importaba demasiado porque JiMin había encontrado el amor junto a otra persona, y a él eso lo estaba asesinando lentamente. Como le hubiese gustado poder abrazarlo, poder besarlo, poder tocarlo y poder hacer todo eso que JiMin ahora haría con otra persona. Como le hubiese gustado poder haberse aferrado a él. No obstante, seguían siendo "amigos". Eran unos amigos muy extraños, y bastante complicados de entender, pero amigos al fin y al cabo. No podía alejarse de JiMin porque se había convertido en el pilar de su vida y sin él, todo se derrumbaría. Pero igualmente se estaba muriendo por dentro porque no podía gritar, no podía decir todo aquello que lo desgarraba. JiMin tenía su corazón en sus manos y podía hacer a su antojo lo que quisiese.

Sacó su teléfono y, por millonésima vez en el día, miró fijamente el último mensaje que había sido enviado. "Hablamos después", le había dicho, y tras dos días no tenía nuevas noticias. HoSeok jamás se atrevía a decir algo, jamás se atrevía a ser el primero porque le daba miedo meter la pata. Sin embargo, en su desesperación, consiguió escribir unas cuantas palabras y enviarlas antes de arrepentirse: "Te necesito... Ahora más que nunca".
Estaba a punto de echarse a llorar como un niño pequeño allí sobre la arena, dejarse llevar una vez por sus sentimientos por una sola vez, pero unas voces interrumpieron su charla consigo mismo. Sin embargo, su corazón se paró cuando su cerebro procesó una voz en particular.

One Shots || BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora