One Shots || BTS

𝕾𝖙𝖗𝖆𝖜𝖇𝖊𝖗𝖗𝖎𝖊𝖘 & 𝕮𝖎𝖌𝖆𝖗𝖊𝖙𝖙𝖊𝖘 { 𝕿𝖆𝖊𝕲𝖎 }

Strawberries and cigarettes always taste like you.

Se acordó repentinamente de como reaccionaba años atrás cada vez que pasaba por delante de alguien fumando. A sus apenas ocho años de edad, aspiraba todo el aire que sus pequeños pulmones le permitían y lo retenía mientras el humo del tabaco estuviese al alcance de sus fosas nasales. Sonrió levemente ante el recuerdo, porque en su inocente mente aquello tenía tanto sentido... Se había pasado media infancia escuchando a su madre decirle a su padre que el humo de sus cigarrillos no solo tenía efectos fatales para él, si no también para todo el que pudiese aspirarlo. Tenía tan dentro de sí ese hecho, que su mejor opción era no respirar cada vez que ese malévolo humo estaba cerca de él, como si eso fuese a librarlo de todos los males.

A sus ya 42 años, el tabaco se había transformado en su fiel e inseparable amigo. Quizá, la única relación estable que conservaba, lo cual era bastante desolador. Sin embargo, su cigarrillo diario se había convertido en su momento de paz. No había nada más en el mundo que pudiese desconectarlo tanto de todas sus emociones intensas, porque, siendo claros, él siempre había sentido todo con una fuerza inusual. Eso, en múltiples ocasiones, lo había llevado a la desesperación por no saber como controlarlas, que posteriormente pasaba a ser una frustración interna más que añadir a la lista.

Se sentía impotente tantas veces, que en múltiples ocasiones se desconectaba. Había aprendido a hacerlo desde que tenía memoria, y no entendía todavía muy bien como funcionaba o como nadie se había preocupado realmente de ello. Si había una situación que le provocaba malestar, lo único que tenía que hacer era dejar su mente en blanco. Conseguía apartar todos los pensamientos intrusivos de golpe, como si su vida fuese una película y él el espectador. Era una locura sin sentido, parecía ficticio poder desatarse así de las cuerdas que ejercían presión en su garganta, simplemente ignorando que eran reales. Sin embargo, funcionaba para él, era tan sencillo como pulsar un botón de apagado.

Eso no quería decir que todos sus sentimientos desapareciesen, no. Estaban guardados, en algún lugar de su cabeza, como si esta fuese un gran almacén y en él archivase sus emociones. Aún así, había un momento en el que ya no quedaba espacio y todas esas emociones negativas reprimidas rompían la puerta bajo llave para salir sin medida alguna, desbordándose por todos los lugares posibles. Era entonces cuando él se encerraba en su habitación, donde no había objeto con el que pudiese hacerse daño, y se dejaba caer en el suelo para quedarse allí hasta que todo el pánico que inundaba sus sentidos desapareciese.

No era sano, nunca lo había sido, pero había intentado pedir ayuda una vez y jamás volvió a tomar el valor suficiente para hacerlo de nuevo. Era precisamente el tabaco lo que le llevaba a aquella época, las más difícil y hermosa de toda su vida. No sabría describir, de cualquier forma, las emociones que había sentido en esos años tan caóticos, donde lo único que le importaba era poder gritar con libertad quien era y por qué estaba allí. Libertad, dulce sentimiento de no estar atado a ninguna cadena, de no tener los pies sujetos con raíces a la tierra. Añoraba y deseaba poder volver a experimentarlo, mas sabía que era una ilusión pasajera.

Apagó el cigarrillo y sonrió con suavidad al visualizarlo haciendo ese gesto. Su imaginación, nuevamente traicionera, le traía oleadas de recuerdos de golpe, generando sentimientos contradictorios en él. ¿Era tristeza eso que afloraba en lo más profundo de su ser, desesperanza, arrepentimiento? Quizás los recuerdos felices eran los más amargos, pues ya no recordaba la última vez que había sonreído como sonreía en sueños. Sentía que olvidaría, además, todas las facciones de esa persona, que poco a poco desaparecería su cabello, su sonrisa, su voz... ¿Que haría entonces? ¿Y si llegaba un momento en el que ya solo pudiese recordar su nombre sin ningún detalle nítido? Se volvería loco si así fuese.