One Shots || BTS

𝖂𝖊 𝕬𝖗𝖊 𝖄𝖔𝖚𝖓𝖌

Inhaló con calma del cigarrillo entre sus dedos, dejando que todo su cuerpo se impregnase en aquellas sustancias, y lo expulsó cuando su cuerpo pareció comenzar a destensarse. Tanto el olor del humo y del alcohol persistían en su ropa y en sus fosas nasales, pero no era una molestia para él. Bebió un sorbo de su cerveza al mismo tiempo que, en el fondo de aquel bar, JiMin golpeaba con bastante acierto una de sus bolas de billar. Sonrió casi por inercia al ver como chocaba su mano con la de TaeHyung y se burlaba de HoSeok.

Debían ser aproximadamente la una y media de la mañana y llevaban allí casi dos horas, entre partida y partida. Él ya estaba en la barra porque no podía aguantar una sola partida más contra JiMin y TaeHyung, puesto que HoSeok era bastante malo en el billar. Quizá iban ya al rededor de quince partidas, y sólo habían ganado una gracias a un fallo por parte de Kim. Sin embargo, HoSeok parecía desesperado por ganar algo y decidió seguir humillándose contra JiMin cuando él y TaeHyung desistieron de jugar. Rió al ver el pequeño berrinche de Jung, sin percatarse de que TaeHyung se dirigía hacia él para poder pedir otra ronda más de cervezas. En cuanto ocupó una de las banquetas a su lado, le arrebató el cigarrillo de entre los dedos para así poder llamar su atención.

-¡Eh! - se quejó - ¿Cuando has llegado?

-Justo ahora, ¿en qué pensabas tanto? - rió TaeHyung, justo antes de llevarse el cigarrillo a sus labios para dar una calada.

-¿No era que ya no fumabas? - inquirió, al ver aquel gesto.

TaeHyung negó con la cabeza cuando le devolvió el cigarrillo. JungKook tenía bastante claro que no era precisamente alguien con derecho a decir nada, pero cuando de TaeHyung se trataba, no le gustaba quedarse en silencio. El chico había adoptado el hábito de fumar en sus momentos de estrés, porque jamás había sido demasiado dependiente del tabaco, mas sabiendo aquella información, JungKook sabía perfectamente cual debía de ser el estado de ánimo del mayor como para que sucumbiese. Sin embargo, le había dicho que lo había dejado por completo, y aunque no debería decir nada, conocía los efectos insalubres del tabaco como para querer evitar que los demás también se convirtiesen en fumadores.

-Y no fumo - le sonrió TaeHyung, a lo que él rodó los ojos.

-Te lo paso hoy, pero ni una más, ¿me oyes? Te tengo vigilado - dijo JungKook.

TaeHyung dejó escapar una carcajada y le revolvió el cabello al menor. Sabía que aquel gesto le resultaba muy molesto, así que solía hacerlo en demasía solo para verlo fruncir el ceño y arrugar la nariz intentando aparentar estar enfadado. Le enternecía cuando JungKook se preocupaba por él de aquella forma, intentando evitar que sufriese los efectos del tabaco y procurando vigilar su estado de ánimo. Siempre había tenido una conexión muy íntima con el menor, y él también se preocupaba cuando veía como llegaba a fumar medio paquete de tabaco en un día, mas no solía decirle nada porque acabarían discutiendo.

-¡Kim! ¿Cuántas veces te he dicho que dejes de despeinarme? - bufó JungKook.

-¿Qué, te he quitado la oportunidad de ligar despeinándote? ¡Te da un toque más cool! Deberías aprender de moda, te vendría mejor. Con las pintas de macarra que llevas hoy, deberías saber bien que el pelo desordenado es el factor clave - se burló TaeHyung.

-No quiero ligar con nadie, ¡y no voy de macarra! - rodó los ojos.

-¿Seguro? Hasta yo caería rendido a tus pies si lo intentases. JungKookie, por favor, sal conmigo - puchereó TaeHyung, acercándose a él para molestarlo.

-Cierra la boca, imbécil, no saldría contigo ni aunque me pagasen por minuto. - zanjó JungKook, apartándolo de un pequeño empujón en el hombro - Cuidame el sitio, ¿quieres? Voy al baño.