• Tercera parte de "Transexual"
El tacón de sus zapatos resonaba por el suelo a cada paso que era dado, siendo ese el único sonido en el eterno pasillo. Siempre le había gustado el sonido, lo hacía sentirse empoderado, dándole la sensación de que todo el mundo se giraría a mirarlo solo para saber de donde provenía aquel incesante ruido. Lo único que encontrarían, sería la figura de un hombre de finas caderas y curvas contoneándose de una forma casi imperceptible pero atrayente; el cabello naranja, peinado casi al milímetro como si quisiese que nada se saliese de su lugar, pero aún así con un toque casual; una mano resguardada en el bolsillo del pantalón, que se ajustaba a sus piernas sin ser excesivo; y como si quisiese que hasta eso fuese perfecto, una mirada que lograría conquistar a cualquiera gracias a la seguridad desprendida — y al suave toque de eyeliner — .
Su apariencia siempre había sido algo destacable, pues tenía un cuerpo más afeminado que muchos hombres. Eso podía llegar a ser una ventaja y una desventaja a la vez. En muchas ocasiones, se fijaban más en él porque se distinguía del resto. No entraba en un canon de belleza, pero les atraía su confianza. Sin embargo, aquello no siempre jugaba a su favor, puesto que en demasiadas ocasiones lo habían tachado por el simple hecho de ser lo que era. Si se paraban a pensarlo un momento, podían reparar en que, tiempo atrás, su cuerpo no había sido el que la sociedad definía como el de un hombre. Pero aquello ya no le afectaba tanto como en antiguos tiempos, había aprendido a valorar sus virtudes tanto como a conocer sus defectos, por lo que tenía conocimiento del poder y efecto que llegaba a surtir en ciertas personas.
Dio unos suaves toques en la madera con los nudillos y abrió la puerta que por fin había alcanzado. Sonrió tímidamente y se disculpó por la tardanza mientras le hacían un gesto para que entrase. Se unió al grupo de personas que se encontraban sentadas en un pequeño semicírculo, ocupando el lugar entre una joven rubia que intentaba no morder sus uñas del nerviosismo y un pelirrojo que jugaba con sus manos sin cesar.
Sonrió levemente, pensando en sí mismo cuando hizo su primera audición, pues estaba igual o más de nervioso que aquellas personas.
Ciertamente, su llegada tardía le hacía pensar que quizá había perdido unos cuantos puntos en cuestión de puntualidad, pero tenía que decir que, en su defensa, TaeHyung y sus técnicas de seducción eran demasiado efectivas, por lo que la ducha de cinco minutos había acabado siendo de treinta.Tal y como siempre hacía, echó un rápido vistazo entre la gente que se encontraba en el lugar, solo para hacerse una leve idea de lo que tenía que enfrentar. Sin embargo, su corazón se frenó por completo cuando se topó con la fija mirada de un chico pelinegro. Sus ojos eran grandes, más de lo común en su país, e irradiaban un brillo único, como si miles de galaxias se escondiesen en ellos. No entendía demasiado bien el por qué, pero sentía que había visto aquel rostro antes, hacía muchos años.... Mas aquellos ojos que lo miraban como si intentasen atravesar su alma eran totalmente desconocidos para él.
Intentó enfocarse cuando comenzaron a llamarlos de uno en uno para que se presentasen y audicionasen con lo que tenían, pero ese pelinegro no dejaba de dar vueltas en su cabeza. Llegó su turno y, aunque dio lo mejor de sí, su corazón seguía latiendo desenfrenado, haciendo que su pecho se oprimiese. Se quedó algo tranquilo cuando le sonrieron como si les hubiese gustado lo que había hecho y volvió a su lugar para esperar a escuchar el nombre de aquel extraño chico de cabello azabache que no dejaba de atormentarlo.
-Jeon JungKook.
Y JiMin comprendió de una el por qué de su reacción. La última persona en el mundo con la que esperaba toparse se encontraba allí, mucho más crecida. Sus fuertes brazos eran rodeados por una negra camiseta holgada, pero al ser de manga corta dejaba ver los tatuajes. Arriesgado, si se paraba a pensarlo, puesto que los tatuajes no eran algo demasiado bien visto en las empresas. Sus piernas eran envueltas en unos pantalones negros de los cuales colgaba una cadena plateada, que se movía a su ritmo. Sus pasos eran totalmente coordinados, perfeccionados por lo que probablemente eran años de prácticas, y su voz angelical resonaba por toda la sala haciendo que todos quedasen hipnotizados. Todos, menos JiMin.
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One Shots || BTS
RandomEl título lo dice todo, One Shots de los miembros de BTS. •Mayoritariamente parejas homosexuales. •ᴀʟʟ ᴏꜰ ꜱᴛᴏʀɪᴇꜱ ᴀʀᴇ ᴏꜰ ᴍʏ ᴏᴡɴ ᴄʀᴇᴀᴛɪᴏɴ, ɪ ᴅᴏɴ'ᴛ ᴀʟʟᴏᴡ ᴄᴏᴘɪᴇꜱ ᴏʀ ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴛɪᴏɴꜱ ᴡɪᴛʜᴏᴜᴛ ᴘᴇʀᴍɪꜱꜱɪᴏɴ.