𝕭𝖚𝖊𝖓𝖔𝖘 𝖉𝖎𝖆𝖘 { 𝕵𝖎𝖒𝖎𝖓 & 𝕾𝖚𝖓𝖌𝖂𝖔𝖔𝖓 }

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Algunos rayos de sol se colaban por las cortinas e iluminaban levemente la habitación. Uno había parado a dar directamente a su rostro, y eso provocó que comenzase a despertar poco a poco. Sus ojos se fueron abriendo a la par que se daba la vuelta, ya que aquel molesto resplandor aturdía sus sentidos. Al hacer eso, se dio cuenta de que, en la cama que solía ser solitaria, había un pequeño bulto bajo las mantas que no era solo el suyo. Trató de enfocar la vista, pues su juicio todavía estaba algo nublado, y pudo llegar a ver la cara de la persona que descansaba a su lado. Inmediatamente, una perezosa sonrisa se dibujó en sus labios y todos los recuerdos volvieron repentinamente a él, como una inyección de felicidad.

Sus pequeños ojos estaban cerrados, su expresión en una total calma y de la comisura de sus labios escapaba un fino hilo de saliva. Tierno, pensó SungWoon. Aunque se dio cuenta justo en ese momento de que ambos estaban prácticamente desnudo, por lo que lo atacaron los recuerdos de la noche.

El día anterior había sido bastante extraño y a la vez sorprendentemente gratificante. El caso era que, hacía quizá un par de semanas atrás, JiMin y él habían acabado de alguna forma besándose en medio de una consulta. Efectivamente, SungWoon era su psicólogo, y se sintió tan mal consigo mismo después de haber abandonado su profesionalidad en medio del trabajo, involucrándose románticamente con un paciente cuando sabía que no debía, que le dijo a JiMin que no volviese a verlo, por el bien de ambos. Mas, sin embargo, JiMin había vuelto a aparecer en su puerta, y como negarse a esos ojos que lo miraban suplicantes, pidiéndole por favor que no lo dejase nunca más. Además, JiMin se hacía el inocente, pero había ido a su casa con solo unos pantalones y una chaqueta, con lencería debajo de ellos, y se había aprovechado vilmente de él. Aunque, bueno, él se había dejado.

Su mayor problema, era la minoría de edad de JiMin. Está bien, el chico tenía 19 años y la suficiente cabeza como para decidir por sí mismo, pero SungWoon tenía 30, y eso de por sí podía acarrearle algún obstáculo. Sin embargo, al verlo bien una vez más, aquel semblante sereno y angelical, todas las preocupaciones desaparecieron de él. Solo quería quedarse junto a JiMin todo el tiempo que pudiese; quería poder tenerlo entre sus brazos; quería poder besar sus labios todas las mañanas; quería vivir junto a él algún día.

Volvió a darse la vuelta en la cama tras limpiar aquel hilito de saliva de la comisura de los labios de JiMin y se desperezó, sentándose y mirando la hora en el reloj. Aún era temprano, pero podría preparar el desayuno para ambos y luego volver a despertar al menor. Por contra, sus planes se olvidaron por completo cuando sintió unos labios sobre la parte baja de su espalda dejando un delicado rastro de besos.

-Buenos días, cariño... - murmuró JiMin, su voz saliendo ronca al seguir adormilado.

Ambos sintieron un agradable revoloteo en sus estómagos vacíos. El recuerdo de la noche anterior perduraba muy fresco, envolviéndolos en un aura algo sentimental y calurosa. SungWoon se giró levemente solo para ver como las sábanas en las que JiMin se había ido moviendo, tapaban hasta su cintura, dejando entrever su cadera y el inicio de aquellas redondas nalgas a las que fácilmente podría venerar. Negó con la cabeza, tratando de apartar esos pensamientos, pues ambos estaban desnudos y no quería seguir perdiéndose entre las curvas de JiMin, al menos no hasta que desayunasen.

-Buenos días, JiMinie - murmuró SungWoon, justo antes de levantarse.

El menor soltó un quejido, haciendo un pequeño puchero en busca de más calor corporal contrario. Le gustaba el tacto de la tersa piel de SungWoon, el efecto que tenía cada vez que sus yemas se deslizaban casi sin hacerlo, erizando los vellos de aquella acanelada piel. Sonrió como un niño para sí mismo y dejó caer su cabeza en las sábanas, estando a punto de tener un pequeño ataque de amor y empezar a rodar por la cama de lo feliz que estaba, mas recordó que todavía no llevaba nada encima.

One Shots || BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora