One Shots || BTS

𝕻𝖎𝖗𝖆𝖙𝖆 { 𝕹𝖆𝖒𝕵𝖎𝖓 }

-Brindad, compañeros, yoho.

La estruendosa carcajada resonó por toda la cubierta mientras chocaban sus copas para brindar por el nuevo botín. El barco se había llenado de un ambiente festivo tras la exitosa emboscada a un navío perteneciente a la nobleza inglesa, de donde habían obtenido diversas riquezas. Las velas ondeaban con el viento y mecían suavemente la embarcación en el mar calmo, que los acogía en el ocaso mientras se dedicaban a despilfarrar el ron.

No había marinero que no portase una sonrisa en su rostro, todos parecían orgullosos de la hazaña que habían logrado. No era fácil, desde luego, lograr saquear con éxito un noble navío, pero mucho menos, como sabía ciertamente el capitán, lo era llevarse a un rehén con ellos. Porque debía admitir que robar objetos inertes era relativamente más sencillo que llevarse a un humano que oponía resistencia. Sin embargo, aquella noche tendría a un invitado muy especial en su camarote y desde luego se lo iba a pasar de maravilla con su presencia.

Las botas resonaron en la madera de la cubierta, pero aquel día ningún pirata se giró para contemplar al capitán o cesó el habla por su mera presencia. SeokJin estaba bien con ello, porque no quería interrumpir a sus muchachos en el festejo, estaba contento con su actuación y les debía unas horas de descanso. Toda la tripulación era muy eficiente, no estaba mal dejarlos respirar de vez en cuando, y sabía que aquel día era la excusa perfecta para hacerlo. Le llenaba de orgullo saber que esos hombres habían sido artífices de una hazaña como aquella, y que gracias a ello su prestigio y reconocimiento sería todavía mayor. Surcar los mares con aquella sensación era un infinito placer del que jamás se cansaría.

Sus pasos lo llevaron directos a su propio camarote, a pesar de que habría deseado despojarse de su sombrero y sus más excéntricas ropas para unirse a la celebración como un pirata más, sin prestigio o privilegios mayores que cualquiera de ellos. Por mucho que lo desease, debía atender a sus ocupaciones, y su invitado debía estar ya desesperándose por su tardanza, por lo que sería de mala educación para un caballero como SeokJin hacerlo esperar más.

Una vez abrió la puerta para entrar, tuvo bajo su mirada a un hombre con el porte más noble que jamás había observado. El marinero que había estado atendiendo a su prisionero en lo que él estaba ausente, no dudó en retirarse en cuanto se percató de la presencia de SeokJin. El capitán le agradeció con un gesto y se ocupó de cerrar la puerta como era debido una vez se hubo marchado. Se quitó su chaqueta con lentitud, colgándola sobre el clavo en la pared usado como perchero, y giró la silla de su mesa para poder sentarse en ella, frente a su ya mencionado invitado.

Ladeó levemente la cabeza para observar bien la escena que tenía delante de sus ojos. Desde sus tobillos bien sujetos a las patas de una silla, viendo como sus pies calzaban unas botas bastante limpias teniendo en cuenta la disputa que se había producido entre nobles y piratas; pasando por sus manos también inmovilizadas tras el respaldo, junto a su torso cubierto por una elegante camisa y una chaqueta roja que probablemente tenía bordados y botones de oro puro; hasta su barbilla elevada, observando como sus ojos no lucían amedentrados sino desafiantes, a pesar de que la tela en su boca le impediría soltar palabra alguna. No parecía tener la necesidad de utilizar ninguna palabra teniendo en cuenta que ese fiero brillo en sus orbes demostraba más de lo que podría haber explicado de sí mismo, pues entendía que no estaba dispuesto a nada sin luchar, que no se dejaría dominar por unos salvajes - como ellos los denominaban - piratas, y desde luego aquel espíritu luchador sin perder la elegancia definía mucho de su persona. No había duda, una vez que podía analizarlo con sus propios ojos, de que era un respetado noble.

-Oh, disculpa mi mala educación - dijo repentinamente SeokJin, una vez terminó de repasar al hombre maniatado - Ni siquiera me he presentado. Soy SeokJin, capitán de este humilde barco, responsable del saqueo de vuestro navío.