𝕻𝖆𝖓𝖆𝖉𝖊𝖗𝖔 { 𝖄𝖔𝖔𝖓𝕵𝖎𝖓 }

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Sería muy poco romántico empezar una historia de amor hablando de algo tan simple como ir a buscar el pan todos los días al mismo lugar, bajo órdenes de su madre, y sin embargo así comenzaba a narrar Min YoonGi cada vez que le preguntaban cual había sido su primer amor.

Siempre le había resultado curioso. Había formas y formas de enamorarse de alguien, cada romance era un mundo entero, pero había cosas que siempre solían cuadrar entre todos, como lo era por ejemplo la manera en la que se conocían. Lo más típico eran cosas como ser amigos, haber sido presentados por sus círculos sociales, alguna discoteca o bar aparecían momentáneamente, incluso en aquellos tiempos era muy común conocerse por redes sociales.

Las primeras citas también eran algo que solían coincidir. Restaurantes, cines, playas, parques... Había variedad, pero no demasiada. Era muy romántico eso de ir a un restaurante elegante y tener una bonita conversación bajo las ventanas que reflejaban la oscura noche, agarrarse de la mano en el cine después de haber intentado tomar un puñado de palomitas a la vez o los picnics, escogiendo cuidadosamente los alimentos que más le gustasen a la otra persona.

Pero, desde luego, nunca había conocido a nadie que se hubiese enamorado en una panadería. Es decir, ¿que tipo de loco se fija en la persona que te está cobrando la baguette que tu madre te ha pedido que vayas a comprar? La gente común probablemente daría las gracias y se iría de vuelta a su casa, una acción automática. Nadie se enamoraba de la persona tras el mostrador, que solo estaba trabajando, a tal punto de volver todos y cada uno de los días para poder verla de nuevo.

Nadie, salvo Min YoonGi.

Sonaría muy cliché, pero ciertamente había sido un flechazo desde el primer instante. Recordaba perfectamente la mañana que había acudido por primera vez a la panadería dos calles más allá de su casa. Tras pegarse una ducha, su madre le había pedido que fuese a buscar una barra de pan porque ella no había podido el día anterior. Así que YoonGi se vistió para salir, y recordaba bien lo que se había puesto ese día: sus preciados vaqueros negros, de los cuales colgaba una cadena adornada por un pequeño candado y una camiseta del mismo color, pero que definitivamente era su favorita. En ella, descansaban pacíficamente las palabras inglesas "suck my balls". Sería una camiseta que habría provocado demasiado revuelo en su pueblo si no fuese porque prácticamente nadie sabía inglés, y por lo tanto no entiendían su significado, pero perdía la cuenta de la gente que le había señalado cuando se acercaba a la ciudad por llevarla puesta.

A él le encantaba esa atención. Siempre había sido un poco rebelde, por eso había tenido varios problemas en su colegio, y tenía que admitir que su madre había tenido infinita paciencia con él. Sin embargo, aborrecía normas que le parecían absurdas o que iban en contra de sus principios, no podía evitar el ir contra ellas. Era su naturaleza, y le gustaba como funcionaba, así que no quería cambiarla. Toda esa gente que acataba las normas como soldados le provocaba irritación, era desesperante ver como, incluso si les parecía mal, cumplían con lo moralmente establecido.

En cualquier caso, salió de casa sin saber que, en cuanto cruzase la puerta de la panadería, caería rotundamente a los pies del vendedor. Su rostro era casi la definición de perfección, con unos rasgos asiáticos marcados en los ojos y unos labios gruesos que incitaban a probar; su cabello rubio teñido destacaba entre la marea de azabache, pulcro y reluciente bajo la luz; era alto, más que él, lo suficiente como para que el mostrador le llegase hasta la cintura; ese cuerpo, ese cuerpo tenía que ser ilegal. Se le marcaba un poco la curva de la cintura, haciéndola lucir delicada pero sumamente elegante, y la anchura de sus hombros le proporcionaba un aire masculino muy atractivo; por no hablar de sus movimientos, cada vez que se dirigía hacia la estantería donde se colocaban las barras de pan lo hacía con mucha gracia.

One Shots || BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora