𝕴𝖓𝖋𝖎𝖊𝖑 { 𝕳𝖔𝖕𝖊𝖒𝖎𝖓 }

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El sonido de las llaves introduciéndose en la puerta resonó en el pequeño apartamento, para prontamente ser abierta y dejar paso a un feliz y relajado JiMin, que cerró tras de sí. Dejó escapar un suspiro y colgó su abrigo del perchero de la entrada, frunciendo levemente el ceño al ver que había una prenda de más en el ya acostumbrado vacío perchero.

-¿HoSeok? - cuestionó en voz alta.

Dirigió sus pasos hacia el salón, encontrándose al mencionado chico de pie frente a la ventana, sin decir ni una sola palabra. JiMin ladeó la cabeza, acercándose a él para intentar darle un pequeño beso de bienvenida, que terminó por ser en la mejilla cuando no hizo ni el más mínimo gesto que indicase que movería su rostro.

JiMin no esperaba tenerlo tan pronto en casa. HoSeok tenido que irse a otra cuidad durante unos meses por trabajo, así que había estado viviendo solo durante una temporada. Él era su pareja y compañero de piso, pero generalmente era mucho más cariñoso y efusivo que el chico de expresión sombría que todavía no parecía querer moverse de su lugar.

-¿Dónde estabas? - habló por primera vez, en un tono sin vida.

-Estaba trabajando, sabes que tengo turno a estas horas, te lo dije - respondió JiMin, algo confuso ante esa interrogatoria - Podrías haberme dicho que llegabas antes, he venido un poco más tarde porque paré a tomar un café con mis compañeros.

Park dejó la mochila que llevaba al trabajo sobre su cama, sacando del bolsillo pequeño su teléfono para guardarlo en el de su pantalón. Volvió hacia el salón, esta vez con intención de hacer reaccionar a su novio, que parecía más triste que feliz por volver a verlo. Agarró su cintura con delicadeza y lo miró, con expresión confusa.

-¿Vas a darme un beso? Hace tres meses que no me das uno - se quejó JiMin, inclinándose hacia HoSeok con claras intenciones.

Sin embargo, el contrario se apartó con lentitud, acción que abrumó a JiMin. Sintió su corazón latir con fuerza en su pecho y un pequeño pinchazo que le arrancó por completo la felicidad con la que había llegado. En su estómago, un revoltijo de una sensación conocida se instauró, y soltó a su pareja para tratar de no incomodarlo.

-¿Quién te ha traído? - siguió preguntando HoSeok.

-¿Eh? Pues, una compañera de trabajo - explicó JiMin, encogiéndose de hombros - ¿Me puedes explicar que es lo que te pasa?

HoSeok sonrió, pero fue una sonrisa sarcástica que a JiMin le provocó un escalofrío. No tenía gracia alguna, no parecía ser la del mismo chico del que se había despedido con miles de besos, de te amo y de te echaré de menos.

-¿Quién te ha traído de verdad, JiMin?

-Te lo he dicho, una compañera. ¿A que viene todo esto? - dijo el menor, en busca de una explicación al ambiente tenso.

Miró al chico a los ojos directamente. Tragó saliva lentamente por los orbes penetrantes e imponentes que de repente portaba HoSeok, dándose cuenta en aquel instante de que había algo fuera de lugar, de que tenía que saber algo para actuar de esa forma.

-¿Me tomas el pelo, JiMin? ¿Ahora te dejan en la esquina en vez de en la entrada, para que nadie os vea? Venga, no me mientas, ¿quién era el tío ese? - casi escupió HoSeok.

El menor se paralizó por completo en su lugar. Estaba seguro de que cualquiera podría haber visto sus músculos tensarse y su expresión cambiar por completo ante las pronunciadas palabras. Si HoSeok los había visto a ambos, empezaba a entender bastante bien el porqué de su actuar. Sin embargo, hizo lo que mejor se le daba desde hacía demasiado tiempo.

One Shots || BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora