10° "La espada de un primer comandante"

23 2 0
                                    

Por un momento no me sentí yo misma, fue como si alguien hubiera poseído y utilizado mi voz para decir una tontería.

Todos los presentes clavaron sus ojos en mí. Gucci tiró con fuerza de mi antebrazo.

- ¿Qué Demonios estás haciendo Gaiga? –

No pude responderle, solo lo miré temblorosa.

- Acércate –

Ordeno el rey.

Sentí la mano de Gucci deslizarse por mi brazo y con ella se fue el poco valor que me quedaba en las rodillas.

Pasé por debajo de la protección que separaba las tribunas del campo, no quise mirar a Riquen, pero percibí que movía la cabeza a los lados intentando detenerme. Capte muchas miradas, la del general Ovenzo que parecía agua turbia, la de Alejandro que estaba preocupadísimo, la de Lord Samar que parecía inquieto.

Me paré junto a Sharma.

- ¿Quién eres? –

Dijo el Rey.

- Mi nombre es Gaiga Ethan, hija de Lord Falow Ethan ex segundo ministro de la corte del rey, Comandante de la compañía Escarlata, mano segunda del General Ovenzo Origante y miembro del Salón Rojo –

La sangre me latía por las orejas, las manos me temblaban y el corazón me quería salir por la garganta.

El Rey me vio con sus profundos e intimidantes ojos azules.

Por un segundo el mundo entero se redujo, vi el príncipe Leonardo moverse incómodamente sobre su asiento, al príncipe Alejandro apretar los puños, incluso vi la expresión del primer ministro Lord Perl quien me veía con los huecos ojos casi salidos de las cuencas.

Luego de ver todo eso, el Rey alzó una mano en el aire.

- ¡Tenemos a nuestro guerrero! –

La gente estalló en vítores y aplausos. Como ellas no estaban a punto de jugarse la vida que les importaba.

Gucci y otro guardia entraron en el campo y sacaron a rastras al General Riquen quien se negaba a irse.

- ¡No lo hagas! –

Me gritaba.

Pero no lo pude escuchar.

El Primer comandante Sharma, se colocó frente a mí, agitando su bellísima espada en el aire y demostrándome lo bueno que era.

Él había probado ser un hombre de honor, lo vi en la lucha de Filis cuando se negó en redondo a matar a un viejo anciano salteador herido, por lo menos, si me mataba, moriría a manos de alguien con elevados principios.

Desenfundé mi espada lentamente. Pensé en mi padre y mis hermanas, pensé que Martha talvez estaría mejor sin mí y la idea me estremeció el corazón. ¿Qué pasaría si moría?

Y luego las palabras de papá resonaron en mis oídos: "lo que hagas no es importante lo importante es que te mantengas con vida"

Los presentes guardaron silencio. Sharma y yo nos paramos uno frente al otro.

- Será un honor pelear contigo comandante Ethan –

- Lo mismo digo Primer comandante Sharma –

Le di a mi espada unas vueltas en el aire.

- Si yo gano me quedaré con tu caballo –

Dijo él.

- Si yo gano me quedaré con tu espada –

Cuna De ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora